Sánchez se mantiene firme en su "no" a Rajoy frente a los barones socialistas críticos
El líder socialista convoca al núcleo duro de la ejecutiva socialista y del grupo parlamentario el mismo día en que el PP debate su respuesta a las condiciones de Rivera para la investidura del candidato conservador.
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MADRID.— Pedro Sánchez no cede ni un milímetro. Los diputados del grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados votarán “no” en el debate de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Es una decisión firme y nada ha cambiado desde que el comité federal del PSOE, máximo órgano entre congresos, respaldó por unanimidad la propuesta que planteó el propio Sánchez el pasado 9 de julio.
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"Nadie le pidió al PP que se abstuviese para permitir la investidura de Pedro Sánchez en la pasada legislatura”
Dirigentes regionales como el extremeño Fernández Vara, o el castellanomanchego García Page —presidentes de sus respectivas comunidades— fueron especialmente activos solicitando la abstención socialista en la votación de Rajoy aludiendo al “sentido de Estado” del PSOE.
También Ciudadanos, machaconamente, viene reiterando una y otra vez la necesidad de la abstención socialista. Rivera ha apelado incluso al contenido del pacto que firmó con Sánchez para respaldar su investidura en la pasada legislatura como argumento para que, en esta ocasión, esos contenidos sean tenidos en cuenta a la hora de hacer un pacto de gobernabilidad con Rajoy.
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El PP ha respondido ipso facto diciendo que Rajoy es su candidato “hasta el final”
Hay que recordar que en 1981, tras el intento de golpe de Estado del 23-F, a nadie se le ocurrió plantear una abstención de la bancada socialista para facilitar la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del Gobierno, siendo una situación tremendamente más delicada que la actual. Los 116 diputados socialistas –también los 21 del PCE – votaron en contra dos días después de la intentona militar.
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El dirigente del PSC considera que una alternativa para intentar asegurar una investidura consiste en que el PP proponga a un candidato diferente a Rajoy para así negociar apoyos extra. O, en su defecto, apostar por un candidato independiente —la Constitución no exige que el candidato a la investidura como presidente del Gobierno deba tener la condición de diputado—. El PP ha respondido ipso facto diciendo que Rajoy es su candidato “hasta el final”.