Los sanitarios rechazan masivamente el plan de Moreno para reformar la atención primaria en Andalucía
Los sindicatos acusan al Gobierno andaluz de dar datos falseados, de estar "ciego" ante la realidad y reclaman una negociación y un gran pacto
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sevilla, Actualizado:
La presión asistencial debido a la pandemia, acompañada de un deterioro evidente y progresivo –iniciado años atrás– de la sanidad pública andaluza, ha llevado a que la atención primaria, la puerta de entrada al sistema público sanitario, garante de su equidad, sufra como nunca antes. Buena parte de la presión del virus recayó en los profesionales que trabajan en los centros de salud de Andalucía y la sensación que atraviesa hoy a sanitarios y usuarios es de caos y frustración.
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El Gobierno andaluz sabe de más que la sanidad es una de las claves que pueden poner en riesgo su continuidad y ha lanzado una Estrategia de Atención Primaria en Andalucía, aún por concretar en todos sus términos, que los profesionales sanitarios han rechazado, por el momento, de plano, al considerarla irreal, "inviable", un "despropósito" y "ficticia". El consejero de Salud y Familias de Juanma Moreno, Jesús Aguirre (PP), manifestó este martes que la presencialidad plena en los centros de salud se acometerá "a partir de octubre", según recoge Europa Press y que abrirán en los horarios que había antes.
El pasado 23 de septiembre, responsables del Gobierno y de la Consejería mantuvieron un encuentro con los tres sindicatos corporativos –Csif, Sindicato Médico, Sindical de Enfermería– y con los de clase –UGT y CCOO– y el plan presentado generó incredulidad, confusión, y hasta cabreo, según las fuentes consultadas. "Están provocando un desasosiego tremendo", resume un dirigente sindical. Ya no se han vuelto a reunir y, según las fuentes consultadas por Público, no hay, en este momento, más encuentros en agenda.
El sindicato médico andaluz, el más conservador, al que en un tiempo perteneció el propio Aguirre, fue particularmente duro con la Junta este lunes. Entonces, acusó al Gobierno de "mentir", de dar datos falsos y de implementar un plan "ficticio". Con esta crudeza, describe el sindicato la situación en un comunicado: "Todos los médicos y los pacientes que acuden a los centros de Salud saben que el SAS miente. En la mayoría de los centros, la media de citas diarias se sitúa entre 60 y 70; la media de "bises" diarios (citas de varios pacientes a la misma hora) es de 5 a 10; los pacientes tardan 3 o 4 días en ser atendidos telefónicamente para obtener una cita y, cuando lo logran, suele ser telefónica y para 10 ó 15 días más tarde".
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"Estas graves carencias obligan a los ciudadanos a acudir a urgencias, que, por lo general, son atendidas por los mismos médicos que atienden las consultas no urgentes", añaden desde el sindicato, prosiguiendo: "El enfado de los enfermos por esta situación insostenible se proyecta sobre el médico, a veces en forma de insultos y agresiones. El grado de agotamiento y frustración de los médicos ha llevado a muchos de ellos a pensar en la jubilación anticipada o, peor aún, en abandonar su profesión. Pero para el Servicio Andaluz de Salud, negligente y deliberadamente ciego ante la realidad, la atención primaria va de maravilla".
Sobre el papel, que todo lo aguanta, los términos en que se ha expresado Aguirre sobre sus intenciones podrían parecen buenos, admiten los sanitarios consultados, pero las ideas requieren de concreción práctica y de pragmatismo y, siempre, con este Gobierno, formado por una coalición de PP y Ciudadanos, existe la creencia, extendida entre no pocos trabajadores, de que pocas cosas de las que suceden en el sistema público pasan por casualidad, que existe el objetivo no declarado expresamente de expandir a costa del deterioro de lo público el negocio de los seguros sanitarios privados y de las clínicas privadas.
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Que evolucione el modelo
El gabinete de Moreno considera que "tras la gestión de la pandemia y del proceso de vacunación es imprescindible que evolucione el modelo" de atención primaria. Los planes expresados por Aguirre en el Parlamento de Andalucía tienen el objetivo final, según dijo, de que los médicos de familia atiendan a "30 pacientes programados" y estén pendientes de cada paciente una "media de diez minutos" al día. Este martes, Aguirre aseguró que para "la desburocratización de la atención primaria" eran útiles las medidas como la teleasistencia, "que ha venido para quedarse" y que su uso es muy pertinente para procedimientos como "la pastilla del colesterol, los resultados de una analítica o la consulta de un informe".
Por un lado, la administración busca atender la demanda de "forma eficiente", mediante, entre otras medidas, la implantación de una "consulta de acogida", una especie de triaje –al modo en que se hace en los hospitales– en los centros de salud que atenderá y catalogará a quien acuda sin cita previa y que la harán profesionales de enfermería, que deberán aplicar varios protocolos elaborados ex profeso. 80.000 personas ya han sido atendidas en Andalucía, según la Junta, mediante este sistema que, en realidad, fue implantado unilateralmente a través deuna instrucción del Gobierno enviada en diciembre del año pasado, que se puede consultar aquí. La falta de consenso ha causado un tremendo "malestar entre los profesionales", según el sindicato de funcionarios CSIF.
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La medida ha generado revuelo, además de por la imposición, según los sindicatos, porque cambia, sin seguridad jurídica efectiva, el modelo de atención previo a la pandemia, en el que, cuando se acudía sin cita a un centro de salud, el paciente era atendido, tras una espera, por médicos. Ahora serán enfermeros quienes lleven a cabo una valoración, de acuerdo con esos protocolos, que se pueden consultar aquí, en la que resolverán si el problema se queda ahí o si es necesario derivar al paciente a los médicos.
