Castilla y León se consagró como uno de los bastiones de Vox. Así lo evidencian los resultados electorales que ha ido obteniendo la formación de extrema derecha en la región y, por supuesto, también su precoz penetración en el gobierno autonómico. Es por eso que uno de los datos que más destaca en el análisis de la caída que protagonizó el partido de Santiago Abascal el 23J es, precisamente, la pérdida de hasta cinco diputados en esa región. De seis en 2019, a uno en 2023.

La Junta de Castilla y León era, hasta las elecciones del 28 de mayo, la única autonomía con presencia de Vox en el gobierno de la región con la vicepresidencia de Juan García-Gallardo. En las elecciones generales de 2019, la correlación de fuerzas entre Partido Popular, Partido Socialista y Vox fue la siguiente: 13 escaños para el PP, 12 para el PSOE y 6 para Vox. En 2023, los populares han ganado cinco escaños y han escalado hasta los 18, Vox los ha perdido y se ha quedado en solo uno. El PSOE, por su parte, mantiene los 12.

El 28M dibujó un mapa de mando autonómico más amplio para la extrema derecha. La aritmética que resultó de las urnas desencadenó otros dos acuerdos de Gobierno entre el Partido Popular y Vox, además del que ya habían firmado, un año antes, en la Junta de Castilla y León: el País Valencià y Extremadura.

En el primero de los dos, todo pareció muy sencillo. Al menos de cara a la galería, Carlos Mazón, actual presidente de la Generalitat valenciana, cerró de buen grado un acuerdo con la formación de extrema derecha para gobernar conjuntamente: le otorgó una vicepresidencia y tres consejerías. Además, pactó un documento de 50 puntos en el que se sustituía el concepto "violencia de género", por el de "violencia intrafamiliar".

PP y Vox sellaron el acuerdo 38 días antes de las elecciones generales, a las que concurrió como cabeza de lista de Vox por Valencia al Congreso de los Diputados Carlos Flores. Se trata de un condenado por violencia machista que concurrió a las autonómicas en el País Valencià como candidato de Vox, pero que el PP vetó en el acuerdo de formación de Gobierno. Flores no se quedó en casa y puso rumbo a la arena nacional.

En las elecciones generales del 23 de julio, Vox también perdió escaños y votos en el País Valencià. Pasó de siete en 2019, a cinco en 2023. 

Sí que fue más tormentoso el acuerdo entre populares y Vox en tierras extremeñas. "Yo creo en una Extremadura moderna, inclusiva y respetuosa", declaraba María Guardiola, hoy presidenta de la Junta de Extremadura con Vox dentro de su Ejecutivo autonómico. "No puedo dejar entrar en el Gobierno a quien niega la violencia machista", completaba en referencia a Vox en un intervención el 20 de junio.  

En Extremadura, las elecciones generales de 2019, cuatro años antes de ese cambio de opinión de Guardiola, se saldaron con dos escaños para Vox. Las de 2023, con solo uno. Así las cosas, Vox ha perdido escaños en las tres CCAA en las que ostenta puestos de mando en gobiernos autonómicos. Ocho de los 19 que perdió en total.

Y no solo escaños. El partido que más porcentaje de voto ha perdido en Castilla y León, País Valencià y Extremadura ha sido el de Abascal. En Castilla y León, Vox perdió 35.366 votos, lo que representa un apoyo 2,81 puntos porcentuales inferior al que obtuvo en 2019. En el País Valencià se dejó 56.107 por el camino, un 2,80% de los votantes. Y en Extremadura perdió 14.641 votos, 3,18% menos que en las anteriores.

Vox mantiene sus escaños en cuatro CCAA

En la otra cara de la moneda, hay cuatro autonomías en las que Vox mantiene los escaños obtenidos en 2019. Son Aragón, el Principado de Asturias, Cantabria y Catalunya. En esta última, además ha experimentado un repunte de votantes. En concreto, han confiado en la formación de extrema derecha 29.383 electores catalanes, un 1,48% más que en en las generales de 2019.

Junto con Euskadi, donde Vox ha incrementado sus votantes de forma simbólica (964 votos más y ningún escaño), Catalunya es la única autonomía donde el partido de Abascal ha mejorado sus resultados.

Hay otras tres CCAA (Galicia, Comunidad Foral de Navarra y Euskadi), Vox no tenía escaños y tampoco los ha conseguido en las últimas elecciones. Andalucía, por su parte, es la autonomía donde más votos (incluso más que en Castilla y León) ha perdido la formación: 201.630 electores menos que se transformaron en tres escaños perdidos.