Tras una semana plácida para el PSOE, para el Gobierno y para Pedro Sánchez por el debate del estado de la nación, este lunes la situación interna empañó los días pasados. La vicesecretaria general de los socialistas, Adriana Lastra, anunció su dimisión alegando motivos personales y de salud. Unos hechos que son incuestionables pero que llegan también en mitad de una crisis en la dirección de Ferraz que ha permanecido muy soterrada hasta las últimas semanas. Sánchez tendrá ahora que decidir, como apuntan algunas fuentes consultadas, si las funciones del cargo de 'número dos' son repartidas entre otros dirigentes o si hay una persona que sustituya totalmente a Lastra. 

La salida de Lastra facilita que haya más cambios en la dirección de Ferraz sin que la tensión termine de estallar. Esa es una de las interpretaciones que existen en estos momentos en el partido. Es decir, que la dirigente asturiana se aparte "pone las cosas mucho más fáciles", según un reconoce uno de los dirigentes consultados. La decisión de la hasta este lunes vicesecretaria general se produce en un momento en el que las relaciones con Santos Cerdán, secretario de organización, "no eran las mejores", según reconocen algunas voces consultadas. 

"Habrá más novedades", destaca otra de las personas de la dirección socialista. La incógnita es saber si la reestructuración llegará antes de las vacaciones de agosto, o ya en septiembre. Orgánicamente el nombramiento de una nueva persona que asuma la vicesecretaría general se tiene que hacer a través de un Comité Federal. También podría decidirse en una Ejecutiva y ser ratificado a posteriori. 

Para algunos dirigentes socialistas la salida no ha sido una sorpresa y se veía venir. "Era necesario y en algún momento iba a pasar. El momento es bueno", afirma una de las personas consultadas. "El partido necesita un impulso", añade otro. Estas opiniones coinciden en destacar que en septiembre comenzará una nueva etapa en el partido. 

El resultado de las elecciones en Andalucía el pasado 19 de junio, el peor de la historia en el PSOE, puso ya en alerta a Ferraz. Algunas de las peticiones tenían que ver con que no se rentabilizaba la acción de Gobierno o que hacía falta más calle. La conexión y organización con los territorios es también puesta encima de la mesa como mejorable. 

Las funciones de la vicesecretaria general podrán ahora, según considere Sánchez, ser repartidas entre otros dirigentes para repartir el poder que deja Lastra. Estas funciones tienen que ver, entre otras, con la comunicación y con la relación con las portavocías. O bien simplemente se puede nombrar a otra persona. Esa es una de las grandes incógnitas de la remodelación que tiene en mente el presidente. Unos cambios que también podrían afectar a la portavocía del partido, actualmente en manos de Felipe Sicilia, persona muy cercana a Lastra. 

Todos los movimientos internos que haya, según destacan las voces consultadas, estarán enfocados, eso sí, en preparar bien al PSOE para la gran batalla electoral de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, antesala de las generales. Hay quien, en Ferraz, hace también una lectura en clave personal de la decisión de Lastra en este sentido. Es decir, que, ante la presión de los próximos meses y la intensa actividad que viene por delante, "ha decidido no perjudicar al partido". 

Una gran mayoría de dirigentes del PSOE, Sánchez incluido, ha querido reconocer en las redes sociales el papel de Lastra al frente de su cargo en el PSOE. "Eres una socialista ejemplar. Gracias a tu compromiso y entrega durante todos estos años el cambio en el PSOE y en España fue posible. Seguiremos trabajando juntos", escribió el presidente. 

El núcleo de confianza de Sánchez cambia

La salida de Lastra certifica el cambio en el núcleo de confianza del presidente del Gobierno desde que ganara un proceso de primarias histórico hace cinco años. La exdirigente, que todavía conservará su acta como diputada en el Congreso, fue una de las coordinadoras del equipo de campaña de 2017 que ganó a Susana Díaz.

Otros nombres de aquel equipo que ya no están en primera línea política son José Luis Ábalos, Carmen Calvo o Juan Manuel Serrano y, en distinta medida, Iván Redondo. Sí que permanece muy bien situado precisamente el mencionado Cerdán. Ábalos fue sustituido del Gobierno, al igual que Calvo, hace un año. Posteriormente dimitió como secretario de organización, siendo sustituido hasta hoy por Cerdán. 

Lastra lleva afiliada al PSOE desde su juventud. Natural de Ribadesella, Asturias, fue allí donde comenzó su carrera política en primera línea. Fue diputada autonómica entre 2007 y 2015. Ese año llegaría al Congreso. Tras ganar Sánchez la Presidencia del Gobierno gracias a la moción de censura a Mariano Rajoy, la asturiana ejerció como portavoz del grupo socialista en la Cámara Baja.

Este cargo lo compaginó con el de vicesecretaria general hasta el pasado mes de septiembre cuando fue sustituida por Héctor Gómez en la portavocía parlamentaria. Ha sido una de las personas que mejores relaciones ha tenido con ERC por su sintonía personal con Gabriel Rufián. Gracias a ella, reconocen en Ferraz, se han conseguido desatascar algunos asuntos en los últimos tiempos. 

La posible remodelación del Gobierno, justo un año después de la anterior, también ha sobrevolado el ambiente en Moncloa. La incógnita es si con los cambios que todo el mundo prevé en Ferraz próximamente será suficiente o las decisiones afectarán también al Ejecutivo. "Hay mucha incertidumbre con eso en concreto", reconoce un dirigente. 

De momento, la agenda de Sánchez es intensa en los próximos días. Este lunes ha viajado a Extremadura para visitar las zonas afectadas por los incendios e inaugurar una nueva línea ferroviaria. En el horizonte está también la celebración, la semana que viene, de una cumbre Hispano-Polaca en Varsovia. Y, aunque él no vaya a participar de manera directa, una esperada Mesa de Diálogo con la Generalitat de Catalunya.