Una vicepresidencia sin competencias y un discurso racista y machista: los dos años de García-Gallardo en Castilla y León
El exvicepresidente del Gobierno de Castilla y León, en el cargo desde 2022, se ha despedido en la línea chulesca ante la crítica y ha avisado al PP: "Quizás alguno de los que hoy se alegran no lo hagan tanto más adelante".
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VALLADOLID,
Juan García-Gallardo Frings (Burgos, 18 de marzo de 1991) ha presentado esta mañana su carta de dimisión como vicepresidente de la Junta de Castilla y León. Lo ha hecho en mano, "con cariño y con afecto", ante el presidente popular, Alfonso Fernández Mañueco. En su comparecencia ante los medios, sin embargo, ha vuelto a abanderar las ideas xenófobas de Vox al subrayar: "No queremos que Castilla y León se convierta en Francia, que los barrios humildes de Castilla y León se conviertan en los barrios humildes de la periferia de París, de Bruselas, de Malmö, de Gotemburgo y de tantas otras ciudades de países europeos en los que la convivencia se ha degradado de manera irremediable fruto de una política de fronteras abiertas que es un suicidio". "En Castilla y León aún estamos a tiempo, aún no estamos condenados a la islamización", ha añadido el político ultraderechista.
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García-Gallardo llegó a la vicepresidencia del Gobierno de la Junta de Castilla y León el pasado 20 de abril de 2022 y si hay algo que ha dejado bien claro en estos dos años y tres meses de Gobierno de coalición es que no había sido elegido por Abascal para pasar desapercibido.
El propio líder de los ultraderechistas le presentó ante la política nacional con aquella ya famosa frase tras las elecciones autonómicas del 13 de febrero de 2022 -"Qué cara de vicepresidente se le está quedando a Juan García-Gallardo"-, pero su delfín ha terminado superando en este tiempo a su propio presidente en la generación de polémicas.
Las primeras críticas hacia García-Gallardo llegaron antes incluso de la formación del primer Gobierno de coalición entre PP y Vox, al conocerse los mensajes racistas, homófobos y antifeministas que había vertido en sus redes sociales y que terminó borrando. Pero desde que fue nombrado como vicepresidente de la Junta, lejos de adoptar un tono más moderado en sus mensajes, el abogado burgalés ha protagonizado un sinfín de polémicas, personalizando la parte más dura de su partido.
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La primera controversia tuvo lugar nada más conocerse que la cartera de la vicepresidencia no iba a tener competencias por primera vez en la historia democrática. Éste fue motivo de crítica para gran parte de la oposición, que le acusaban de no asumir responsabilidades a efectos prácticos en el Gobierno autonómico.
Sin embargo, cada una de sus comparecencias ha estado plagada de insultos, tratos vejatorios o elogios exaltados a la ya conocida ideología de Vox, por lo que las mujeres, los migrantes, las personas con discapacidad, el sexo, el aborto, la crisis climática, la violencia de género o la ley de memoria histórica han sido solo algunas de las cuestiones más controvertidas.
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Respecto al asunto que ha roto los Gobiernos de coalición en las cinco comunidades en las que PP y Vox gobernaban juntos, Gallardo ya había reafirmado su discurso racista al señalar a los repobladores autóctonos para luchar contra la despoblación en Castilla y León: "Nuestra prioridad es que haya natalidad autóctona", aseguraba. "Para que siga habiendo Castilla y para que siga habiendo León, tiene que haber niños castellanos y niños leoneses. Nuestra prioridad es que las familias españolas tengan niños españoles", añadió en junio de 2022.
El ultraderechista se mostraba así continuista con el discurso de su líder Abascal, al asegurar en otro acto: "Nosotros ya hemos elegido: natalidad nacional, mientras ellos eligen inmigración". Al hilo de esta idea, García-Gallardo ya había recordado que para Vox solo es bienvenida "la inmigración legal, ordenada y con capacidad de adaptación", y que la población de los países del Magreb se adapta "peor". Algo que hoy ha vuelto a subrayar, al preguntarse: "¿Qué guerra hay en Marruecos? Y si la hay, ¿por qué todos los que vemos que vienen son jóvenes y varones? ¿Dónde están los ancianos, las niñas y las mujeres?".
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Pero el discurso del político de Vox ha ido mucho más allá de su posicionamiento ante la inmigración. Gallardo ha definido a las mujeres como "portadoras y dadoras de vida", asegurando que "la finalidad del sexo es la procreación"; contestó a una procuradora que sufre una discapacidad, afirmando que le iba a responder "como si fuera una persona como las demás"; sostuvo que las autonomías son "una estafa para España, la ruina para los españoles"; insultó a su predecesor Francisco Igea en sede parlamentaria o proclamó cánticos racistas ante la sede del PSOE en Valladolid.
Este mismo viernes, con la actitud chulesca que le ha caracterizado estos años, García-Gallardo ha querido enviar un aviso al Partido Popular, asegurando que "quizás alguno de los que hoy se alegran, no lo hagan tanto más adelante", sobre las posibles negociaciones, asunto a asunto, que se abrirán a partir de ahora en Castilla y León.