Siete retratos de la corrupción en el PP valenciano
Rafael Blasco: El estratega que robó a los pobres
Publicidad
VALENCIA.- Cuando el PP valenciano hablaba de “un nuevo PP”, con muchas líneas rojas, “honrado” y “decente”, el penúltimo caso de corrupción destapado en su seno, el caso Imelsa, ha arrojado esta semana algunas cifras mareantes que superan con creces la estela del caso Gürtel en este territorio: 24 arrestados y 29 imputados (investigados, según la última reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) solo en una mañana.
Publicidad
El caso Imelsa, que arrancó con el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus y el exgerente de la empresa pública Imelsa, Marcos Benavent, contando billetes en un coche procedentes supuestamente de un soborno, ha acabado por extenderse a la Generalitat valenciana y al Ayuntamiento de Valencia y hacer mover ficha a Génova, aunque solo sea en esta última administración. Con todo el PP local bajo sospecha, la dirección nacional ha decidido disolver el partido y colocar una gestora a su cargo.
Rafael Blasco: El estratega que robó a los pobres
O Roger Rabbit (también el Conejo o Conill), según la investigación del caso Cooperación, la primera de las causas en las que está implicado y por la que cumple pena de seis años y medio de cárcel. El Supremo ratificó la condena del TSJ valenciano contra él por malversación de caudales públicos, al considerar probado que se apropió, en el ejercicio de su cargo, de fondos destinados a programas de cooperación con Nicaragua. Tiene pendientes dos causas más por haber desfalcado las ayudas públicas a ONG en su etapa como conseller de Solidaridad y Ciudadanía, creada ex profeso por Francisco Camps.
Carlos Fabra: En Castellón mando yo
En 2014, y después de once años retrasando la investigación judicial, finalmente entró en la cárcel el quinto miembro de la estirpe Fabra que presidió la Diputación de Castellón. Ni por las polémicas corridas de toros que organizaba desde la corporación, ni por el infrautilizado aeropuerto de la provincia. Carlos Fabra, el político al que más veces le tocó la lotería, acabó en la prisión de Aranjuez por defraudar a Hacienda durante cuatro años seguidos y no poder probar sus incrementos de patrimonio.
Publicidad
José Luis Olivas: El presidente de la bancarrota
Al presidente más breve del País Valencià no se le recuerda ninguna política pública de calado para la ciudadanía. Solo estuvo diez meses al frente de la Generalitat, en el tránsito entre Zaplana y Camps. Pero, en cambio, sí se le recordará por otros asuntos que nada tienen que ver con el interés general. Presidió Bancaja y Banco de Valencia y quebró ambos. Está imputado en los dos casos que adquirieron su denominación tomando el nombre de las entidades saqueadas, y también por la ampliación de capital del Valencia CF. En junio de 2015 fue detenido por estafa y malversación por los negocios de Bancaja en el Caribe.
Sonia Castedo: ¿La alcaldesa con el pijama de rayas?
La sucesora de Luis Díaz Alperi (que se cortaba las uñas en su escaño de Les Corts) comparte imputación por cohecho, información privilegiada y tráfico de influencias en el caso Brugal con su predecesor en el cargo. Está imputada también por tráfico de influencias y prevaricación en el caso Rabassa. En ambas causas existen indicios de que benefició a Enrique Ortiz, el constructor más agraciado de la provincia de Alicante con adjudicaciones públicas, con quien solía salir de viaje y hasta montó una fiesta de pijamas.
Publicidad
Juan Cotino: Un hombre de Dios y del partido
Sospechoso de intentar comprar el silencio de los familiares de las víctimas del metro y de haber recibido supuestas adjudicaciones irregulares de subvenciones de la Generalitat a empresas de su familia dentro del caso Brugal. El supernumerario del Opus Dei (concejal con Rita Barberá, director general de la Policía de José María Aznar, dos veces consejero y vicepresidente tercero ad hoc de Francisco Camps; presidente de Les Corts con Camps y Alberto Fabra) dimitió muchos meses después de que un testigo le señalara como el "factótum" de la organización de la visita del papa Benedicto XVI a Valencia en julio de 2006. Un mes después de retirarse de la política, el juez le imputó por los presuntos delitos de prevaricación y cohecho en la rama del caso Gürtel que indaga en la supuesta contratación ilegal de Canal 9 para la retransmisión de la cita papal, que el habría pergeñado.
Serafín Castellano: El cazador cazado
Serafín Castellano sobrevivió a Eduardo Zaplana y a Francisco Camps. Y hasta a su eterno rival en la provincia y en el partido en Valencia, Alfonso Rus, con quien peleó (y perdió) en sendas plazas.
Publicidad
Alfonso Rus: El fenómeno faraón de La Costera
Era el último barón popular de la época campista que quedaba en pie. Pero las grabaciones de uno de sus colaboradores más próximos han acabado con él.