Ya existía una investigación previa del CNI en el caso del pequeño Nicolás
Grabación y filtración
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MADRID.- El día 20 de octubre de 2014 el comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, convocó una reunión con los encargados policiales de la investigación del pequeño Nicolás y dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia. “Era la primera reunión para informar del asunto Nicolás”, explicó en sede judicial el responsable de la investigación, que fue cesado de su cargo por la Dirección General de la Policía tras comenzar a investigar quién había vulnerado la confidencialidad de un encuentro de estas características.
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Grabación y filtración
Fue el ya jubilado director adjunto operativo (DAO), Eugenio Pino, quien encargó a la Unidad de Asuntos Internos la investigación. “Me dice que me ponga en contacto con los miembros del CNI”, declaró Martín-Blas. Era también Pino la única persona que recibía información directa del responsable de la investigación, pero según ha declarado el propio Eugenio Pino durante la instrucción, fue informando de las pesquisas al comisario José Manuel Villarejo —enemigo del CNI, según ha manifestado en diferentes causas y cartas—. Coincidentemente, todas esas informaciones salieron publicadas en la página digital que dirige la mujer del comisario Villarejo, Gema Alcalá.
Las comprobaciones posteriores de los teléfonos de los asistentes del CNI y Asuntos Internos sólo revelaron una llamada durante el encuentro efectuada al móvil del comisario Martín-Blas
Como el informe de la Policía Científica aseguraba que la grabación se había realizado a través de un móvil, las comprobaciones posteriores de los teléfonos de los asistentes del CNI y Asuntos Internos —realizadas con autorización judicial— sólo revelaron una llamada durante el encuentro efectuada al móvil del comisario Martín-Blas, aunque su teléfono “no sonó ni vibró” en todo ese tiempo. El número de teléfono que emite la llamada se identificó con el del periodista encargado de la página digital que dirige la mujer del comisario. Poco antes, Marcelino Martín Blas dejó su teléfono a la cúpula policial que pudo instalarle un programa espía, según todos los informes de diferentes organismos presentados en la causa.