A la búsqueda del petróleo "fantasma" con el que Marruecos amenaza a Canarias
Marruecos asegura haber encontrado un yacimiento petrolífero frente a las costas canarias, que suscita dudas desde el punto de vista económico y ambiental. Además enlaza con la disputa entre España y el país magrebí por la soberanía de las aguas atlánticas.
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orzola (lanzarote) / madrid,
La fina línea de mar que separa Canarias de Marruecos está en disputa. Bajo las aguas, en lo más profundo, hay recursos fósiles que desde hace décadas llaman la atención de compañías petroleras. Las máquinas exploran, pero nunca sacan nada en claro. La cosa, sin embargo, podría cambiar. O al menos eso dice el país magrebí, que hace una semana anunció de la mano de la británica Europa Oil and Gas el hallazgo de unos 1.000 millones de barriles de petróleo al este del archipiélago español y otro en Agadir, frente a Fuerteventura y Lanzarote. La distancia en línea recta que separa a Canarias de Marruecos no supera los 100 kilómetros, de modo que las posibles consecuencias medioambientales, económicas y políticas de esta noticia han hecho saltar las alarmas en las islas.
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La inversión asumida para esta prospección se reparte entre Europa Oil and Gas, que se encarga del 75% de los gastos, y la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM), una empresa pública marroquí que se responsabiliza del 25%. Sin embargo, esta no es la única multinacional que colabora con el reino alauí en busca de crudo. También están autorizadas otras como Shell o Repsol. El anuncio es resultado de una obsesión por parte de Rabat: en las últimas dos décadas ha perforado 67 pozos, según los datos ofrecidos por la directora general de la ONHYM, Amina Benkhadra, la semana pasada. A pesar de las búsquedas reiteradas del oro negro en las costas del país africano, solo se ha podido confirmar la presencia de 40 reservas de gas.
Los expertos se muestran escépticos. Ya en 2015, Repsol abandonó las prospecciones frente a Lanzarote y Fuerteventura y lo justificó en la baja rentabilidad de la extracción. "No queda muy claro si ese petróleo está, lo han anunciado, pero no han dado muchas muestras de que pueda ser real", relata Vicente Jesús Navarro, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de La Laguna. Las incógnitas de este proyecto son poliédricas, como todo lo que rodea las relaciones diplomáticas y comerciales de Marruecos y España.
Canarias, en contra de la extracción por segunda vez
A pesar de que el ministro de Exteriores del Gobierno de España, José Manuel Albares, restó importancia a las repercusiones que esta extracción de petróleo pudiera tener en Canarias, los expertos medioambientales y los políticos canarios se han manifestado contra la búsqueda de crudo cerca del archipiélago. De hecho, el propio presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres Pérez, recalcaba de manera "tajante" que su Ejecutivo rechazaba cualquier prospección en aguas canarias.
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El Convenio Internacional de Montego Bay (1982) advierte de que "cuando dos países están geográficamente enfrentados y no pueden desplegar el máximo admitido de 200 millas marinas porque no hay suficiente espacio entre los dos, deben llegar a un acuerdo bilateral que delimite las aguas", explica el catedrático en Derecho Constitucional. Ante la falta de acuerdo, la división se hace trazando una mediana entre ambas costas. Si la situación sigue sin resolverse entre los dos Estados, es un tribunal internacional el que decide las proporciones.
La búsqueda de petróleo no es nueva en esta zona. Tanto es así que España ha estado décadas buscando yacimientos en su lado de la mediana. Hace menos de ocho años, Repsol realizó una prospección polémica en busca de crudo no muy lejos de donde hoy se asienta la maquinaria pesada de Marruecos. Por entonces, el Ejecutivo de Mariano Rajoy, con el canario José Manuel Soria al frente de Industria, Energía y Turismo, cedió a la petrolera vasca la exploración de los hidrocarburos frente a Lanzarote y Fuerteventura, sin mucho éxito para la empresa.
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"El Gobierno de España tiene la opción de sentarse a negociar con Marruecos y pedirle que no extraiga petróleo"
Aquella iniciativa generó una movilización masiva en buena parte de la población del archipiélago. Las asociaciones ecologistas se agruparon y los partidos políticos canarios lucharon hasta frenarlo. Ahora la situación es diferente. "No estamos preocupados en cuanto al impacto que pueda tener esta explotación porque no creemos que exista", relata el experto en medioambiente Ezequiel Navío. "Pero sí estamos preocupados por la mentalidad y la evidencia de que Marruecos no apuesta de forma simple y concienciada por la transición hacia las renovables".
