Todo lo que se sabe de la (segunda) fuga de Carles Puigdemont
A pesar del despliegue policial llevado a cabo por las fuerzas y cuerpos de seguridad españolas y catalanas, el líder de Junts ha logrado volver a zafarse de la orden de detención que pesa sobre él. 'Público' repasa la información sobre la aparición y nueva fuga del expresidente catalán tras más de siete años en el exilio.
Publicidad
Málaga, Actualizado:
"¡Visca Catalunya lliure!" fueron las últimas palabras pronunciadas el pasado 8 de agosto por Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat de Catalunya, antes de bajar de la tribuna dispuesta en el Paseo de Lluís Companys y volver a desaparecer. Menos de 24 horas después, Jordi Turull, secretario general de Junts, informaba en RAC1 que el líder independentista había pasado la noche en Catalunya Nord y se encontraba de vuelta en Waterloo (Bélgica), donde reside habitualmente.
Publicidad
Puigdemont habría logrado así pisar Catalunya primera vez después de siete años en el exilio. Según ha revelado el propio Turull, el expresident llegó a la región el martes 6 de agosto, donde permaneció discretamente hasta su aparición y fuga dos días después. Sobre Puigdemont pesa una orden de detención dictada por Pablo Llarena, juez del Tribunal Supremo, por su responsabilidad en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y en la declaración unilateral de independencia que anunció –y suspendió minutos después– a finales de ese mismo mes. En la mañana del 9 de agosto, Llarena ha solicitado dos informes a las instituciones responsables de la detención de Puigdemont, el Ministerio del Interior español y los Mossos d'Esquadra, para conocer el diseño del operativo para arrestar al líder independentista, así como la manera en la que se ejecutó.
Con su fugaz aparición en Barcelona, Puigdemont hacía realidad su intención de volver a Catalunya para la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Una promesa parcialmente cumplida, ya que el expresident finalmente no asistió al pleno, tal y como había anunciado que haría tras conocer los resultados de las elecciones catalanas que tuvieron lugar el 17 de mayo. En ellas, el partido conservador catalán lograba tres escaños más que en las celebradas en 2021, sumando un total de 35 diputados y convirtiéndose en la segunda fuerza parlamentaria, muy por detrás del PSC.
A pesar de no llegar a pisar el Parlament, la breve aparición de Puigdemont y su posterior fuga fue el foco de atención durante toda investidura, motivando su paralización hasta en dos ocasiones a petición de Junts. Finalmente, y a pesar de los contratiempos, Salvador Illa (PSC) lograba ser investido president de Catalunya con los votos de ERC y los Comuns. Público ha recopilado lo que se sabe, hasta ahora, de la nueva fuga del líder independentista.
Publicidad
Blindaje policial del Parque de la Ciutadella
Desde las 6 de la mañana del 8 de agosto, agentes de los Mossos d'Esquadra establecieron controles en los alrededores del parque de la Ciutadella, en el que se ubica el Parlament de la Generalitat, para restringir el acceso al mismo. El operativo ha contado con el apoyo de la unidad especial de subsuelo y ha instalado en el propio parque el Centro de Coordinación (Cecor). Según han informado fuentes oficiales a Europa Press, se trataba de un dispositivo idéntico al desplegado en otras investiduras y eventos relevantes.
A menos de un kilómetro de la puerta del Parlament, periodistas, simpatizantes, militantes y diputados de Junts se congregaban alrededor del Arco del Triunfo de Barcelona, en el Paseo de Lluis Companys, donde una comitiva preparaba el acto de bienvenida de Carles Puigdemont. En sus alrededores también han estacionado varios furgones de los Mossos y la Guardia Urbana, los cuales han cerrado el paso a peatones y vehículos. Sin embargo, según informaba El Mundo, alrededor de las 8:40, el acceso al párking que se encuentra bajo el Paseo continuaba abierto.
Publicidad
El día anterior, el 7 de agosto, el expresident había anunciado en redes que había "emprendido el viaje de retorno del exilio". De momento, se desconoce si cuando dicho mensaje fue publicado –a las 10.30 am–, el líder independentista ya se encontraba en las proximidades de la frontera francesa o en el propio territorio catalán. Por otra parte, a pesar de su anuncio en redes, tampoco aclaró si aparecería en el pleno de investidura o, siquiera, si lo haría frente a cámaras y periodistas. Unos minutos antes de las nueve de la mañana, y tras horas de incertidumbre, Carles Puigdemont se ha dirigido desde la calle Trafalgar hasta alcanzar el escenario colocado frente al Arco del Triunfo, desde el que se ha dirigido a los que allí le esperaban.
Discurso, comitiva y desaparición
El líder independentista ha dado un discurso de unos 6 minutos frente a las cientos de personas que se apelotonaban bajo el escenario. "Un país con una ley de amnistía que no amnistía tiene un problema de democracia", ha criticado. Poco después, bajaba del escenario y, acompañado por decenas de personas, inició lo que se creía que sería la marcha hacia el Parlament de Catalunya por el Paseo de Lluis Companys. Lo hizo arropado por miembros de su partido, entre los que se encontraba el secretario general del partido, Jordi Turull.
