La actividad del volcán de La Palma disminuye hasta "prácticamente desaparecer"
Nunca antes se había parado el tremor volcánico durante tanto tiempo. Los científicos mantienen la prudencia y avisan de que todavía hay que esperar para poder anunciar el final de la erupción.
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MADRID, Actualizado:
La actividad eruptiva del volcán de La Palma ha disminuido hasta "prácticamente desaparecer". No hay señal de tremor desde la noche del lunes y nunca antes desde el inicio de la erupción había estado tanto tiempo parado. Asimismo, tampoco hay inflación del terreno y la sismicidad es baja. Datos alentadores. Sin embargo, los científicos avisan de que hay que esperar y mantienen la prudencia a la hora de hablar del final de la erupción.
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"No podemos decir que nos encontremos ante lo que usted quiere y yo más que usted: que esto se acabe", ha contestado Miguel Ángel Morcuende, portavoz del comité técnico del Plan de emergencia volcánica de Canarias (Pevolca) ante la petición de los medios para que interpretara los indicadores favorables de las últimas horas.
También hace dos días la situación parecía calmada y sin embargo el lunes, entre las 17.45 y las 19.00 horas hubo "una importante fase explosiva" con eyección de ceniza y caída de bombas lávicas, antes de desaparecer la actividad, que ha quedado en "una débil actividad fumaroliana", ha detallado Morcuende, según informa Efe. "La impresión puede ser una y la realidad puede ser otra", ha avisado el portavoz. Por ello, la actitud del comité científico del Pevolca es de prudencia, tranquilidad y espera. "En principio esto va razonablemente bien pero nada más".
Desde las 21:00 de ayer, no hay tremor volcánico en Cumbre Vieja. Esto no implica una finalización de la erupción, ya que en ocasiones su cese ha sido seguido por un nuevo incremento de la actividad. Este es el intervalo más largo sin tremor desde el comienzo de la erupción. pic.twitter.com/bdQ5ckUwyM
— INVOLCAN (@involcan) December 14, 2021
Morcuende ha incidido en que pese a los buenos indicadores el pasado lunes la erupción presentaba una situación "parecida" y, sin embargo, se produjo "un pulso importante, con una importante salida de lava que llegó a preocupar, sobre todo por el ancho que tuvo, que se pudo cifrar en algunos momentos en 200 metros".
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Miguel Ángel Morcuende, portavoz del Pevolca: "En principio esto va razonablemente bien pero nada más"
Asimismo, el portavoz ha apuntado que el único parámetro que sigue registrando valores muy altos es el dióxido de azufre (SO2), sobre todo en el penacho volcánico, donde se sigue alcanzando una cantidad "enorme" de toneladas diarias. Sin embargo, ha resaltado que es una variable que, "con pequeños pulsos de vez en cuando", sigue manteniendo una actitud decreciente desde el 23 de septiembre.
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Las partículas menores de 10 micras (PM10) se mantiene en niveles buenos en todas las estaciones excepto en la de Los Llanos de Aridane. Además, la dispersión del penacho volcánico hacia el este y sureste mantiene el escenario desfavorable para la operatividad aérea, una situación que permanecerá al menos 24 horas, según las previsiones meteorológicas.
De acuerdo a los últimos datos del sistema de satélites europeo Copernicus, las coladas ocupan 1.195 hectáreas, con una anchura máxima de 3.350 metros. Las edificaciones destruidas son 1.628, según el recuento del Catastro y 3.063 construcciones, entre destruidas (2.910) y afectadas (153). No se han producido nuevas mediciones de la superficie sobre el mar de los dos deltas lávicos, que suman 48,2 hectáreas.