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El arzobispado de Madrid defiende a las víctimas de abusos sexuales: "Los casos del pasado son casos del presente"

"En una relación asimétrica basada en el abuso de poder, y que acaba en abuso sexual, no hay consentimiento", apunta un vídeo que ha publicado 'Repara', el proyecto de la archidiócesis madrileña.

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madrid, Actualizado:

Mientras la Iglesia española hace oídos sordos a los cientos de casos de abusos sexuales en el seno de la institución, la archidiócesis de Madrid, dirigida por el cardenal Carlos Osoro, se pronuncia: "Un solo de caso de abusos ya son demasiados".

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Este 14 de febrero el proyecto Repara, centrado en ayudar a víctimas de abusos sexuales, ha publicado un vídeo en el que desmonta "las falsas creencias" sobre los abusos de los religiosos, como que las denuncias hacen daño a la Iglesia o son falsas, o que en la actualidad ya no hay casos de abusos.

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'Repara': "Que no haya denuncias no significa que no haya casos"

"Las denuncias ayudan a afrontar y prevenir que se produzcan este tipo de situaciones", sentencia el vídeo de la archidiocesis, "lo que realmente le perjudica a la Iglesia es el silenciamiento y la desconfianza respecto de las víctimas". Además, apuntan que "los casos del pasado, son casos del presente" y que "no haya denuncias no significa que no haya casos".

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Ante una división de la Iglesia entre quienes creen que se deben investigar los casos de abusos y el silencio sepulcral de aquellos que no, Repara señala la importancia de creer a las víctimas, porque no hacerlo "implica un doble dolor". También advierte que ninguna relación asimétrica es consentida porque hay un abuso de poder por una de las partes que provoca que "la libertad de la víctima" quede comprometida.

La archidiocesis de Madrid asegura estar investigando también los casos de abusos sexuales que desveló El País y apunta que los añadirá a su registro. Según los últimos datos que ha hecho públicos Repara, en el 2021 atendió a 103 víctimas de abusos, 72 de ellas eran víctimas directas y 31 eran familiares de estas. La mitad de las víctimas directas, 33 personas, habían sido abusadas por religiosos (pertenecientes a la vida consagrada, a movimientos eclesiásticos o diocesanos). 

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