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Movilidad Bicis rotas y falta de empleados: el declive de BiciMad, un servicio público abandonado por Almeida

El número de bicicletas ha crecido de manera exponencial en los últimos dos años, pasando de 2.000 a 3.450. La cantidad de operarios dedicados a la reparación y mantenimiento, sin embargo, es la misma, tal y como denuncian los sindicatos, partidos de la oposición y organizaciones ecologistas.

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Una bicicleta de BiciMad en el parque de El Retiro de Madrid. — EMT

madrid, Actualizado:

Las estaciones de BiciMad están llenas de luces rojas. Para los madrileños es cada vez más complicado encontrar una bicicleta pública que funcione. Los manillares torcidos, las ruedas pinchadas, los motores eléctricos averiados y las cámaras fracturadas se han convertido en la definición perfecta del declive que experimenta este servicio de transporte municipal. 

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Mientras el Ayuntamiento echa balones fuera y señala al incremento del vandalismo como explicación del deterioro del servicio, la oposición, los empleados de la EMT –empresa municipal de la que depende BiciMad– y los colectivos ecologistas ponen el foco en la gestión del Gobierno de Martínez-Almeida y su Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad, en manos de Borja Carabante. En los últimos años el servicio de bicicletas eléctricas ha experimentado un crecimiento exponencial que no ha ido emparejado a nuevas contrataciones que puedan sostener el volumen de averías e incidencias.

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Así, en 2019 la capital contaba con 2.000 bicicletas que se distribuían en 172 bases. Con la pandemia, el auge de la demanda ciudadana por este tipo de transporte permitió que el Ayuntamiento diera un nuevo empujón al servicio, ampliando la flota hasta las 3.450 unidades y las 264 estaciones extendidas en 15 distritos de la capital. Sin embargo, el personal del que dispone la EMT para atender este crecimiento ha permanecido prácticamente estancado en los 105 operarios, lo que se traduce, según la Plataforma Sindical de la empresa municipal, en un deterioro del servicio.

Elías Calderón, secretario de organización del sindicato y miembro del comité de empresa de la EMT, explica a Público que "es el pésimo dimensionamiento de trabajadores respecto a la flota de bicis y bases lo que nos ha llevado hasta esta mala situación del servicio". Una situación que ha provocado estar cerca del colapso en los talleres de reparación durante algunos meses de verano, con cerca de 1.000 unidades en revisión. Según adelantaba eldiario.es, entre mayo y septiembre –los meses donde más demanda ciudadana se suele registrar– el número de bicicletas disponibles cayó un 14% y los avisos por incidencias se triplicaron.

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Actualmente hay 300 bicicletas en los talleres, según explican desde la Plataforma Sindical. Esta mejora en los datos se debe a varios factores. Por un lado, las nuevas contrataciones que han llegado en septiembre. Se han incorporado 25 operadores más este mes de septiembre, sin embargo, en el mes de octubre habrá 15 empleados de BiciMad que cambiarán sus funciones y serán movidos a otros puestos dentro de la EMT, por lo que esta inversión laboral se saldará realmente con un incremento real 10 empleados. "Como mínimo deberíamos tener 150 trabajadores para cubrir las 264 bases", exponen desde el sindicato.

"La privatización es un temor que siempre está sobrevolando este servicio"

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Por otra parte, la caída de bicicletas averiadas en taller no responde directamente a la realidad. Las unidades con defectos se acumulan también en las propias estaciones, ancladas e inutilizables porque los propios operarios no dan abasto para recogerlas, tal y como señalan los trabajadores a Público. Calderón considera que la presencia de las bicis en las bases de carga, pese a estar rotas, es una simple operación "de marketing" del Ayuntamiento para evitar que se vuelvan a extender las imágenes que este verano se difundieron en las redes sociales con los talleres colapsados. "Realmente esto se les vuelve en contra, porque los usuarios llegan y se encuentran sólo siete bicis de las que ninguna funciona. No lo digo yo, se pueden ver las quejas en las redes sociales", comenta el portavoz de los trabajadores.

José Luis Nieto, concejal de Más Madrid y coportavoz de Verdes Equo en Madrid, advierte también de los problemas que arrastra el contrato de BiciMad, que no está remunicipalizado al completo. "La privatización es un temor que siempre está sobrevolando este servicio", dice el político. En la actualidad, algunos puntos del contrato de gestión que en su día adquirió BonoPark siguen estando vigentes, entre ellos, los límites a expansión de la flota. Esto es algo que el Consistorio está tratando de sortear a través de la creación de BiciMad-Go, un conjunto de bicicletas que funcionan de manera similar a los patinetes eléctricos, es decir, que se pueden abandonar en la vía sin tener que ser anclados a una estación. Este nuevo servicio, plagado de polémicas desde su nacimiento, es un escollo más para los operarios de la EMT que velan por el buen funcionamiento de las bicis.

