MADRID.- Los datos lo dicen claro: el porcentaje de mujeres en puestos de dirección y de decisión es, todavía, muy marginal. Y el mundo del periodismo no es una excepción. Ana Pardo de Vera, Cristina Fallarás, Montserrat Domínguez, Nuria Varela y Magda Bandera son la excepción que confirma la regla de que los techos de cristal siguen todavía muy altos.
“No dirijo un periódico por ser mujer, pero es necesario subrayar que soy una mujer” ha señalado Ana Pardo de Vera, actual directora de Público, en el marco de la charla organizada por La Cueva, el programa de radio de la Universidad Complutense. Para las directoras de los medios, el machismo está muy presente en todos los estratos de la sociedad y, especialmente, en los escalones más altos del poder. “Hemos tenido problemas por el hecho de ser mujeres porque hay una mirada distinta: no somos profesionales, somos mujeres”, ha comentado Nuria Varela, directora de la editorial Hotel Papel y experta en género.

“Es una cuestión de mujer contra hombre. Toda mi vida he podido ser sub lo que sea, pero nada más”, ha explicado Cristina Fallarás, actual directora de Diario 16. Efectivamente los datos dejan claro que hay una brecha entre hombres y mujeres a la hora de ocupar puestos de responsabilidad. En el caso de los medios de comunicación, no hay ninguna mujer al frente de las cuatro principales cabeceras del país y de los 15 periódicos en papel más leídos, tan solo se puede contar a una directora, Ángeles Rivero Velasco, al frente del periódico asturiano La Nueva España.

“Es importante que se sepa que hay mujeres al frente de los medios porque necesitamos referentes. Hemos roto un dique, pero eso no significa que hayamos logrado la igualdad”, ha subrayado Montserrat Domínguez, directora de El Huffington Post. Para ella, los medios digitales han roto unas barreras aún muy sólidas en los periódicos en papel y ha señalado que es más común ver a una mujer al frente de un diario digital. Por ejemplo, en el caso de La Marea, medio que dirige Magda Bandera, los cuatro puestos de mayor responsabilidad son mujeres. O en Público, donde la adjunta a la dirección, Virginia P. Alonso, es también mujer.

El techo de hormigón

“No hay mujeres al frente de los medios porque no hay mujeres al frente del poder”, ha señalado Ana Pardo de Vera. Para las directoras, la ausencia de mujeres en los puestos directivos de los medios no es más que el reflejo de la sociedad donde el poder económico y político sigue estando profundamente masculinizado. Así lo corrobora Nuria Varela que ha coincidido en que “el poder es masculino”.

Para la directora de Hotel Papel aún queda mucho por hacer: “Hemos pintado las paredes, pero los cimientos no se han tocado”. Además, según ella el concepto de techo de cristal es un eufemismo: “Es un techo de hormigón”.

Sin embargo, Montserrat Domínguez incide en la necesidad de no perder la perspectiva y ha puesto en valor todos los logros conseguidos en la lucha de las mujeres y el movimiento feminista. “Los referentes de mujeres cuando yo estudiaba eran muy escasos y resultaba impensable llegar a dirigir un medio”, ha señalado.

No obstante, para Cristina Fallarás esta situación es anecdótica. “Perdemos de vista que somos una pequeña élite blanca privilegiada. La mujer en el mundo vive hoy peor”, ha denunciado.

Los contenidos, la clave

Las cuatro directoras han coincidido en que no solo vale con que las mujeres estén al frente de los medios, sino que es vital que los contenidos que se crean tengan perspectiva de género. “Es una cuestión de buenas prácticas, estamos dejando al margen a la mitad de la población, por lo tanto, se está informando mal porque la información es sesgada”, ha enfatizado Nuria Varela.

Fallarás: “Cuando me ofrecieron la dirección de Diario 16 creía que rompía un techo, pero era mucho más, rompía la agenda mediática”

Fallarás ha continuado este camino al afirmar que los contenidos son la base y ha señalado la necesidad de aportar un punto de vista distinto que transforme la mirada del mundo. “Cuando me ofrecieron la dirección de Diario 16 creía que rompía un techo, pero era mucho más, rompía la agenda mediática”.

En este sentido, feminismo y periodismo deben ir de la mano en una apuesta clara por la transversalidad en los contenidos. “El periodismo es el reflejo de la agenda política y la sociedad. Hagamos políticas transversales que se reflejen en los medios” ha concluido Ana Pardo.