Barcelona está llena de rincones bonitos y sorprendentes que la mayoría de la ciudadanía no conoce. Más allá de las calles turísticas de Ciutat Vella, la Vila de Gràcia o la Barceloneta, te traemos una serie de barrios y lugares pintorescos con mucha historia, que conservan auténticas joyas arquitectónicas y patrimoniales que vale la pena descubrir estos días que las principales vías y monumentos de la ciudad están colapsadas de turistas.

La fábrica Lehmann

En la calle Consell de Cent 159 encontramos la fábrica Lehmann. Se accede por un callejón cubierto y de suelo irregular, con piedras picadas por el paso de los carruajes que antiguamente lo cruzaban. Da en un patio en el que sobresale una imponente chimenea de ladrillo de más 30 metros de altura, construida en 1903. Fue una antigua fábrica de muñecas y juguetes que en 1937, unos meses después del estallido de la Guerra Civil, fue colectivizada y se destinó a la producción de cubertería para el Ejército republicano. Actualmente conviven diferentes startups.

La Clota

Con sólo 590 habitantes, La Clota es el barrio más pequeño de Barcelona y uno de los núcleos más antiguos del distrito de Horta-Guinardó. Situado entre El Carmel y Vall d'Hebron, es un oasis semirural que ha preservado huertos y construcciones agrícolas. En la zona hay varios edificios singulares, como la torre del Capritx, construida por un hombre que quería que su mujer pudiera ver el mar desde un mirador; o la Torre Jussana, de estilo neoclásico, construida sobre los restos de una antigua masía y convertida en la sede del Centro de Servicios a las Asociaciones desde 1995.

Pasaje de Tubella

Se trata de un pasaje de 1925, donde se conservan 18 de las 22 viviendas originales, muy similares entre ellas, con dos fachadas lineales que se ha mantenido bastante a lo largo de casi un siglo. En este callejón del barrio de Les Corts vivían trabajadores de industrias vecinas. Su nombre hace referencia a Joan Tubella i Soler, un comerciante originario de Igualada.

El pasaje Tubella está rodeado de casas coloreadas y un jardín en frente, conocido como el pequeño Notting Hill barcelonés. Lo encontramos ubicado entre las calles Novell y Evarist Arnús.

Fuente de la Guatlla

Al pie de Montjuïc, entre la plaza España y la plaza Cerdà, encontramos el pequeño barrio de La Font de la Guatlla, con una superficie de 30 hectáreas y 10.300 habitantes. De este barrio destaca un conjunto de casas bajas con jardín, más cercanas a la montaña, que contrastan con los bloques de pisos de la Gran Vía.

A principios del siglo pasado sólo había pocas masías que cultivaban alfalfa, trigo y árboles frutales, pero la zona se urbanizó y ganó renombre por el CaixaForum, instalado en la antigua fábrica Casaramona, muy representativa de la arquitectura industrial barcelonesa. El edificio fue diseñado por Josep Puig i Cadafalch.

Las Casas Cerdà

Ubicadas en el distrito del Eixample, las Cases Cerdà son tres edificios muy similares que conforman tres de los cuatro chaflanes del cruce entre las calles Consell de Cent y Roger de Llúria. Son edificios de viviendas que comparten las mismas directrices tanto urbanísticas como soluciones constructivas. Consideradas como Bien Cultural de Interés Nacional, las encontrarás entre Roger de Llúria con Consell de Cent.

Las casitas blancas

En un edificio privado situado en el número 29 de la calle de Rocafort encontramos un interior de manzana formado por casitas que se construyeron en 1924, destinadas a los obreros que trabajaban en las obras de la Exposición de 1929. Unas casitas de 35 metros cuadrados, conocidas con el nombre de las casitas blancas.

La casa Isabel Pomar

La casa Isabel Pomar es un edificio modernista situado en la calle Girona, número 86, de la Derecha del Eixample de Barcelona, catalogado como Bien Cultural de Interés Local. Es obra del arquitecto Joan Rubió i Bellver y fue construida entre 1904 y 1906 para Isabel Pomar, viuda de Peregrino Pomés y Bordas. Su interior, concretamente el vestíbulo de entrada del edificio, esconde un mosaico realizado con baldosas de cerámica esmaltada y vidriada de forma cuadrangular lisas y en relieve. El techo también tiene un encanto especial.

Can Peguera

Situado en el distrito de Nou Barris, entre El Turó de la Peira y La Guineueta encontramos el barrio de Can Peguera. Se trata de una zona residencial tranquila, como un pequeño pueblo integrado en la frenética capital catalana. El barrio es conocido por su tejido asociativo y por las llamadas casas baratas, de una sola planta. Anteriormente recibía el nombre de Ramón Albó, pero el vecindario decidió cambiarlo por Can Peguera, tomando el nombre de una antigua masía cercana donde se fabricaba pegamento.