La vicepresidencia del BCE, objetivo de Rajoy para España... en 2018
Política de Estado
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MADRID.- El ministro de Economía y el ministro de Asuntos Exteriores están convencidos de que España merece mayor peso en las instituciones europeas del que tiene, sobre todo, tras la derrota de Luis de Guindos frente al holandés Jeroen Dijsselbloem, que ha revalidado su cargo en la presidencia del Eurogrupo con un resultado sobre el que ni el Ejecutivo español ni Bruselas se ponen de acuerdo, debido a la falta de transparencia de los votos secretos. Así, los presuntos resultados van del 10-9 al 12-7, siempre a favor de Dijsselbloem.
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Para el PP, es una "vergüenza" que Sánchez "se envuelva en la bandera cuando le conviene" y "no haya defendido la candidatura de De Guindos"
En realidad, nadie puede confirmar oficialmente que la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) vaya a ser para España cuando expire en 2018 el mandato del portugués Vitor Constancio. Sin embargo, en el Ejecutivo insisten en que debería de ser así, particularmente por la escasa presencia institucional de la cuarta economía de la eurozona. Margallo -tal vez en un intento por paliar el fracaso de De Guindos, que no es tal en su opinión- ha dado por sentado que este puesto corresponde a España.
Esta primera legislatura de Mariano Rajoy en el Gobierno ha tenido más sombras que luces en la defensa de nuestra posición internacional. Por un lado, y aparte de que Guindos perdiese ayer la oportunidad de presidir el Eurogrupo, España perdió en 2012 un puesto en el comité ejecutivo del BCE, donde fue sustituida por Luxemburgo. Asimismo, tras las elecciones europeas de 2014, desde Bruselas se compensó al exministro Miguel Arias Cañete con dos carteras de la Comisión Europea fusionadas en una en lugar de la vicepresidencia de la CE ostentada hasta entonces por Joaquín Almunia.
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Nadie en el Gobierno o en el PP admite oficialmente que la responsabilidad del escaso trabajo de campo que requiere adquirir presencia internacional haya sido de Rajoy. A lo sumo, algunos conservadores argumentan que la plena dedicación del Gobierno a "salvar" la economía española habría descuidado esta faceta, aunque lamentan que este esfuerzo debería haber sido también "motivo de compensación".
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En el partido, sin embargo, también achacan parte de responsabilidad en la pérdida de peso institucional en la UE al escaso apoyo recibido por el líder de la oposición, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. En este sentido, recuerdan el respaldo que el PP dio siempre al propio Almunia o al exsecretario de Estado de Exterior y exsecretario general de Presidencia, Bernardino León, para ser hoy el representante del secretario general de la ONU en Libia y, antes, enviado Especial de la Unión Europea para el Mediterráneo Sur. También recuerdan que el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero impulsó con "actitud de Estado" el nombramiento de Rodrigo Rato como director-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).