MADRID.- El Congreso es casi como una República Independiente, que se administra como si fuera una pequeña población en sus gastos, servidumbres y obligaciones, lo que reflejan sus opacos Presupuestos de forma muy curiosa. Así, hay algunas partidas que no dejan de sorprender, por su peculiaridad y su importe.

De hecho, para 2015 se mantiene la partida denominada "Subvención a la cafetería" en 942.716 euros, aunque es un 18% menor que en 2014. Dicha subvención está vinculada a que en las comidas y las bebidas que consuma todo el personal del Congreso en dicha cafetería, una parte sea pagada por la Cámara baja, por lo que los precios son mucho más accesibles.

El motivo de la rebaja, según consta en los Presupuestos, es la oferta de la nueva empresa adjudicataria. Anteriormente, tenía la adjudicación el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández. Pero también está vinculada a que el Congreso ya no subvenciona parte del importe de las bebidas alcohólicas de alta graduación tras la polémica que se desató hace unos meses.

Además, hay 135.000 euros presupuestados para la limpieza, conservación y restauración de alfombras, una partida que lleva varios años manteniéndose en la misma cantidad.
Pero también se gastarán 180.000 euros para el mantenimiento de vidrieras y la conservación de los elementos histórico-artísticos del Palacio de la Cámara baja.

No deja de sorprender, por otro lado, que el Congreso presupueste en estos tiempos 188.000 euros para la adquisición de fotocopiadoras y faxes, o que lleve tres años gastando más de 300.000 euros para la adquisición de mobiliario y equipos de oficina.

La Cámara se gasta más de 1.400.000 euros en limpieza

En las cuentas del Congreso, se desgrana todo. Hasta que hay una partida de 1.000 euros anuales que reza: "Gestión de cafetería del personal funcionario del cuerpo de Taquígrafos con motivo de la prolongación de las sesiones plenarias y Comisión Consultiva de Nombramientos". En 2013 llegó a tener una dotación de 2.341 euros, pero se ha reducido más que a la mitad en los últimos dos años. Es de los mayores recortes porcentuales.

También resulta curioso el enorme gasto en limpieza que tiene la Cámara baja. En concreto, 1.400.000 euros anuales, más 60.000 euros en productos de limpieza.

Finalmente, todos los diputados también disponen de clases de idiomas gratuitas, que siguen presupuestadas en 55.850 euros. Lo dicho, la República Independiente del Congreso.