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Ainhoa Capdevila, de la tabacalera Philip Morris: "La opción deseada y perfecta es no fumar"

La empresa apuesta por tomar medidas para dejar de vender cigarrillos de combustión en un plazo de diez a 15 años.

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Ainhoa Capdevila. — Imagen cedida

madrid, Actualizado:

La tabacalera Philip Morris International (PMI) tiene sus orígenes en el siglo XIX y forma parte de las seis grandes empresas que conforman el panorama global de la industria centrada en el consumo de nicotina, conocido como el Big Tobacco

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La empresa ha dado un giro de 180 grados en su discurso, apostando por alternativas a los cigarrillos convencionales y el fin del tabaquismo. Sin embargo, no han cesado la venta de estos productos dañinos y el Gobierno advierte de que los vapeadores o el tabaco calentado también son perjudiciales. Hablamos con Ainhoa Capdevila, responsable de Comunicación Corporativa y Responsabilidad Social Corporativa de Philip Morris, sobre los temas más polémicos de la industria tabacalera.

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¿Cómo valoran el plan antitabaco del Ministerio de Sanidad?

"Hay muchos fumadores adultos que no dejan el hábito y deben tener acceso a la información sobre alternativas"

Entendemos perfectamente que el Ministerio de Sanidad esté preocupado por los ciudadanos españoles y su salud. Desde esa perspectiva es súper importante la protección del menor cuando estamos hablando de estos productos. Creemos en un debate importante basado en evidencias científicas. Ahí fuera hay mucho desconocimiento, sobre todo en torno a las alternativas al cigarrillo convencional, que son libres de humo, como el cigarrillo electrónico, el tabaco calentado o las bolsas de nicotina. El abordaje a estos nuevos productos tiene que estar basado en la ciencia. También hay que tener en cuenta que hay muchos fumadores adultos que no dejan el hábito y que deben tener acceso a la información sobre estas alternativas.

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¿Se han reunido con Sanidad?

Hemos solicitado una reunión con la ministra. Es importante que podamos tener este diálogo. Nosotros llevamos décadas trabajando en el desarrollo de alternativas, nuevas tecnologías e investigación y nuestro compromiso con el ministerio tiene que ser poner encima de la mesa toda esa evidencia científica.

Todavía no han sacado los cigarrillos convencionales del mercado.¿Por qué seguir vendiendo un producto que mata?

Tenemos el compromiso de dejar atrás estos cigarrillos lo antes posible. Esperamos cumplir este objetivo en un plazo de diez a 15 años y que los cigarrillos se conviertan, como dice nuestro presidente mundial [el consejero delegado de PMI, Jacek Olczak], en objeto de museos. Este propósito es algo firme y que no tiene marcha atrás, pero no se puede dar de la noche a la mañana y tampoco lo vamos a conseguir solos. Tiene que darse un contexto en el que el fumador adulto tenga información y entienda que el cigarrillo es la forma más dañina de consumir tabaco y que a su alcance tiene otras alternativas.

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"Esperamos que en 15 años los cigarrillos se conviertan en objeto de museos"

Otro factor importante es la regulación, que debería elaborarse en base al perfil de riesgo que tienen los diferentes productos. No debería ser igual para el cigarrillo tradicional que para una alternativa sensiblemente menos dañina. Si por nosotros fuera, mañana dejaríamos de vender cigarrillos, pero no es tan sencillo. Hay que dar una alternativa a los fumadores adultos que no dejan de fumar.

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Apuestan por alternativas a la combustión, como el tabaco calentado. Pero el Ministerio de Sanidad también lo desaconseja y advierte de que no es un producto para dejar de fumar.

Cuando comercializamos nuestros productos de tabaco calentado, tiene que estar muy claro que no están exentos de riesgo. Lo único que está exento de riesgo es no fumar ni consumir ningún producto de tabaco ni de nicotina. Partiendo de esa base, es importante conocer que las alternativas, y sobre todo el tabaco calentado, sí que suponen una reducción significativa de la exposición a sustancias dañinas.

