Sánchez afronta unas negociaciones de Gobierno que se resolverán al límite de tiempo
"Sin prisa pero sin pausa" es una de las máximas de Moncloa y Ferraz a la hora de negociar con el resto de fuerzas políticas. Los socialistas asumen que ERC, Junts, PNV, EH Bildu o BNG harán propuestas de máximos en un primer momento.
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madrid,
Tres meses. Hasta el 27 de noviembre. Ese es el tiempo exacto con el que cuenta el presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, para tratar de formar Gobierno. Siempre y cuando, como todo parece indicar, Alberto Núñez Feijóo consume su investidura fallida los días 26 y 27 de septiembre.
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Que Sánchez cuente con todo ese margen no quiere decir que la investidura hipotética, pero posible, del actual líder del Ejecutivo, se tenga que demorar hasta entonces. Los socialistas ya trabajan con "discreción" para negociar los apoyos necesarios. "Sin prisa pero sin pausa", es la máxima de los dirigentes de Ferraz. Pero el partido asume que las conversaciones se llevarán al límite.
Lo lógico es que el rey Felipe VI convoque nuevas consultas con los partidos nada más fracasar la investidura del máximo dirigente del PP. Está por ver si en ese momento ya el PSOE ha cerrado o firmado acuerdos claros con alguno de los partidos que necesita: Sumar, ERC, EH Bildu, PNV, Junts y BNG, para ser exactos.
Con ninguno de ellos se ha firmado nada en concreto sobre la investidura. Ni siquiera con la coalición que lidera la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, que tampoco pretende ponérselo fácil al PSOE.
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Sí que los socialistas consiguieron una amplia mayoría en favor de su candidata a la presidencia del Congreso, Francina Armengol. Un primer paso, ligado además a facilitar la conformación de los grupos parlamentarios propios de Junts y ERC.
Aquella negociación no se cerró por completo hasta prácticamente el final. De hecho hubo cierta incertidumbre hasta pocas horas antes, especialmente desde el partido que lidera Carles Puigdemont. Una situación que podría repetirse en las próximas negociaciones. Todo forma parte, según Ferraz, de la "liturgia" habitual de este tipo de procesos.
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Es decir, todos los partidos "quieren tener su protagonismo especial" en este proceso de investidura complejo, según destacan las fuentes socialistas consultadas. El reto del PSOE es "cuidar" por igual, o casi, a todos sus potenciales aliados.
A la mayoría de los grupos parlamentarios ya los conocen a la perfección por todo el trabajo realizado durante la pasada legislatura. A Junts, menos, ya que hasta la pasada semana no lograron arrancar un acuerdo. Este trabajo y experiencia previas serán "clave" para que las conversaciones lleguen a buen puerto.
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Los socialistas asumen que van a quedar muchos asuntos "para el final". Ya que la dinámica habitual en este tipo de negociaciones es que se apuren los plazos porque se piensa que así pueden conseguir más asuntos concretos en su favor.
Hay otro factor a tener en cuenta que destacan en el PSOE. Se trata de la cercanía de las elecciones en Euskadi y Catalunya. Especialmente pronto serán las primeras, casi seguro en junio del año que viene. Las catalanas no tendrían que ser hasta 2025 pero en el ambiente se habla de un posible adelanto.
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De esto modo, consideran los socialistas que todos los partidos, PNV y EH Bildu por un lado y ERC y Junts por otro, tienen que jugar al alza para contentar a su electorado de cara a las próximas autonómicas. En paralelo a las negociaciones, en el PSOE no van a parar su empeño por tratar de desgastar a Feijóo.
Por un lado, rechazan de plano la hipótesis de que haya socialistas que se conviertan en tránsfugas. Lo ha deslizado el PP y el PSOE lo está denunciando. Por otro, recuerdan que el líder de los populares no tiene más apoyos que los de Vox y que además, como destacó en una entrevista con Público la portavoz socialista Pilar Alegría, debería estar inhabilitado para ejercer como presidente del Gobierno.
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De la amnistía al AVE vasco
Entre las peticiones del resto de grupos para apoyar la investidura de Sánchez destacan principalmente las realizadas por Junts o ERC. Van desde el referéndum de autodeterminación para Catalunya, totalmente imposible según el PSOE al no tener hueco en la Constitución, hasta una amnistía para los responsables del Procès, incluido Puigdemont.
A falta de ver cómo se concreta esa petición, en el PSOE ya no rechazan de plano esa posibilidad. El encaje jurídico será lo relevante. Mientras tanto, el PNV ha explicitado tres demandas históricas: el traspaso de las competencias de la Seguridad Social al Gobierno Vasco, la reforma de su estatuto de autonomía y acelerar las obras del AVE vasco.
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Más discretos han sido en EH Bildu, un grupo que ha arrancado varios acuerdos sociales esta última legislatura. Por su parte, en el BNG han puesto sobre la mesa fortalecer el autogobierno de Galicia con un "nuevo estatus" que permita el reconocimiento como nación de su comunidad autónoma.