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El Ayuntamiento apunta al vandalismo

Este medio ha preguntado al Ayuntamiento y a la EMT por el declive que vive el servicio de bicicletas y las posibles medidas que se contemplan para reorientar la situación, pero en el momento en el que se publica este artículo no ha obtenido respuesta. No en vano, la postura del equipo de Gobierno es conocida, pues en numerosas ocasiones han achacado los problemas de disponibilidad a un incremento del vandalismo

"El más relevante es el altísimo vandalismo que se está produciendo en las bases de Bicimad. Solo en los primeros días de septiembre han sido arrancadas y por tanto vandalizadas 6.118 bicicletas. El día que más bicicletas fueron vandalizadas en los últimos meses fue el 3 de septiembre, cuando se vandalizaron 529 bicicletas, de tal manera que se reduce sustancialmente la disponibilidad", contestaba Borja Carabante a la oposición el pasado 20 de septiembre al ser preguntado por las causas que explican la falta de bicicletas.

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"Si realmente hubiera un problema de vandalismo, el principal responsable sería el propio Ayuntamiento"

Ignacio Benito, concejal del PSOE y portavoz de Medio Ambiente y Movilidad, sostiene que "el problema fundamental de BiciMad es su falta de personal. Tenemos la misma plantilla que antes de ampliar el servicio con casi 50 estaciones nuevas y eso es, únicamente, una falta de planificación y gestión terrible". El político socialista agrega que "el vandalismo, que desde luego existe, se produce también porque el Ayuntamiento no pone medidas efectivas para detenerlo".

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Según una publicación de El Confidencialel número de avisos por bicicletas vandalizadas ha incrementado más de un 100% en los últimos tres años. Ante esta situación, el Consistorio ha anunciado que se instalarán cámaras de vigilancia a finales de año y estudia la dotación de candados para evitar robos. Carabante, como concejal de Medio Ambiente, envió una carta a la Delegación del Gobierno en Madrid el pasado 28 de junio para reclamar una actuación "coordinada" que evite los actos vandálicos contra el servicio municipal de bicicletas.

Para Adrián Fernández, experto en movilidad de Greenpeace, el vandalismo no es una "excusa válida" que dé respuesta a lo que está ocurriendo con BiciMad. "Si realmente hubiera un problema de vandalismo, el principal responsable sería el propio Ayuntamiento, que debería poner todos los recursos para evitarlos. Ninguna persona entendería que los autobuses dejaran de salir de las cocheras porque cada mañana un grupo de personas se dedicaran a arrojarles piedras, ¿no? Todo el mundo esperaría que la Policía Municipal actuase", manifiesta el ecologista, que considera que la falta de personal es la principal y para atender el incremento de la flota es la principal causa del problema. "BiciMad no es un divertimento, es un medio de transporte del que dependen muchas personas para ir a trabajar, es algo que deberían entender", añade.

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La bicicleta, un transporte imposible en Madrid

"Este Gobierno está mas preocupado de que la gente vaya en coche que en bicicleta", denuncia el concejal de Más Madrid José Luis Nieto. La crisis que sufre BiciMad es un nuevo ejemplo de las trabas a las que se enfrenta las formas de movilidad sostenible en la capital. La falta de bicis públicas coincide con la aprobación reciente de la última ordenanza municipal que respalda el plan Madrid 360 impulsado por Martínez Almeida al poco de llegar al Gobierno. Este nuevo reglamento es menos restrictivo que Madrid Central y permitirá un incremento del tráfico motorizado en la capital, generando aún más inseguridad a aquellos que deciden pedalear. Además, limita el estacionamiento de bicis en aceras.

"El trato hacia la bici por parte de los conductores madrileños no es hostil, pero las condiciones para circular son cada vez más exigentes. Casi no hay vías segregadas que den seguridad y la velocidad del tráfico es muy elevado, algo contra lo que BiciMad, al ser eléctrica, venía muy bien. La única opción es ir por calles muy tranquilas, porque las avenidas principales son imposibles. Sólo está planificado el carril bici de la Castellana, que dudo que lo veamos cuando termine este mandato", argumenta el experto de Greenpeace.

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