Cuando una masa inmensa de tierra y basura empezó a caer por el vertedero de Zaldibar, Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán se convirtieron, sin buscarlo, en víctimas de una de las más crudas tragedias laborales en Euskadi. El calendario marcaba seis de febrero. Casi tres meses después, el Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo que se conmemora este martes ha servido para recordar que Alberto y Joaquín siguen sin ser localizados.

Los sindicatos ELA, LAB, ESK, Steilas, Etxalde e Hiru –que suman la mayoría sindical en Euskadi– se han concentrado a la entrada de Verter Recycling, la empresa propietaria del vertedero derrumbado. Su nombre figura actualmente en un expediente judicial: a día de hoy, el juzgado de Durango tramita una investigación sobre las causas del derrumbe y las posibles responsabilidades.

En tal sentido, las organizaciones sindicales han aprovechado la jornada internacional de este martes para advertir sobre la grave situación que encierra este caso. "La vida de los trabajadores y trabajadoras debe primar y, por tanto, no puede ser puesta en riesgo en función de los intereses de las empresas y de los gobiernos", destacó Arrate Elkoro, responsable comarcal de ELA. "Anteponen los intereses del Capital a los intereses de las trabajadoras y trabajadores", añadió Luli Eraso, responsable de Salud Laboral del sindicato LAB. 

Allí, frente al vertedero, los sindicatos denunciaron que "las empresas son un mero instrumento para ganar dinero que muchas veces olvidan que los trabajadores son personas". "Alberto eta Joaquín gogan" ("Alberto y Joaquín en el recuerdo"), se leía en la pancarta desplegada por los participantes en los accesos de Verter Recycling.

Crespones negros

Según han difundido los sindicatos en sus redes sociales, durante este martes también ha habido movilizaciones en distintos centros de trabajo, como los hospitales de San Sebastián y Basurto (Bilbao) o la Residencia San Prudencio, en Vitoria, donde recordaron que "las plantillas de estos servicios públicos esenciales y también de las empresas privadas han estado trabajando y siguen haciéndolo sin las medidas de protección adecuadas".

"También durante toda la jornada y a través de las redes sociales se están publicando videos y fotos con denuncias y reivindicaciones sobre seguridad y salud laboral con el hashtag #BizitzaDefendatu ("Defiende la vida"), y muchos balcones y ventanas han amanecido con crespones negros en solidaridad con las personas que han fallecido o enfermado en el trabajo", apuntó el sindicato ELA.