Tres campañas electorales en tres meses torpedean el arranque de Sumar como partido
Las elecciones vascas, las catalanas y las europeas irrumpen en el calendario que Díaz tenía previsto para desplegar Sumar.
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madrid,
Yolanda Díaz y su equipo tenían un calendario claro para desplegar Sumar como proyecto político en 2024. A grandes rasgos, el objetivo era el de celebrar el día 23 de marzo una asamblea fundacional para comenzar a vertebrar la organización, y rematar este proceso en otoño con una asamblea constituyente cuando la plataforma hubiera echado raíces tanto en el ámbito estatal como en los territorios.
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En medio, unas elecciones gallegas, vascas y europeas que los de Díaz debían afrontar de manera obligada, pero con el mínimo nivel de distracción posible respecto al despliegue organizativo de Sumar. Este calendario ya no es válido, al menos en los términos planteados desde el principio.
Las elecciones catalanas proyectan un ciclo electoral continuado (que empezó en las gallegas y terminará en las europeas) que no deja margen alguno al arranque del proyecto y a su implementación orgánica y territorial.
Esto no quiere decir que el calendario se vaya a modificar (de hecho, en principio no habrá cambios), pero la realidad es que en el equipo de la vicepresidenta contaban con utilizar los tiempos fuera del periodo electoral como oportunidades para volcarse sin distracciones en este objetivo.
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Los procesos electorales requieren de todos los recursos y esfuerzos de los partidos, y son radicalmente contrarios a la cocción a fuego lento que reivindicaba la vicepresidenta segunda para que su receta organizativa tenga éxito. Hace un tiempo, preguntado por el despliegue orgánico de Sumar y las incertidumbres que generaba entre los partidos y la ciudadanía un dirigente del proyecto comentaba que "en este espacio nos cuesta tomar las decisiones, pero cuando lo hacemos, lo hacemos de manera firme y segura".
Un Sumar sin cocinar, la lección de las elecciones gallegas
Esta dinámica parece difícil de respetar en un tiempo electoral continuado en el que el regate corto y la reacción rápida no dejan ningún margen a la "mirada larga" y a los plazos dilatados. En las elecciones gallegas el fracaso de Sumar se achacó en parte a la falta de tiempo para levantar organización en el territorio.
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Ahora, la convocatoria anticipada de las catalanas refuerza y prolonga esta dinámica con un Sumar cuyo único capital político reside en sus resultados en el 23J, en el cuarto grupo parlamentario del Congreso y en cuatro ministerios del Gobierno de coalición, pero sin una base organizativa que lo vehicule y lo enfoque.
Cada cita electoral será diferente. En las elecciones vascas Sumar se estrena en Euskadi aferrándose a parte del capital político que tenía Elkarrekin Podemos (en concreto, el de Ezker Anitza, la federación de IU en el territorio), pero siendo conscientes de que compiten en el mismo espacio con un Podemos que tiene como candidata al principal activo político de esa coalición, Miren Gorrotxategi.
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En Catalunya, el espacio está más asentado porque es la Catalunya en Comú de Ada Colau la que lo representa. En todo caso, los comuns ya no recogerán los eventuales frutos políticos de una construcción estatal de Sumar que buscaba reforzar a todo el espacio en su conjunto, y donde la coalición catalana estaba teniendo un papel destacado.
En la actualidad Sumar estaba dando una batalla por la política de vivienda en la negociación presupuestaria con el PSOE en la que los comuns tenían un peso importante (Catalunya es una de las comunidades que tiene pensado aplicar la ley de vivienda, y uno de los territorios con mayor emergencia habitacional).
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La hoja de ruta se mantiene
Sin embargo, tras la decisión de Pere Aragonès de adelantar las elecciones, después de que los comuns tumbaran sus cuentas pactadas con el PSC, no habrá Presupuestos Generales del Estado en 2024.
La decisión de Pedro Sánchez de paralizar esta negociación hasta que se celebren los comicios hurta a Sumar una oportunidad para diferenciarse de sus socios mayoritarios en el Ejecutivo, una oportunidad que todos los partidos adscritos al proyecto, también los comuns, tenían pensado aprovechar (sobre todo si se atiende a la fortaleza de un PSC y un Salvador Illa que tienen opciones de ganar los comicios en Catalunya).
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La hoja de ruta de Sumar en su despliegue organizativo sigue siendo la misma: asamblea fundacional el próximo 23 de marzo para iniciar un proceso que culminará en una asamblea constituyente en otoño. Sin embargo, las citas electorales obligarán al proyecto a centrar buena parte de sus recursos y los resultados de las mismas, si son malos, podrían desgastar a la plataforma incluso antes de poder echar raíces.