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Una transición energética "justa" y garantizar derechos para todos, dos retos para la izquierda

Así lo han identificado los ponentes del coloquio organizado por 'Espacio Público' y el Ateneu Barcelonès, que bajo el título '¿Qué puede hacer la izquierda ante la derechización de la sociedad'? ha reunido voces acreditadas de la vida política catalana para debatir sobre la deriva ideológica actual.

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Aspecto del coloquio organizado por 'Espacio Público' y el Ateneo barcelonés. — Ateneu Barcelonès

barcelona, Actualizado:

La deriva ideológica de la sociedad catalana, los cambios de la opinión pública en las últimas décadas y el estado actual de la izquierda son algunos de los temas que han centrado el acto ¿Qué puede hacer la izquierda frente a la derechización de la sociedad?, organizado por Espacio Público junto con el Ateneu Barcelonès este martes. A partir del análisis sociológico a cargo del director del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), Jordi Muñoz, que ha ofrecido guías para interpretar las preferencias políticas en Catalunya, el coloquio ha tratado cuestiones sobre cómo combate la izquierda el racismo y extiende los derechos al conjunto de la sociedad, la necesidad de una transición energética justa y el impacto de las políticas de comunicación de los partidos.

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Una diversidad de cuestiones planteadas por voces con una trayectoria largamente acreditada, como la periodista e investigadora feminista Sara Cuentas, el jurista especializado en derecho de la energía y ex secretario general de ICV Joan Herrera, el decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB y ex secretario de Comunicación de la Generalitat, Enric Marín, y la médica, ex diputada del PSC y ex consellera de Interior, Montserrat Tura.

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Muñoz ha apuntado que históricamente la sociedad catalana se ha autoubicado en el eje ideológico en una posición de centroizquierda, configurándose como una de las sociedades que más se autodefine en estos términos de Europa, junto con el País Vasco. La vinculación de la derecha con la dictadura o la interferencia de la cuestión nacional son algunos de los motivos que están en su origen. Muñoz ha constatado que "no hay un proceso de derechización generalizado" en Catalunya, aunque esto no es incompatible con la derechización de ciertos sectores de la sociedad, y exploró las preferencias en cuanto a temas como los impuestos o la migración.

En cuanto a los cambios en las preferencias políticas, el ex secretario general de ICV, Joan Herrera, ha señalado dos elementos que han influido recientemente. Por un lado, la evidencia de que el colapso era posible cuando llegó la crisis de la Covid; y la alta inflación, que ha calificado de "factor disolvente de democracias" por su impacto sobre la pérdida de poder adquisitivo y la alteración que esto puede tener sobre la convivencia.

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Además, Herrera ha apuntado que el colapso por la Covid no es comparable al escenario que plantea la emergencia climática, que reclama "propuestas rápidas y aceleradas en los próximos 10 años". La transición energética se perfila como una urgencia, pero el jurista ha señalado que es necesario que sea "justa" para no alimentar unos ecofascismos que ya se están haciendo realidad.

La sociedad catalana se ha autoubicado históricamente en el centroizquierda

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Volviendo a la autoubicación en el eje ideológico, la médica y exconsellera de Interior, Montserrat Tura, ha señalado la contradicción de que "en Catalunya nunca nadie ha querido ser de derechas, pero años y años ha tenido Gobiernos de derechas". Tura ha hecho un repaso de algunos logros transformadores, especialmente con la universalización de la sanidad. La ex diputada ha recordado que uno de los principales impactos es que mientras que en la Barcelona de 1900 la esperanza de vida era de 38 años, ahora es de 84. La médica también ha apuntado al llamado "trilema de Rodric", que se pregunta si es posible la hiperglobalización, la soberanía nacional y la democracia.

"El capitalismo y el dinero tuvieron un proyecto y para ellos la globalización fue muy buena, mientras que los Estados nación tuvieron dificultades para legislar sobre este fenómeno económico a escala mundial", ha señalado. Para Tura, la situación política, social y económica actual es "muy compleja" y "se está intentando corregir con medios del pasado", lo que considera erróneo.

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Durante el coloquio, moderado por la periodista, filóloga y miembro del grupo promotor de la Fundación Espacio Público y socia del Ateneu Barcelonès, Lídia Penelo, la periodista y activista decolonial Sara Cuentas ha criticado que el marco de la izquierda siga anclado en un racismo estructural. Cuentas ha apuntado el concepto "colonialidad del poder", donde ha asegurado que la derecha pero también la izquierda están socializadas, que se vincula no sólo al poder, sino también al saber.

Cuentas lo ha ejemplificado con cuestiones tan de actualidad como la Agenda 2030, que ha denunciado que ha sido colonializada por las izquierdas europeas. "Cuando hablamos de cómo combatir el racismo, ¿las ideologías más cercanas a la transformación social qué están haciendo para construir comunidad humana y desterrar prácticas coloniales?", ha preguntado.

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En cuanto a la capacidad transformadora de la izquierda, la activista ha señalado que es difícil introducir cambios en un Estado construido de manera "muy vertical", "patriarcal", y de forma que impida su propia reforma. "No se naturaliza que cualquier persona pueda tener derechos", ha añadido, en relación con las cerca de medio millón de personas sin papeles que viven en el Estado.

Repensar políticas y estrategias comunicativas

Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB, Enric Marín, ha alertado de que la globalización "ha generado unas condiciones económicas favorables a la extrema derecha", incidiendo en un empobrecimiento de la clase obrera y también en la migración, aprovechada por la extrema derecha para crear "miedo". "La derecha ha desarrollado técnicas comunicativas sofisticadas", ha señalado, y ha apuntado que hay think tanks trabajando para identificar los principales mensajes susceptibles de ser lanzados y también cómo manipular la información. "Han identificado los miedos de la gente, lo que amenaza la identidad", ha sostenido.

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Cuentas: "No se naturaliza que cualquier persona pueda tener derechos"

Para darle la vuelta, Marín afirmó que la izquierda necesita pensar también cómo construir estas estrategias, aunque esto va ligado de forma "inseparable" a repensar las propias políticas. "A pesar de todo, hasta hace 20 o 30 años se hicieron políticas transformadoras sostenidas, una voluntad que la izquierda occidental parece ahora haber perdido", ha concluido.

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