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Sumar y Podemos intentarán una difícil coalición para las elecciones en Galicia y Euskadi tras el cisma posterior al 23J

Los de Yolanda Díaz despliegan federaciones en ambos territorios para concurrir a los comicios. Belarra deja las manos libres a las direcciones autonómicas en materia de pactos, pero en Podemos recuerdan que la última hoja de ruta aprobada por la militancia se aplica en todos los lugares.

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Yolanda Díaz e Ione Belarra, en una imagen de archivo. — Villar López / EFE

madrid, Actualizado:

Hay dos visiones en la izquierda alternativa sobre lo que representan las elecciones vascas y gallegas que se celebrarán en 2024. Para algunos, se trata de una nueva oportunidad para resarcir heridas recientes, mejorar la relación política entre las distintas organizaciones y abrir un nuevo ciclo que reavive los cantos y loas a la unidad.

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Para otros, estos comicios serán la constatación del tamaño real de una brecha que lleva año y medio agrandándose y que ha llegado a su apogeo tras las elecciones generales del 23 de julio y la conformación del Gobierno de coalición.

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Los actores principales en este escenario son Sumar y Podemos, dos espacios que se han distanciado hasta casi la ruptura en todos los sentidos y que tienen previsto armar candidaturas electorales de la izquierda alternativa en Euskadi y en Galicia. 

Fuentes consultadas de ambas partes trasladan que su voluntad es la de conformar grandes alianzas que permitan competir en las mejores condiciones posibles en estos comicios. Pero ninguna de las partes tiene claro que vaya a ser posible concurrir juntas, aunque avanzan que "se intentará" y que "habrá diálogo".

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Lo antecedentes y el contexto actual de cara a estas dos citas con las urnas dejan algunas reflexiones al respecto de la viabilidad real de una alianza que incluya a Podemos y a Sumar. La secretaria general de la formación morada, Ione Belarra, dejó claro la pasada semana que las decisiones sobre acuerdos electorales les corresponde a las direcciones autonómicas de partido, lideradas en Galicia por Borja San Ramón y en Euskadi por Pilar Garrido.

Las dos condiciones de Podemos

Sin embargo, en Podemos también recuerdan que hace poco más de un mes la militancia aprobó una nueva hoja de ruta resultante del "aprendizaje" de la coalición electoral del 23J. Este documento contiene dos preceptos muy claros y de obligado cumplimiento para todas las direcciones. El primero es que en todos los procesos de unidad con otras fuerzas, sin excepción, se celebrarán primarias abiertas para designar las listas y a los candidatos. 

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Este asunto fue una reivindicación de Podemos a Yolanda Díaz para el pasado 23J, pero el adelanto electoral frustró esta posibilidad; además, en la formación morada siempre defendieron que la voluntad real de Sumar era la de no llevar a cabo este proceso, que algunas formaciones del espacio rechazaban. Los de Belarra señalan que, a partir de ahora, las primarias abiertas serán ineludibles en cualquier proceso de unidad electoral con otras fuerzas.

El segundo precepto, recogido en la hoja de ruta, es el rechazo a cualquier veto a las personas que se postulen a formar parte de las listas. En Podemos señalan de manera clara a lo sucedido con Irene Montero en el 23J, aunque también mencionan nombres como los de Pablo Echenique o Rafael Mayoral.

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En Sumar apuestan a priori por el modelo de negociación y acuerdos del pasado 23J, una experiencia que a su juicio resultó "exitosa", habida cuenta de que se logró parar la llegada de Feijóo y de Abascal al Ejecutivo y el espacio logró entrar en el Gobierno con el mismo número de ministerios que tenía Unidas Podemos en la pasada legislatura, cinco.

Sin embargo, los de Díaz no se posicionan todavía sobre la posibilidad de celebrar primarias, aunque trasladan que "hay más margen que en la negociación del 23J".

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Sumar aterriza en Galicia y en Euskadi

Sumar constituyó la semana pasada a sus marcas en los dos territorios en los que se pondrán urnas, Galicia (Movimiento Sumar Galicia) y Euskadi (Sumar Mugimendua). El despliegue de estas plataformas es similar a la organización territorial que sigue Izquierda Unida, es decir, la de organizaciones autónomas federadas al sujeto de Sumar estatal.

En el caso de Galicia, Podemos no tiene representación institucional desde las últimas elecciones autonómicas, pero el secretario general, Borja San Ramón, lleva tiempo preparando el despliegue de una candidatura con opciones de competir en el territorio. En principio, siempre se ha situado a San Ramón como un dirigente afín a Díaz, y el objetivo de todos los actores es el de llegar a un acuerdo para poder tener opciones en un territorio en el que el BNG ocupa una posición muy relevante en el seno de la izquierda.

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En Euskadi, Podemos forma parte de Elkarrekin, la coalición en la que también están Ezker Anitza-Izquierda Unida, Berdereak Equo y Alianza Verde. Desde la formación morada trasladan que esta es la marca consolidada de la izquierda alternativa vasca y que su objetivo es el de dialogar con Sumar desde esta posición. Elkarrekin sí tiene representación institucional, pero también convive con una formación soberanista, Bildu, que ocupa el principal espacio en la izquierda.

Que las elecciones vascas y gallegas sean una nueva oportunidad para la izquierda o la constatación de la ruptura que se produjo tras el 23J depende de la propia izquierda.

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