MADRID.- Imaginemos un escenario electoral para el 26-J,que pudiera ser perfectamente posible, en el que no ir a unas terceras elecciones dependiera directamente de Pedro Sánchez pero, a la vez, el líder del PSOE tuviera en esta ocasión que decidir entre dar el Gobierno a Mariano Rajoy o a Pablo Iglesias, porque no habría otra aritmética posible. Y la gran duda está en qué haría entonces el líder socialista.

Este escenario hipotético sería suponiendo el sorpasso de Podemos al PSOE que, digamos, se colocaría en torno a unos 88 escaños, con un PSOE que caería en torno a los 84, poniendo a un PP que se mantendría en sus 123 diputados, y a quien en esta ocasión tampoco le valdría Ciudadanos, que supongamos repetiría los 40 diputados del 20-D.

ENCUESTA: ¿Qué crees que haría Sánchez si tiene que decidir entre dar el Gobierno a Rajoy o a Iglesias?

La endiablada situación, que algunos analistas políticos consultados ven posible aunque tal vez no sea la más probable, todo volverá a girar alrededor de lo que decida Pedro Sánchez y su partido, y a quién apoyar con sus hipotéticos 84 escaños. Pero ahora debería decidir él si dejar seguir gobernando a Rajoy, dar su apoyo a Pablo Iglesias o repetir comicios.

El 'sorpasso' pondría poner a los socialistas en el brete de tener que tomar ellos ahora una decisión o ir a unas terceras elecciones

La opción de no volver a pactar nada e ir de nuevo a las urnas ya sería muy difícil de sostener para los socialistas, pero la decisión a tomar, también. En principio, por activa y por pasiva, Sánchez ha dicho y sigue diciendo que nunca pactaría con el PP, ni aunque a la llamada “gran coalición” se sumara Ciudadanos.

Pero, en este escenario ficticio, a buen seguro que las presiones para apoyar a los populares por parte de poderes fácticos de este país se multiplicarían, porque estarían más cómodos y tranquilos con que el PP y el PSOE estuvieran al frente del Gobierno. En este caso sí podría ser que la cabeza de Rajoy fuese un tema a tener en cuenta.

Un dirigente socialista admite que ya se están viendo las presiones mediáticas y de todo tipo para ir a la “gran coalición” y asegura que “están creciendo más que en el 20-D, y crecerán aún más”. No obstante, parece que el PSOE se mantendrá firme en que “no, es no”, porque así lo piensa Pedro Sánchez y, en esta ocasión, tiene el apoyo de Susana Díaz, que este martes dijo que “con el PP no se puede ir a ningún sitio”. También de la mayor parte del partido, salvo la muy vieja guardia.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias (i) y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (d), en la tribuna del Congreso de los Diputados. REUTERS

La otra opción, para el PSOE, tampoco deja de ser fácil. Si Pablo Iglesias se presentara en la sala de prensa del Congreso ofreciéndole la vicepresidencia primera del Gobierno a Sánchez, y algunos ministerios, en coherencia con su planteamiento en estas anteriores negociaciones, la incógnita está en cómo respondería el líder socialista.

Algún dirigente socialista consultado sobre esta hipótesis (que lógicamente la descarta y dicen que el sorpasso no se va a dar) entra en el juego a regañadientes y afirma que todo se tendría que analizar en los órganos del partido pero, en principio, consideran difícil que el PSOE entrase en un Gobierno con Podemos e Izquierda Unida.

Otra cosa sería darle su apoyo en la investidura y quedarse en la oposición para que no continuara Mariano Rajoy en el Gobierno, pero aseguran que es algo que se tendría que debatir y decidir, sin descartar la consulta previa a las bases del partido.

Así, como suele decir Pedro Sánchez, todo parece indicar que tras el 26-J puede volver a ocurrir que cualquier posibilidad de formar Gobierno pase por los socialistas, aunque el escenario puede ser muy distinto... en hipótesis.