"Lo único que está exento de riesgo es no fumar ni consumir ningún producto de tabaco ni de nicotina"

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La combustión –de donde sale el humo– es la principal causa de enfermedades ligadas al hábito de fumar, por lo que si somos capaces de eliminar la combustión, reduciremos sustancialmente el daño. No es lo mismo el aerosol –que no humo– de un dispositivo de tabaco calentado que el humo de un cigarrillo convencional. Además, siempre decimos que estos productos no son para dejar de fumar; son para personas que van a seguir consumiendo tabaco y nicotina, pero que quieren hacerlo de una manera totalmente diferente al cigarrillo convencional.

El Gobierno ha lanzado una campaña en la que advierten de que estas alternativas, como los vapeadores, sirven para iniciar a los jóvenes en la adicción. ¿Qué les parece?

Entendemos la preocupación del Ministerio de Sanidad a la hora de proteger a los más jóvenes. Según el último Eurobarómetro presentado por la Comisión Europea, vemos que la entrada al hábito de fumar viene mayoritariamente del propio cigarrillo de combustión. Son datos muy residuales quienes se inician mediante el consumo del cigarrillo electrónico como del tabaco calentado. Estamos absolutamente de acuerdo en tomar medidas para regular los cigarrillos electrónicos de sabores o formatos que vayan especialmente dirigidos a atraer a los menores y evitar así que consuman nicotina. Ahora bien, es importante tener en cuenta que estos productos no son iguales que un cigarrillo convencional para no generar tampoco una confusión mayor.

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¿Cómo pueden asegurar que sus campañas en redes sociales no están diseñadas para atraer a nuevos consumidores jóvenes, a pesar de las restricciones de edad?

La protección del menor es una prioridad para la compañía, tanto por las políticas internas que tenemos como por las directrices que seguimos en la comercialización y comunicación de nuestros productos. Evitamos por todos los medios que nuestros productos vayan dirigidos a menores. Es un aspecto fundamental y nuestro compromiso está ahí encima de la mesa, por supuesto.

Aunque, según afirman, el humo es el principal causante de los daños derivados del tabaco, ¿consideran ético vender productos con nicotina, es decir, que generan adicción?

Este es el gran debate alrededor de la nicotina. Esta es una sustancia adictiva que lógicamente hay que evitar consumir, pero también está presente en productos para la cesación [para dejar de fumar]. Digamos que la nicotina es parte del problema, pero también de la solución. La nicotina no está exenta de riesgos y es adictiva, pero diversas autoridades gubernamentales en diferentes países plantean cómo ofrecerla a los fumadores que no van a dejar de consumirla para que al menos lo hagan de una manera que sea mucho menos lesiva que el cigarrillo convencional.

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"La nicotina no está exenta de riesgos y es adictiva"

La opción deseada y perfecta es no fumar, no consumir ningún producto de tabaco ni de nicotina. Estamos todos de acuerdo. Pero si miramos los datos, en España hay ocho millones de fumadores, aproximadamente. Muchos de ellos, a pesar de saber que deberían de dejar de fumar, no lo hacen y no lo van a hacer. Creemos que debe haber alternativas libres de humo para esos adultos.

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¿Qué opinan de subir los impuestos al tabaco?

Cuando se aborda el tema de los impuestos del tabaco, hay que hacerlo desde una perspectiva proporcionada. En el caso de Francia, donde ha habido subidas importantes o desproporcionadas de impuestos, se ha conseguido un efecto no deseado: la gente sigue consumiendo tabaco, pero de manera ilegal. O bien porque es un producto falsificado o bien porque es un producto que se comercializa en otros países. Las subidas de impuestos son una de las posibles medidas a tener en cuenta. Entiendo que el Ministerio de Sanidad lo valore, pero debería de tener en cuenta lo que está sucediendo en otros países.

¿Y de prohibir fumar en las terrazas?

Consideramos que el concepto de prohibir per se no es bueno. Experiencias en el pasado demuestran que las prohibiciones, con carácter general, no son buenas. En espacios al aire libre, como son las terrazas, entendemos no hay un impacto en la salud. Consideramos que no debería prohibirse.

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Pero si te llega el humo de alguien que fuma en la mesa de al lado, sí habría un impacto en la salud.

