La subida del salario mínimo, la primera batalla del Gobierno de coalición en el 2022
En el Ejecutivo ya se contempla que las negociaciones para subir el SMI arranquen en enero, para no hacerlas coincidir con la mesa de diálogo social que aborda la reforma laboral. UGT considera urgente el incremento tras los datos de inflación.
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madrid, Actualizado:
La subida del salario mínimo interprofesional fue la primera batalla y la primera negociación que encaró Yolanda Díaz como ministra de Trabajo, en enero de 2020. También fue su primer éxito, lo que supuso que la actual vicepresidenta se estrenara en los Consejos de Ministros con un acuerdo para situar el SMI en 950 euros. Y esta, y no otra, va a ser la primera batalla en el seno del Gobierno en el año 2022.
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El pasado mes de octubre, el Ejecutivo y los principales sindicatos, UGT y CCOO, llegaron a un acuerdo para incrementar el salario mínimo en 15 euros, hasta los 965 euros. Lo habitual es que las negociaciones sobre estas subidas se lleven a cabo en el mes de enero de cada año, previa negociación durante el mes de diciembre; pero a finales de 2020 Pedro Sánchez decidió no acometer una subida, argumentando que ya se habían producido dos importantes incrementos en los años anteriores.
El objetivo ahora es el de devolver la subida del salario mínimo a sus plazos habituales, es decir, abriendo las negociaciones en diciembre para tratar de alcanzar un acuerdo a principios de año. Sin embargo, en el Ejecutivo ya contemplan un pequeño cambio de guion motivado por las circunstancias.
En la actualidad se mantiene activa la mesa de diálogo social que aborda la denominada derogación de la reforma laboral, una de las medidas estrella del Ministerio de Trabajo y de todo el conjunto del Gobierno. La previsión es que este foro siga abierto durante todo el mes de diciembre, y ya se contempla agotar los tiempos para tratar de buscar un acuerdo que también respalden las patronales.
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Esto significa que la reforma laboral no estaría lista hasta finales de diciembre. En este contexto, en el Gobierno no ven con buenos ojos hacer coincidir las negociaciones sobre el mercado laboral con las negociaciones para subir el salario mínimo; se trata de dos cuestiones especialmente sensibles que no solo han provocado tensiones entre el Ejecutivo y los agentes sociales (en especial con el empresariado), sino también dentro del propio Gobierno, entre las vicepresidencias de Economía y de Trabajo.
Es por esto que ya se contempla que no se abrirá la negociación del SMI hasta que no concluya la de la reforma laboral, por lo que, atendiendo a los plazos previstos, la batalla para subir el salario mínimo no se dará, en principio, hasta enero de 2022. En todo caso, más allá de la fecha en la que finalmente se logre un acuerdo para fijar una subida salarial, esta reforma tendría carácter retroactivo y su vigencia comenzaría en enero, como ha sucedido en otras ocasiones.
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En el acuerdo de octubre para subir el SMI a 965 euros, CCOO logró un compromiso para acometer una subida en 2022. Aunque en un principio se puso sobre la mesa un incremento mayor que 15 euros (atendiendo a la inflación que ya sufría el país), el sindicato dirigido por Unai Sordo decidió dejar de lado la batalla acerca de la cifra concreta para centrarse en lograr una subida partida en dos (con un primer tramo de 15 euros en octubre de 2021, y con otro incremento a principios de 2022).
Todas estas subidas se sitúan en el marco del compromiso del Gobierno para que el SMI se sitúe en el 60% del salario medio al final de la legislatura, un proceso que fue definido por un comité de expertos conformado por el Ministerio de Trabajo a comienzos de 2021. El portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, confirmó el pasado lunes que el Gobierno cumplirá este acuerdo contemplado en el pacto del Gobierno de coalición, sea cual sea la subida de la inflación.
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Fuentes de UGT consideran este compromiso como ineludible por parte del Ejecutivo y recuerdan que el acuerdo para la pírrica subida de 15 euros en 2021 estuvo vinculado a seguir negociando una senda del aumento del Salario Mínimo durante 2022 y 2023.
Para el sindicato socialista es urgente abordar esta negociación a primeros de año y no posponerla como ocurrió en 2021, de tal forma que pueda entra en vigor desde el 1 de enero, aunque sea con carácter retroactivo. Para UGT urge esta nueva subida a primeros de año, sobre todo, teniendo en cuenta la subida de la inflación, que penaliza aún más a los salarios más bajos.