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Vacaciones en Agosto El Congreso echa el cartel de "cerrado por vacaciones"

El Senado también coloca el mismo letrero ya que no registrará actividad parlamentaria alguna hasta los primeros días de septiembre.

Pleno del Congreso de los Diputados, Hemiciclo /EUROPA PRESS

JUAN ANTONIO BLAY

Hay retroceder algunos años para encontrar una semana en la que la agenda del Congreso de los Diputados esté totalmente vacía, incluso durante el mes de agosto. Desde la llegada de la crisis, a partir de 2009, se decidió mantener cierto ritmo de actividad en julio y en agosto, meses que la Constitución sitúa fuera del periodo ordinario de sesiones junto al de enero.

Pero este año se ha vuelto en parte a los hábitos previos a la crisis. La agenda de la Cámara baja se encuentra vacía y se acaba de colgar el cartel de “cerrado por vacaciones”. Fuentes cercanas a la Presidencia de la institución parlamentaria explicaron a Público que “no hay prevista actividad alguna hasta finales de mes”.  

En la última semana es probable que se convoque la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, una especie de mini pleno de 64 diputados que sustituye al conjunto de la cámara fuera de los periodos ordinarios de sesiones para tratar asuntos urgentes y de relevancia o decidir si se convocan reuniones de comisiones o de un pleno extraordinario. 

El pasado mes de julio registró una cierta actividad, incluido un pleno extraordinario con sesión de control al Gobierno y varias reuniones de comisiones, aunque algunas fueron de mero trámite para sustituir a miembros de las Mesas a petición del grupo socialista. 

Sin embargo, el mes de agosto se ha reservado libre de actividad. “Hay ganas de vacaciones”, han expresado a este diario miembros de varios grupos parlamentarios. De hecho, la mayoría de ellos no han aparecido por las dependencias de la Cámara baja desde el pasado día 12 cuando acabó la sesión plenaria extraordinaria. 

“Ha sido un curso político muy intenso desde el pasado otoño con la investidura de Rajoy, con el arranque real de una legislatura nueva y luego con los congresos internos en el PP, Ciudadanos, Podemos y PSOE”, explica una parlamentaria con años de experiencia en la cámara. Otro diputado añade: “Se ha notado la falta de hábito de diálogo en el parlamentarismo español desde la época de la transición”. Son explicaciones que justifican “un mes de agosto sin actividad ni movidas”, concluye uno de ellos. 

Sin embargo, el cartel de “cerrado por vacaciones” que se ha colocado en la Cámara baja no significa que se haya cerrado completamente. De hecho, hay una gran actividad, pero de operarios de distintas especialidades. Desde el pasado mes de julio se ejecuta una profunda reforma en las instalaciones dedicadas a albergar a los servicios de prensa de la institución, a la tradicional sala de ruedas de prensa y a los medios de comunicación. 

Además, con la parálisis política se van a hacer obras en el “pasillo” del Palacio por el que se accede al hemiciclo y en otras dependencias. Una de las novedades con la que se encontrarán los diputados al regresar a principios de septiembre – el primer pleno está programado para el 12 de septiembre – será que les han “movido” sus escaños: todos van a estrenar nuevos sillones en el hemiciclo.  

Este peculiar sistema parlamentario hace que, por ejemplo, el presidente del Gobierno este “fuera de control” de los diputados casi dos meses, un tiempo inusual en los sistemas parlamentarios. Algo similar ocurre con la mayoría de los miembros del Gobierno que apenas se han prodigado salvo en las sesiones de control de los miércoles.  

En el Senado no hay prevista ni una reunión de su Diputación Permanente. “No hay costumbre”, apunta una fuente oficial. La una previsión para esta semana y la única en todo el mes se concreta en el viaje oficial del presidente de la Cámara alta, Pío García Escudero, a Isfahan y Teherán a la ceremonia de investidura del presidente de la república islámica, Hassan Rohani, reelegido en las recientes elecciones. 

Los senadores no tienen previsto acudir a su lugar de trabajo hasta la segunda semana de septiembre cuando está convocado el primer pleno del siguiente periodo ordinario de sesiones. Es decir, dos meses y medio desde el último pleno a finales del pasado mes de junio. 

En esta cámara el presidente Rajoy estará sin responder a las preguntas de la oposición en torno a tres meses, cuando el compromiso – instaurado por Zapatero, pero que no es obligatorio - es hacerlo al menos una vez al mes. Rajoy ha incumplido esta norma no escrita desde que renovó su mandato después de haber estado casi un año desaparecido mientras estuvo “en funciones”. 

Lo único abierto será la exposición conmemorativa del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas tras la dictadura franquista celebradas el 15 de junio de 1977. Una buena excusa para visitar las dependencias parlamentarias, aunque sea en la acera de enfrente a los “leones”, en el número 40 de la Carrera de San Jerónimo. 

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