Accidente de Spanair Décimo aniversario del accidente de Spanair: 154 víctimas y ningún responsable
El siniestro se produjo por una cadena de errores que, a día de hoy, no han sido aclarados del todo. La Audiencia Provincial de Madrid archivó la causa penal el 2012. Casi seis años después, el pasado 3 de julio arrancó en el Congreso de los Diputados una Comisión de Investigación sobre la tragedia.
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La Guardia de Jaén, Actualizado:
Alrededor de las tres de la tarde del 20 de agosto de 2008, Teresa observaba el Telediario cuando una noticia de última hora le sobrecogió el alma. El vuelo JK-5022 de Spanair, que cubría el trayecto entre Madrid y Las Palmas, se estrelló en el aeropuerto de Barajas poco después de despegar. Más tarde, Teresa supo que su hija, su nieta y su yerno viajaban a bordo y que estaban entre las 154 personas que perdieron la vida.
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Han pasado diez años de la tragedia, pero Teresa lo recuerda como si fuera ayer. “No tenía que haber salido ese avión porque estaba averiado”, señala a Público esta vecina de La Guardia de Jaén, un pueblo de más de 3.500 habitantes que guardará para siempre en la memoria a los paisanos que fallecieron en ese accidente: Mercedes Martínez Conde, de 34 años; Juan Muriana López, de 36; y la hija de ambos, Mercedes, de tan sólo seis años.
El aparato, que presentó problemas antes de despegar y tuvo que ser reparado, se salió de la pista
Mercedes acababa de aprobar la oposición para ejercer como profesora de peluquería y, “como premio”, su marido, electricista de profesión, le regaló el viaje a Las Palmas de Gran Canaria. La pequeña, “una niña de sonrisa permanente” -como cuentan los vecinos a este medio-, rebosaba de alegría e ilusión por montarse en un avión. Pero el aparato, que presentó problemas antes de despegar y tuvo que ser reparado, se salió de la pista, chocó contra el suelo, explotó y causó una tragedia de la que sólo 18 personas consiguieron salir con vida.
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Teresa, sus otros dos hijos y dos representantes de la Administración local viajaron hasta Madrid tras conocer el trágico suceso. “Cuando vimos el accidente en las noticias, llamamos a Bebes –el apodo de Mercedes- y claro, no contestaba. Llamamos a Madrid y a las horas emprendimos el viaje hacia la capital”, apunta la madre. Pero una cosa estaba clara: el matrimonio y la hija no estaban en la lista de heridos. “Desde el primer momento, casi, sabíamos que nuestra familia estaba entre los fallecidos”, lamenta Nani, la hermana de Mercedes, que reconoce que sigue sin poder “hablar del tema” pese al tiempo transcurrido.
Por si fuera poco, estos vecinos de La Guardia tuvieron que esperar nueve días en Madrid hasta que el equipo forense logró identificar los restos de los fallecidos. Y es que, los tres componentes de la familia se encontraban entre los 94 pasajeros que murieron carbonizados por la explosión del combustible. “La espera de los nueve días fue lo peor. No sabíamos si iban a aparecer o no”, apunta Nani.
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A pesar de la “eterna espera”, tanto Nani como Teresa destacan “la unión de todos los familiares de las víctimas”, congregados primero en el Ifema y, después, en el Hotel Auditorio de la capital. Asimismo, ambas reconocen que su “mayor consuelo” fue poder traerse los restos de Juan, Mercedes y la pequeña a casa.
El matrimonio y la hija fueron enterrados el 29 de agosto de 2008 en la localidad jiennense. Al sepelio acudieron centenares de vecinos para dar el último adiós a esta familia, “muy querida por todos”. “El pueblo entero se ha volcado desde el primer momento”, agradece Teresa mientras observa uno de los retratos de su nieta. “Estas fotos me ayudan a mantenerme en pie”, sentencia.
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¿Quiénes son los responsables de la tragedia?
El accidente se produjo por una cadena de errores que, a día de hoy, no han sido aclarados del todo. En septiembre de 2012, la Audiencia Provincial de Madrid archivó la causa penal al considerar que la responsabilidad del siniestro no era imputable a los técnicos que supervisaron el aparato minutos antes del despegue, sino a la actuación “errónea” de los pilotos, fallecidos en el acto.
Casi seis años después del cierre del caso, el pasado 3 de julio arrancó en el Congreso de los Diputados una Comisión de Investigación sobre el accidente. “Queremos desentrañar esta cadena de errores, encontrar a los responsables de esta tragedia y, a partir de ahí, tomar las medidas adecuadas para que esto no se vuelva a producir”, subraya a Público la presidenta de la comisión que investiga en la Cámara Baja el siniestro, Meri Pita.
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La diputada de Unidos Podemos confía en que las conclusiones de la comisión den certidumbre a lo sucedido. “Ya es hora de que los representantes políticos nos pongamos a trabajar por la memoria de los que no están y por la seguridad de los 185 millones de ciudadanos que pasan por nuestros aeropuertos”, apunta.
Asimismo, Meri Pita recuerda a este medio que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) realizó una auditoría sobre la aviación civil española dos años después del siniestro. La OACI detectó 21 agujeros negros en su seguridad. “Con esta comisión tenemos la posibilidad de terminar con todos estos fallos”, justifica.
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Entre las comparecencias que han tenido lugar en el Congreso, Pita destaca el testimonio de uno de los 18 supervivientes del accidente, Rafael Vidal, que además se presentó como ingeniero de telecomunicaciones e ingeniero superior de electrónica. “Es un testimonio escalofriante”, califica la diputada.
En este sentido, Vidal declaró que el accidente se había producido por un fallo en el relé, la pieza clave del caso. Este dispositivo da energía a la calefacción de la sonda y a otros mecanismos importantes como el sistema de alarma TOWS, que avisa a los pilotos en caso de no desplegar las extensiones de las alas del avión, los flaps. Precisamente, el dispositivo no alertó a los pilotos de que las alas y los flaps no eran lo suficientemente extensos para iniciar el vuelo.
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Vidal aseguró haber leído el informe interno de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), dependiente del Ministerio de Fomento. El documento comprueba que se detectó este fallo y que el accidente estaba relacionado con el funcionamiento del sistema de alerta y la sonda RAT.
"Es un hecho que falló el relé. Falló en una de las pruebas. El fallo de diseño es una suposición hasta que Boeing aporte las pruebas, si es que las aporta algún día", criticó Vidal, que acusa al fabricante de aviones de denegar la documentación del aparato ante la Justicia hasta en tres ocasiones.
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Asimismo, narró el “vacile constante” de la aseguradora Mapfre, que en estos diez años ha sometido a las víctimas a un “chantaje". En este sentido, el superviviente relató que la empresa ha llevado a cabo una “estrategia de dilación”, pese a las diferentes sentencias que daban razón a las víctimas. La última, en marzo de 2018, de la Audiencia Provincial de Madrid, tras la cual esta compañía consignó el dinero “para pagar a quien le parece”, a tenor de sus palabras.