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"El Gobierno de España tiene la opción de sentarse a negociar con Marruecos y pedirle que no extraiga petróleo de las aguas cercanas a Canarias por las consecuencias negativas que pueden tener en el medioambiente, la pesca y la economía de las islas", explica el naturalista, que trabajó en la mayor marea negra de la historia provocada por un derrame de petróleo en el Golfo Pérsico en 1991. También lo hizo en 2002 en el derrame del Prestige en Galicia. Y encabezó desde 2001 la negativa de Canarias a las prospecciones en sus aguas. Envites diferentes, pero siempre frente a los combustibles fósiles.
El coste ambiental, inasumible para las islas
El archipiélago canario está en un punto privilegiado del planeta. Geográficamente pertenece a África; en administración, a España, y tiene lazos históricos muy fuertes con América. Su posición lo convierte en un punto geoestratégico. En mitad del océano Atlántico es una reserva marina natural que salvaguarda 26 especies diferentes de cetáceos.
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"Todas las prospecciones en el mar generan vertidos. Pasa en Latinoamérica, Alaska o Tarragona"
Ante el rastro invisible del petróleo localizado por Marruecos, el escepticismo crece. De tratarse de un anuncio real, la situación sería diferente. "Todas las prospecciones en el mar generan vertidos. Pasa en Latinoamérica o Alaska con Repsol, pero también en Tarragona", justifica Navío. De generarse un vertido en la costa marroquí, la cercanía con Canarias y, además, las dinámicas oceánicas del Atlántico convertirían a las islas en una zona de riesgo.
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"Cualquier vertido que haya en este océano puede llegar con una probabilidad altísima a Canarias", justifica Navío. En esta misma línea se posiciona Beatriz Ayala, técnica del programa de océanos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), que considera que las prospecciones son una suerte de pesadilla que se repite cada ocho años. "En el medio marino las fronteras ficticias no existen", explica.
Los cachalotes, zifios o calderones son algunos de los cetáceos de fondo característicos de esta zona del Atlántico. "Es una zona extraordinaria por su exclusiva biodiversidad", concluye la técnica de WWF. Las extracciones en el suelo tectónico africano, sin embargo, suponen un hachazo contra la placa bentónica que puebla los fondos marinos.
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Pedro Hernández, portavoz del colectivo conservacionista El Guicho –vinculado a Ecologistas en Acción– destaca el valor canario para apostar por las energías renovables como receta contra este tipo de proyectos: "Es la mejor zona del planeta desde el punto de vista de la situación biogeográfica". Los vientos alisios, el sol, la fuerza del mar o su carácter de islas volcánicas son solo algunos ejemplos de la riqueza ecológica sin explorar en Canarias. Sin embargo, el "oligopolio energético", dice Hernández, continúa poniendo trabas a la transición energética, independientemente de cuál sea el origen de las empresas que exploran gas y petróleo bajo los fondos marinos.
El petróleo "fantasma"
El supuesto hallazgo petrolero deja algunas dudas desde el punto de vista científico. La Asociación de Geólogos y Geofísicos Españoles del Petróleo ha sido quien ha puesto en entredicho la veracidad de la empresa marroquí frente a las aguas canarias a través de un comunicado: "No ha habido ni tesoro ni filón ni bolsa, ni las demás sandeces que se han podido publicar al respecto". Es, dicen los expertos, petróleo "fantasma".
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"Ya sabíamos que había hidrocarburos en la zona, pero eso no quiere decir que sean rentables"
Aunque desde hace décadas hay indicios de que bajo los fondos marinos existen reservas de hidrocarburos, los datos publicados son extremadamente pobres desde el punto de vista geofísico, en tanto que se catalogan "recursos prospectivos". Dicho de otro modo, se trata de una estimación a la que no se ha incorporado el análisis socioeconómico sobre las posibilidades y la rentabilidad de la extracción.
