Estereotipias, falta de higiene, contaminación del medio ambiente o la ausencia absoluta de normas de bienestar animal durante la manipulación por parte de trabajadores forman parte del día a día de los 750.000 visones asesinados cada año por la industria peletera en España, y que, ahora, la organización Anima Naturalis ha denunciado en su última investigación.

La ONG animalista ha conseguido entrar en cinco granjas de visones ubicadas en Galicia y Castilla y León en los inviernos de 2020 y 2021, donde ha conseguido sacar grabaciones en cámara oculta que revelan las malas condiciones de vida de estos mamíferos que son criados para confeccionar abrigos y prendas de piel.

"Después de décadas de exponer la realidad de las granjas peleteras, creemos que podemos asegurar que mejorar las condiciones en que viven los animales es imposible. No existe normativa ni voluntad para reducir o eliminar el sufrimiento de los animales", ha declarado Belén González, portavoz de la organización animalista. 

A las imágenes de maltrato y malestar animal, se suman los vertidos de purines y residuos en plena naturaleza, algo que algunos colectivos conservacionistas venían denunciando también tiempo atrás. 

"En nuestro reportaje, observamos vertidos de purines y contaminación de arroyos en tres de las explotaciones. Una de ellas ya tiene denuncias previas por numerosas irregularidades y presentaba aguas residuales estancadas en sus inmediaciones", advierte González.

La cría de visones en España, además de suponer grandes controversias éticas por la mala calidad de vida de los animales, ha generado problemas ambientales importantes debido a que se trata de una especie exótica que, al producirse sueltas o escapes, amenaza el equilibrio biológico de la península ibérica.

Además, la forma de cría en masa supone grandes riesgos para la salud humana. Así se evidenció durante la primera etapa de la pandemia de la covid-19, cuando se registraron varios brotes en granjas peleteras de España, además de en el norte de Europa. En Dinamarca, la situación fue tan crítica que las autoridades procedieron al sacrificio masivo de los animales que fue duramente criticado por los colectivos animalistas.