"Consideramos que no debería prohibirse fumar en las terrazas"

Pensamos que, en general, hay una buena convivencia entre el fumador y el no fumador en estos espacios, salvo quizá algún caso puntual. Si no se está exponiendo a los no fumadores y hay una convivencia en espacios que son también muy nuestros, no estamos de acuerdo con una medida así.

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Además del impacto en la salud, ¿de qué manera se hacen cargo del impacto ambiental que provoca el cultivo de tabaco?

En los últimos años venimos trabajando fuertemente para reducir el impacto que tienen nuestros productos en el medio ambiente. Tenemos una serie de compromisos en el medio plazo con objetivos muy concretos en el ámbito de consumo de agua en la producción de nuestros productos y también para dar una segunda vida a los componentes de los subproductos que están dentro de nuestra producción.

¿Por qué las y los consumidores, las instituciones, la sociedad en general debe creer los argumentos de PMI sobre la reducción de riesgos y la lucha contra el tabaquismo cuando su interés prioritario como industria es su negocio de venta de tabaco?

No hace falta que nos creáis, no se trata de que nos creáis. Yo creo que lo que sí se trata es de que se analice la evidencia científica y que haya un diálogo sobre el consumo de tabaco y las alternativas sin humo al cigarrillo tradicional. Es importante que sea un debate no basado en ideologías, sino basado en evidencias científicas. Nosotros tenemos más de 1.500 expertos en diversas disciplinas y estamos dispuestos a participar de ese diálogo.

La tabacalera fue condenada en 1999 a pagar 50 millones de dólares y en 2001 tres millones a dos fumadores con cáncer de pulmón irreversible. ¿Se consideran responsables de las enfermedades mortales que contraen los consumidores de sus productos?

Creo que en el pasado hay cosas que no hemos hecho bien y no podemos cambiarlo. Pero ahora estamos poniendo todos los esfuerzos que están humanamente en nuestras manos para trabajar sobre el presente y que eso tenga un impacto en el futuro. Nuestro objetivo es conseguir un futuro libre del humo de los cigarrillos convencionales y estamos poniendo una importantísima inversión de más de 12.000 millones de dólares para ello.

"En el pasado hay cosas que no hemos hecho bien y no podemos cambiarlo"

Entendemos que puede haber escepticismo con respecto a lo que venga de nosotros y de la industria, pero también pensamos que a día de hoy, con toda la evidencia científica que existe, hay países que ya lo están teniendo en cuenta y apuestan por las alternativas libres de humo con resultados exitosos a la hora de reducir sus tasas de fumadores. Son los casos de Suecia, Inglaterra o Japón.

En Inglaterra también ha habido una subida de impuestos, una medida que no prioriza Philip Morris.

No podemos asociar estas bajadas única y exclusivamente a un factor. Los productos alternativos integran parte del proceso que ha logrado estos resultados alentadores. Al final, creemos que todas las medidas deben ir orientadas a que la gente deje de fumar.

¿Cuál es el futuro del tabaco? Los gobiernos internacionales y la propia empresa avanzan hacia sociedades sin humo. ¿Veremos algún día sociedades sin tabaco y nicotina?

El problema está en cómo consumimos a día de hoy ese tabaco y esa nicotina. Hay que intentar que la gente deje de fumar por todos los medios, pero vemos que, a nivel internacional, las tasas de fumadores no han evolucionado tanto en los últimos 20 años. Hay que plantear una hoja de ruta que, además incluir como objetivo fundamental el fin del tabaquismo y la nicotina, contemple una visión de apertura hacia productos que contengan nicotina, pero que sea menos dañinos. La clave parece que está en esa integración.

En julio de 2010, Human Rights Watch denunció que en Kazajistán la empresa utiliza trabajo esclavo y trabajo infantil para producir cigarrillos. ¿Qué medidas ha tomado Philip Morris desde entonces para garantizar la protección de los DDHH?

Trabajamos intensamente con las comunidades de cultivo de tabaco allí donde adquirimos la hoja de tabaco, que es el origen de nuestro producto. Tenemos una serie de directrices muy exhaustivas para evitar que haya menores trabajando en esas explotaciones. Esto es algo que nos tomamos muy en serio. Es una prioridad máxima a nivel mundial.

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