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Antonio Turiel, físico investigador en el Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pone en duda la viabilidad del proyecto y recuerda que Repsol ya abandonó una exploración similar al considerarla poco ventajosa. "Estamos hablando de aguas muy profundas, de más de dos mil metros. Se puede vender como un gran hallazgo, pero no lo es. Ya sabíamos que había hidrocarburos en la zona, pero eso no quiere decir que sean rentables", expone el experto. "A tanta profundidad, no se puede tener una estructura rígida anclada al fondo, sino que debes tener una estructura semirrígida o semianclada, para lo que se necesitan unos motores que consumen una gran cantidad de energía en perforar. No hay tecnología y no compensa", incide.
"Es una noticia de consumo interno", añade Turiel. Una información que, quizá, puede ir más enfocada, desde el punto de vista empresarial, a contentar a buena parte de los socios inversores y, al mismo tiempo, sirve a Rabat para tratar de consolidar su imagen como país con cierto atractivo para las inversiones privadas.
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Las costas saharauis y la soberanía marítima
De fondo, como todas las acciones que Marruecos acomete frente a España, subyace la cuestión geopolítica. Hamdi Mansour, delegado del Frente Polisario en Canarias, considera que el supuesto descubrimiento de estos nuevos pozos es una "declaración de intenciones" de Mohammed VI hacia el archipiélago. Son, a su juicio, los mismos "fines expansionistas" que el reino alauí ha mostrado con el Sáhara Occidental o con Ceuta y Melilla. "Marruecos es un vecino molesto que da siempre problemas", agrega el diplomático, consciente de que este nuevo episodio ha llegado justo después de que Pedro Sánchez enviase su famosa carta a Rabat para legitimar sus planes sobre el territorio ocupado.
"Marruecos es un vecino molesto que da siempre problemas"
"Estos anuncios reflejan la necesidad del régimen de Marruecos de trasladar constantemente a su población" hacia territorio español, explica Anselmo Fariña, miembro de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, que acusa al Mohammed VI de lanzar cada cierto tiempo campañas propagandísticas para centrar la atención en esos puntos y ocultar problemas en el interior de su propio país.
El Sáhara Occidental conoce bien cómo actúa Marruecos y cómo las actividades comerciales e industriales operan siempre como motor de expansión: la extracción de fosfato, asentamiento de renovables en territorio ocupado, agricultura o pesca en aguas de El Aaiún. España no es el Polisario y Mohamed VI no elevará el tono en sus desafíos a esos niveles. No obstante, los vacíos legales que perduran en el reparto de las aguas territoriales son un resquicio al que Rabat se agarra con fuerza.
Eduard Soler, investigador del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), advierte de la importancia que tiene esta cuestión en las relaciones históricas entre Rabat y Madrid. "Existen conflictos de soberanía. En la fachada mediterránea, por Ceuta y Melilla y varios peñones e islotes que Marruecos reclama como propios. En la fachada atlántica, la dimensión del contencioso territorial es otra, se refiere a que hay aguas que corresponden al Sáhara Occidental, que en su vertiente marítima está bajo control y administración de Marruecos", explica.
"La primera crisis de este Gobierno con Marruecos tuvo que ver con la intención de ampliar su demarcación oceánica"
"Es relevante que la primera crisis con Marruecos a la que tuvo que hacer frente el Gobierno de coalición fue cuando el Parlamento marroquí aprobó dos leyes para declarar su soberanía sobre las aguas del Sáhara Occidental y ampliar su demarcación oceánica. Una demarcación que entraba en colisión con las reivindicaciones españolas respecto a las Islas Canarias y que bien podría ser una política de hechos consumados o bien una estrategia de negociación, pero que en cualquier caso tiene el mismo origen: afirmar la soberanía sobre este territorio", sostiene el experto del CIDOB, que considera que todas las disputas relacionadas con las aguas territoriales son "un medio para visibilizar el mal o el buen estado de las relaciones en el ámbito político".
Precisamente, los hallazgos petrolíferos en áreas colindantes a Canarias se anuncian en una fase clave en la que España, tras asumir la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara, ha abierto unas nuevas negociaciones con Rabat para tratar de abordar la problemática de las aguas atlánticas. Con la escasa rentabilidad económica y poca viabilidad de los negocios petroleros en la zona, no es descabellado entender las exploraciones frente al archipiélago canario como un nuevo toque de atención a Madrid por parte de Rabat. Más presión para la olla diplomática y un nuevo desafío que llega, como a quien le extendieron una mano y se agarró del brazo, tras el cambio de postura de Sánchez frente al Sáhara Occidental.