Rayos y relámpagos. Una tormenta eléctrica se forma cuando coinciden un gran nivel de humedad en el ambiente y mucho calor. El aire caliente asciende con rapidez y al enfriarse a más altura se genera la tormenta: lluvias o granizadas y las reacciones lumínicas. El espectáculo visual y sonoro está a punto de producirse.

Bien podría ser una metáfora, bien parecer una referencia a lo que está por venir en el ámbito de las izquierdas y Unidas Podemos tras el cese este viernes por parte de Ione Belarra a Enrique Santiago como secretario de Estado de Agenda 2030. El ambiente está caldeado por aquí, pero no tiene que ver con esto. Se trata de una referencia real al fenómeno de la naturaleza, aunque quien lo vivió en primera persona fuera, nada más y nada menos, que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Esta se encuentra en Estados Unidos, donde desarrolla una apretada agenda de trabajo durante esta semana. El pasado miércoles, cuando llegó al país norteamericano, se reunió con uno de los referentes de la izquierda mundial, el senador Bernie Sanders. Ese mismo día se encontraba también con el secretario de Trabajo de los Estados Unidos del Gobierno liderado por Joe Biden, el demócrata Marty Walsh.

El jueves, los encuentros de la política gallega continuaban, tras una entrevista en la CNN, viajaría desde Washington DC a Nueva York para mantener una reunión con representantes del nuevo sindicalismo en auge en Estados Unidos, tales como integrantes de Apple Workers Union, Starbucks Workers United, Deliveristas Unidos o Brandworkers. Algo más tarde, también tenía una cita concertada con los cofundadores de Amazon Labour Union, Chris Smalls y Derrick Palmer. Y fue justo aquí, en este momento del viaje, cuando la meteorología dijo basta y los planes de Díaz hubieron de cambiar sobre la marcha.

El jueves, tras grabar la entrevista televisiva en la prestigiosa cadena, American Airlines informaba al equipo de la vicepresidenta de que se cancelaba el vuelo comercial que les transportaría, en clase turista, hasta la ciudad de los rascacielos, el cual estaba programado para las 14:30h. Tenían que coger uno previo, a las 13h. Las prisas tomaban protagonismo pues en la Gran Manzana estaba prevista la reunión con los trabajadores en lucha. ¡Rápido, al aeropuerto!
"Pensábamos que no llegábamos al aeropuerto, pero lo hicimos, no sabemos ni cómo. Ya estábamos sentados en el avión y, entonces… ¡no despega!", narran desde el entorno de Díaz. En un principio reinaba el desconcierto entre los pasajeros, solo sabían que era imposible aterrizar en Nueva York.

Las esperas y los aeropuertos van de la mano, y nunca resultan agradables. La información sobre demoras y cancelaciones, en muchas ocasiones, llega con cuentagotas, y así sucedió: "Por fin nos informan del problema, había una tormenta eléctrica en Nueva York que se dirigía hacia Washington DC". Tras cuatro horas de espera en el avión, cuando se acercaba el efecto meteorológico al aeropuerto de la capital federal, les hacen volver a salir del aparato y cancelan el vuelo. Eran las 21:30, hora local.

Media hora después, un coche de alquiler arrancaba. Cuatro horas de viaje por la Highway Interstate 95. Baltimore, Filadelfia, Newark… Llegaron a las 2 de la madrugada estadounidense. A pesar de la aventura, pudieron llegar puntuales a la cita prevista para el viernes a las 9 de la mañana, cuando la vicepresidenta segunda del Gobierno se reunía con la vicesecretaria general de Naciones Unidas, Aminah Mohammed.

Tras este encuentro, Díaz presidía e inauguraba el evento Contribución de la Economía Social a los ODS y potencial de una resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas en Economía Social, que tuvo lugar en la sede neoyorkina de las Naciones Unidas. Finalmente, tras su paso por la ONU, pudo mantener un encuentro con los líderes del nuevo sindicalismo estadounidense, de Apple Workers Union y Starbucks Workers United, el cual se había tenido que cancelar el día anterior por las inclemencias atmosféricas.

Quedó pendiente la reunión con los fundadores de Amazon Labour Union, quienes, según el equipo de la ministra, habían mostrado gran interés en charlar con Díaz para conocer de primera mano la ley rider o las medidas de transparencia algorítmica que implementa el Ministerio de Trabajo. En otro viaje será. Y es que esta visita de la vicepresidenta a EEUU se ha desarrollado con aventura incluida, con Yolanda Díaz on the highway. Como la canción de Bruce Springsteen.