Publicidad
Pero tras recorrer unos metros, Carles Puigdemont se esfumó en medio del gentío, rodeado de prensa y con policías apostados a escasos metros. El contexto de su desaparición ha dado pie a varias especulaciones, entre ellas, que los Mossos habían pactado la detención del expresident con su entorno. Afirmación que el cuerpo policial desmintió en un comunicado publicado horas después de la desaparición de Puigdemont, y que ha reiterado Eduard Sallent, comisario jefe de los Mossos en la rueda de prensa celebrada en la mañana del 9 de agosto.
Activación de la Operación Jaula
Según las informaciones que han dado a conocer los propios Mossos, Puigdemont habría aprovechado el número de personas que le rodeaban para huir del lugar en un vehículo que los Mossos trataron de detener sin éxito. Tras la huida, los la policía autonómica activó la Operación Jaula, un operativo que se despliega habitualmente para perseguir a presuntos autores de delitos graves ante un riesgo de fuga inminente. Es el mismo que se ejecutó tras los atentados de Catalunya de 2017.
Publicidad
Este operativo consiste en el cierre de los accesos y salidas a la ciudad, tales como vías que llegan a aeropuertos, puertos y fronteras de la región. También, en cortes, controles e inspecciones de vehículos que se han extendido por las principales arterias de la ciudad condal. Alrededor del mediodía del 8 de agosto, los Mossos activaron el nivel tres de la operación, extendiendo el dispositivo a todas las carreteras de Catalunya –el primer y el segundo nivel remiten al territorio local y provincial–.
El despliegue de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Nacional no ha impedido que Puigdemont salga del Estado español
Publicidad
Inicialmente, la idea de la policía catalana era llevar a cabo una detención "proporcional y en el momento más oportuno para no generar desórdenes públicos". Pero los disturbios tuvieron lugar igualmente en torno a las 16.00 de la tarde, cuando varios manifestantes trataron de acceder al parque de la Ciutadella. Los enfrentamientos entre policías y manifestantes duraron unos minutos, en los que las fuerzas policiales rociaron a los segundos con gas pimienta e interpusieron varias denuncias penales contra ellos.
En torno a las 17:30, tras varias horas de infructuosa búsqueda e importantes retenciones en la AP7 y la N-II, entre otras, los Mossos han levantado la Operación Jaula. Aún así, han avisado de que mantendrían controles en el perímetro fronterizo catalán. Por su parte, la Policía Nacional desplegó su propio dispositivo en la frontera con Francia para evitar que Puigdemont saliera de la jurisdicción española. Todo ello no ha impedido al líder independentista salir del Estado español, tal y como ha anunciado Turull casi 24 horas después de que Puigdemont iniciara su huida.
Publicidad
Su salida del Estado español ha producido una crisis en la cúpula de la policía autonómica. La máxima autoridad del cuerpo, el comisario jefe Eduard Sallent, ha explicado en una rueda de prensa celebrada en la mañana del 9 de agosto que el dispositivo policial se diseñó para "cumplir con la detención de una autoridad, velar por la seguridad del pleno y también por las movilizaciones fuera del Parlament". Sin embargo, ha reconocido, no estaban preparados para una huida que no preveían.
Por su parte, el todavía conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha calificado el comportamiento de Puigdemont como "impropio de alguien que ha sido la máxima autoridad del país". Asimismo, ha señalado que la situación vivida durante el día de la investidura venía precedida por la anomalía que supone que la ley de amnistía no se aplique a Carles Puigdemont.
Publicidad
Detención de dos mossos
En el transcurso de la búsqueda de Puigdemont, los Mossos d'Esquadra han llevado a cabo la detención de dos agentes del mismo cuerpo por su presunta participación en la huida de Puigdemont. Uno de los detenidos es el propietario del coche blanco en el que el expresident se habría escapado tras el acto en el que participó en la mañana del 8 de agosto. La defensa del agente ha asegurado a EFE que la ayuda prestada por el mosso no suponía la comisión de ningún delito, por lo que considera la detención "ilegal y arbitraria". Por ello, el agente ha solicitado comparecer de forma inmediata ante el juez para que este dirima la legalidad de su detención –figura legal conocida como habeas corpus–. La Fiscalía catalana ha apoyado tramitar este proceso.
El segundo mosso fue arrestado en torno a las 19:00 horas del mismo día, sin que al momento de esta publicación, se conozcan detalles concretos de los motivos de su detención más allá de estar relacionada con la "visita" de Puigdemont. También este agente ha solicitado el habeas corpus.
Publicidad
No se descarta que se lleven a cabo nuevas detenciones en las próximas horas. Tampoco citaciones a declarar, como la solicitada al secretario general de Junts, Jordi Turull. Esta orden ha sido confundida con una orden de detención por medios de comunicación y diputados catalanes durante varios minutos. En el desconcierto provocado por este error, Albert Batet, líder de Junts en la Parlament, solicitó a la mesa suspender la investidura de Illa. Mientras la mesa debatía, los Mossos desmintieron que se hubiera dictado tal orden, como también ha hecho más tarde el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Aclarado este punto, la investidura siguió su curso. En torno a las 19:30 de la tarde del 8 de agosto, Salvador Illa se convertía en el nuevo president de Catalunya.