400 días de espera para revisar un cáncer: la realidad de las listas de espera en Galicia
La información oficial asegura que el tiempo promedio para un cirugía es de 66 días, pero hay 47.046 personas en lista de espera. Santiago y A Coruña son las zonas más afectadas.
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a coruña,
José (nombre ficticio) de 66 años dejó de recibir en 2022 las llamadas para los controles rutinarios del cáncer de vejiga que padecía desde los 63. Pese a que la indicación médica era que se revisara cada medio año, pasaron más de 400 días y numerosas quejas en su centro de salud, el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), hasta que logró que le realizaran un control.
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Cuando fue al médico, el pasado enero, le comunicaron en una escueta visita que debían extirparle un riñón porque su situación había empeorado, según relata a Público su mujer, también paciente oncológica. Ambos se preguntan si de haber sido atendidos con anterioridad su pronóstico sería diferente.
Ella, de 58 años, tampoco fue capaz de lograr que un médico del Servicio Galego de Saúde (Sergas) la viera desde que fue operada de su cáncer de colon, en diciembre de 2022 hasta junio de 2023. "No me quisieron dar una cita. Estuve muchos meses pasando miedo. Tuve que poner varias reclamaciones y rogarles que nos vieran", señala la mujer. "La falta de asistencia nos ha fastidiado la vida. Nos están dejando morir", insiste.
Susana Quina, de 59 años, esperó también 14 meses en el Hospital Ribera Povisa de Vigo (un centro concertado de la red pública) por una operación de artrodesis lumbar, un problema en las vértebras que le provocaba fuertes dolores. "Me iban aplazando la fecha y no me daba explicaciones", asegura a Público.
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También tardó en llegar a los quirófanos de Povisa Francisco Pérez, un osteópata de 37 años, que esperó 260 días para que le operaran de pseudoartrosis del escafoide, una fractura en un hueso de la muñeca que produce dolores crónicos. Sufrió complicaciones tras pasar por el quirófano que hicieron necesaria otra operación, para la que lleva esperando más de 90 días.
"Pese a que he perdido gran parte de la función de la mano y vivo con dolor constante consideran que no soy una prioridad", lamenta. Sus testimonios contrastan con las cifras oficiales que arroja el Sergas y de las que se jacta la Xunta de Galicia a menos de un mes de los comicios autonómicos en los que el popular Alfonso Rueda se juega renovar mandato.
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La información oficial asegura que el tiempo promedio para un cirugía es de 66 días, solo por encima de Comunidad de Madrid, y la espera para una visita a un especialista es de 63 días. Sin embargo, hay 47.046 personas en lista de espera para una operación, siendo las zonas más afectadas Santiago y A Coruña, y más de 1.500 personas llevan esperando más de medio año para ser intervenidas.
También hay demoras en la atención de los médicos de cabecera. Según un reciente informe del Defensor del Paciente, la atención primaria de Galicia es, junto a la de Andalucía, la "más saturada" de España, en parte debido a una reducida plantilla de médicos.
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El tema de las listas de espera, tanto para la realización de pruebas como consultas y procedimientos quirúrgicos, fue el principal motivo de queja de los ciudadanos gallegos ante la Valedora do Pobo, el equivalente al Defensor del Pueblo a escala autonómica, en el año 2022, en el que se presentaron 2.833 reclamos relacionados con el sistema de salud.
Las listas de espera "B"
Las asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios denuncian que esta brecha entre las cifras oficiales y la realidad se debe a un "fraude" en las estadísticas: la existencia de dos listas de espera diferenciadas, una sobre la que se publican datos oficiales y otra totalmente opaca.
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Este sistema, que se replica en otras comunidades y se ampara en un Real Decreto de 2003, permite clasificar a los pacientes en dos listas. La primera, llamada "estructural" que recoge a los pacientes "en situación de ser atendidos y cuya espera es atribuible a la organización de los recursos" y la segunda, llamada "no estructural", cuya intervención no es prioritaria por razones ajenas al sistema.
Esta segunda categoría es una lista totalmente opaca, sobre la que no se ofrece información a través de ningún canal oficial y no se refleja en las estadísticas. "Una vez te meten en esa lista nunca sabes cuándo te van a operar. Estás en un limbo", señala a Público el doctor Manuel Martín, presidente de la Federación de Asociaciones Para la Defensa de la Sanidad Pública. "El paciente deja de recibir información sobre cuándo será operado y el tiempo de espera no se contabiliza", detalló.
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Según la normativa, podrán terminar en esa lista quienes no se les pueda programar una operación por "motivos clínicos", pero también aquellos que rechacen la propuesta de intervención por cualquier motivo. Si por causa laboral, por ejemplo, un autónomo no pudiera acudir ese día a la operación, pasaría a esa segunda lista.
Lo mismo sucede con quienes rechacen la opción de ser tratados en un centro concertado por preferir atenderse en un hospital público, o quienes se nieguen a trasladarse a otras ciudades para ser operados.
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Los pacientes en lista de espera pueden ser llamados para operarse en cualquiera de los 14 hospitales de la red sanitaria pública de Galicia, informaron a Público desde el Sergas, algo que según trascendió a Público, comenzó a llevarse a cabo hace tan solo unos meses. Esto significa que podrían citar a una persona para ser intervenida en otra ciudad o incluso provincia, pudiendo implicar traslados de más de 150 kilómetros.
Para muchas personas, explicó Martín, esto incurre en un gasto inasumible, que va desde desplazamientos hasta los alojamientos para los familiares que acompañan al enfermo. "Se trata de una injusticia tremenda y es un fraude. Un claro mecanismo para maquillar las cifras que supone un drama para muchas personas", añade Martín, médico en un centro de salud público de Pontevedra.
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Ocultando las cifras
En julio de 2022, la Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS solicitó a la Consellería de Sanidade la publicación de la información sobre estas listas opacas, obteniendo una respuesta negativa. En octubre de ese año, la Comisión da Transparencia de Galicia (CTG) desestimó las razones por las que la institución no ofrece estos datos e instó a entregarlos en un plazo máximo de 10 días, algo que nunca sucedió.
"Lo que hay detrás es un intento de mostrar una imagen parcial de la realidad para no crear alarma social", afirma el presidente de la agrupación, Fernando Abraldes. Desde el Sergas aseguran a Público que la publicación de información sobre las listas de espera se realiza de acuerdo a los estándares del Sistema Nacional de Salud y se ajusta a las regulaciones autonómicas y estatales.
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El único informe que arroja algo de luz al respecto fue elaborado por el Consello de Contas en 2011, que, por aquel entonces, apuntaba a que había 32.100 pacientes en las listas estructurales del registro de espera y 16.900 pacientes en listas no estructurales. Es decir, el número real de pacientes en lista de espera, no era 32.100 sino 49.000.
"Estamos hablando de que el número de pacientes ocultos ronda el 50% del que se informa y eso era antes de la pandemia", asegura Abraldes. Galicia todavía no recupera las cifras de atención sanitaria previas a la crisis de la covid-19. En 2019, el tiempo medio de espera para una operación era de 54 días, 10 días menos que en el primer semestre de 2023. La espera para una consulta de un especialista era de 41 días en promedio, frente a los 63 de enero a junio del año pasado.
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Si se dieran a conocer los datos reales de listas de espera, considerando los atrasos acumulados por la pandemia, la situación sería "dantesca", concluye Abraldes.