Aguirre afirmó este martes, a pesar de las críticas, que "el nuevo modelo de atención primaria" lo llevará la semana que viene a una reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial de Salud, que se celebrará en Las Palmas de Gran Canarias. Al respecto del triaje, según recoge Europa Press, argumentó que "las patologías menores pueden ser vistas por los enfermeros".
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"Los profesionales de enfermería están capacitados, pero hay varias cosas a resolver. En un hospital existe una formación. No tiene nada que ver eso con lo del centro de salud. Allí, en el centro de salud les han dicho: apliquen 18 protocolos, pero ¿con qué respaldo y con qué formación?" se pregunta una fuente sindical.
"Al final, parecen consultas de medicina low-cost [de bajo coste] para quitar trabajo a profesionales que no se encuentran, los médicos de familia. Tendrán que formar a la gente, igual que en los hospitales, pero esto hoy es una auténtica chapuza, en cada centro se aplica de una forma. Los profesionales no saben lo que tienen que hacer. Ellos dicen que se lo han aplicado a los 80.000 personas, pero su aplicación depende de lo que suceda en cada centro de salud. En unos se aplica y en otros no", afirma la misma fuente.
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Los profesionales de enfermería han acogido con una mezcla de agrado y preocupación la medida. Por un lado, el Sindicato de Enfermería (SATSE) asegura que ello "implica un reconocimiento de funciones que ya venían realizando las enfermeras y enfermeros en otros ámbitos, esto es, los triajes". Y, por otro, SATSE considera "inviable" todo el plan si no se producen contrataciones y se ponen medios que eviten la "sobrecarga" de una plantilla "ya de por sí escasa". Además, aparte de más contratos, habría que "habilitar consultas y espacios preparados y garantizar la seguridad jurídica de los profesionales".
Para los médicos, el asunto tiene otro cariz. Así, el Sindicato Médico Andaluz, considera que el Gobierno "menosprecia" a los médicos, "manipula la información" y "oculta los graves problemas de la atención primaria". Agrega esta central: "El Servicio Andaluz de Salud, en lugar de mejorar las condiciones laborales de los médicos para paliar la "fuga de batas", en lugar de permitir el refuerzo voluntario en horario de tarde de los centros más saturados, opta por potenciar las consultas de enfermería, denominadas ahora consultas de acogida, consultas que los actuales partidos en el gobierno rechazaron cuando estaban en la oposición y que se encuentran bajo sospecha por indicios de intrusismo".
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La nueva estrategia de Aguirre incorpora, según dijo el consejero, además, otros elementos: "Se fundamenta en desarrollar líneas de actuación de cara a mejorar la accesibilidad; gestionar de forma eficiente la demanda asistencial; promover la atención a la cronicidad, un modelo sociosanitario, el refuerzo de Salud Mental y apoyo a los cuidados paliativos; mejorar la atención a la comunidad; implementar nuevos perfiles profesionales; conseguir la desburocratización de la Atención Primaria; revisar la cartera de servicios y mejorar la capacidad diagnóstica de la Atención Primaria y la comunicación".
Un gran pacto
Los sindicatos de clase, UGT y CCOO, reclaman al Gobierno un gran pacto sobre la atención primaria, negociado, consensuado, que sirva para relanzar el servicio después de la crisis pandémica. "El sistema público está cada vez más devaluado, el personal extenuado y la ciudadanía en situación de desamparo y cabreo permanente", considera UGT. El sindicato asegura que se necesitan más médicos, más enfermeros, más técnicos, más personal de gestión y servicios que ayuden a descongestionar los centros de salud para que vuelvan a se un referente inmediato de los pacientes y no un lugar inexpugnable al que no hay forma de acceder de ninguna de las maneras. La solución no puede venir de la mano de las consultas telefónicas y los médicos de bajo coste", agrega UGT.
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Para José-Pelayo Galindo, secretario general de la federación de Sanidad de CCOO, la atención primaria "es un instrumento de equidad e igualdad y este plan estratégico se olvida de parte de los trabajadores" y reclama al Gobierno que negocie y acuerde la estrategia: "Se está perdiendo una oportunidad de dar una solución definitiva. Ha sido una imposición y no una negociación". "Todo el personal trabaja como equipo. Hemos mostrado nuestro rechazo a la estrategia. Es más un plan de reordenación de recursos humanos; no lleva un presupuesto y crea perfiles profesionales que rozan el intrusismo para acometer un déficit de profesionales", agrega.
Sobre los datos que utiliza el SAS, Galindo afirma lo siguiente: "CCOO no dice que falseen, pero se basan en medias y son perversas y hay mucha desviación. Hay mucha diferencia entre zonas. Yo pregunto: Si no te dan cita en 15 días y mañana vuelves a llamar y te tiras un mes para que te den una cita, ¿ese tiempo no computa?"
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CSIF, la central especializada en el sector público, también cree que el plan necesita mejoras porque sobrecarga "aún más a los profesionales de este nivel asistencial y hace recaer en sus espaldas la recuperación de la atención presencial a la ciudadanía en los centros de salud andaluces". Para el presidente del Sector de Sanidad de CSIF Andalucía, Victorino Girela, "dicho plan genera además serias dudas jurídicas en cuanto a las funciones que desempeñan algunos profesionales y que son propias de otras categorías". "Un plan de este tipo no puede acometerse sin un aumento de plantilla que afecte a todas las categorías y especialmente a algunas que tienen cifras raquíticas", agrega en una nota.