Susana Díaz rompe el hielo con Pedro Sánchez: “Esto no es Frozen”
Ferraz modifica a última hora la agenda del secretario general del PSOE en Sevilla para organizar un encuentro privado con la presidenta andaluza que normalice su relación a las puertas de un año electoral y en una región, Andalucía, estratégica para el partido
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SEVILLA, Actualizado:
El reencuentro entre Pedro Sánchez y Susana Díaz tras las convulsas primarias del PSOE no será una simple foto. La dirección federal del partido modificó a última hora la agenda del secretario general en Sevilla, que en principio apenas coincidía con la presidenta andaluza. Ferraz y la dirección andaluza negociaron ayer durante todo el día un encuentro privado para acallar las previsibles crónicas sobre la frialdad entre ambos líderes, otrora rivales en el mayor pulso orgánico que ha vivido el PSOE.
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Sánchez adelantó su AVE a la capital andaluza, donde ha pasado la noche del lunes, para mantener una reunión privada con Díaz en el mismo hotel donde tendrá lugar su conferencia. Ferraz ha tirado de “pragmatismo”, consciente de que necesita “normalizar” su relación con la federación más potente del partido, a las puertas de un año electoral con tres citas importantes en 2019: europeas, andaluzas y municipales.
Sánchez y Díaz se necesitan, su unidad contribuye a cimentar la marca PSOE, sobre todo ahora que las encuestas amenazan con un sorpasso de Ciudadanos. La presidenta andaluza ha llegado esta mañana al hotel sobre las nueve de la mañana y una nube de periodistas de medios nacionales ha vuelto a rodearla como en los momentos más tensos de las primarias: ¿Ésta es la foto del deshielo entre ustedes?, le han preguntado. “Esa será la foto de Frozen, aquí en Sevilla no suele haber temperaturas tan bajas”, ha bromeado. ¿Siguen las espadas en alto? “Me lo pregunta en serio”, ha dicho.
Los dos líderes socialistas han mantenido una reunión a solas durante 20 minutos en el que han coincidido en la necesidad de intensificar la agenda de Pedro Sánchez en Andalucía, un territorio estratégico para el PSOE en las elecciones, y que sus visitas o las de su ejecutiva (el secretario de Organización, José Luis Ábalos, estará la semana que viene en Córdoba) vengan acompañadas por el PSOE andaluz, para evitar desencuentros como el de la primera asamblea abierta en Granada. Tras la reunión han salido juntos del ascensor sonrientes y han caminado juntos hasta la tribuna del acto.
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Con este salto en la agenda inicial, Sánchez y Díaz han cortocircuitado las crónicas que auguraban un encuentro fugaz entre los antiguos rivales orgánicos. La presidenta sólo coincidirá con el secretario general en el desayuno informativo que ha organizado el grupo Joly a esta hora (como oyente), y luego Sánchez seguirá solo en una visita a un centro de formación, en una reunión con la secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla, y la Asamblea Abierta con la militancia por la tarde.
En este acto, el protagonismo “debe ser enteramente” del líder socialista, de su agenda social y de la interlocución directa con la militancia, esta vez, la más escéptica con su liderazgo y sus decisiones. Sánchez será presentado por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y estará acompañado por la secretaria provincial del partido, Verónica Pérez, a quienes los sanchistas aún recuerdan plantada ante la puerta de Ferraz proclamándose la “primera autoridad” de aquel convulso comité federal del PSOE que acabó con la dimisión forzada del madrileño.
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Ahora todo es ruido del pasado. Ni a Ferraz ni a Susana Díaz le interesa avivar este largo relato de desencuentros. Ambos tratan, en la medida de lo posible, de mantener cierta apariencia de normalidad, respeto y lealtad orgánica, por mucho que en privado sigan profesándose recelos mutuos y susceptibilidad.