Rufián: "¡Dejen de perseguir impresoras y persigan a los corruptos y a los ladrones!"
El conflicto abierto por la convocatoria del referéndum independentista en Catalunya protagoniza una tensa sesión de control en el Congreso con la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y los diputados Domènech y Rufián como actores principales
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La situación en Catalunya ha centrado la atención en la sesión de control al Gobierno en la vuelta del curso parlamentario. El choque de trenes entre Madrid y Barcelona se ha puesto evidencia en la primera ocasión en la que el Ejecutivo ha estado sometido a las preguntas de el reto de las bancadas.
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Sin embargo, las preguntas desde la oposición han estado divididas: mientras socialistas Ciudadanos han mostrado su apoyo a Rajoy, desde Podemos-En Comú Podem-En marea y ERC las críticas han sido muy duras ara el Ejecutivo, especialmente concentradas en la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
"¡Dejen de perseguir impresoras y persigan a los corruptos y a los ladrones!", ha clamado el diputado de ERC Gabriel Rufián al tiempo que mostraba desde su escaño una pequeña impresora doméstica. “Este es el cuerpo del delito”, ha insistido el parlamentario republicano catalán. "Lo confieso y espero que no me detenga: yo ya tengo una papeleta. Nos vemos en las urnas". ha reiterado en su cara a cara con la vicepresidenta del Gobierno.
Sáenz de Santamaría, que ya había tenido un duro enfrentamiento previamente con Xavier Domènech sobre el mismo tema, no se ha quedado atrás. Y como lo había hecho en su intervención anterior ha vuelto a reiterar que en las sesiones del Parlament de la semana pasada "con la actuación de presidenta Forcadell se ha matado a la democracia. Y usted, con su teatrillo, viene todas las semanas a sepultarla".
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La número dos del Gobierno ha sostenido que "el mejor termómetro para calibrar la calidad de una democracia es el respeto a los discrepantes. Y la mejor prueba es usted que puede venir aquí incluso con una impresora: la semana pasada los discrepantes no pudieron ni tomar la palabra en el Parlament. Esa es la diferencia", ha insistido Sáenz de Santamaría.
Momentos antes, el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, recriminó a la vicepresidenta emplear úbnicamente el recurso de los jueces para combatir el proceso soberanista catalán en lugar de sentarse a negociar. "¿Por qué solo los jueces?", ha preguntado directamente antes de recordarle la cantidad de procesos e impugnaciones entablados.
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Su interpelada le ha respondido alegando que esas acciones se limitan a cumplir y respetar las leyes "que nos obligan a todos". Domènech ha anunciado en su intervención que hoy mismo los 69 diputados de su grupo registrarán una petición de comparecencia urgente del presidente del Gobierno ante el pleno para debatir la situación en Catalunya. "Ustedes pasarán a la historia por echar gasolina al fuego en Catalunya", ha recalcado el parlamentario catalán.
La vicepresidenta, muy jaleada desde la bancada popular (por encima e su jefe de filas) no se ha arredrado a la hora de contestarle. "Dejen de tomar al Gobierno como excusa de sus indecisiones. ¿Usted es demócrata a tiempo completo o solo a tiempo parcial? [grandes protestas desde la bancada del grupo parlamentario morado]. ¡Decídase!, usted no puede colocarse a mitad del camino".
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Con todo, la frase más arriesgada de la sesión matinal la ha pronunciado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, con ocasión de su pregunta al presidente Rajoy. El dirigente de la formación naranja ha llegado a realizar un paralelismo la Yugoslavia federal de 1974 "cuando su constitución reconocía que era una nación de naciones" con las pretensiones que se reclaman actualmente para España. "Y ya sabemos cómo acabaron", ha recalcado entre grandes murmullos y abucheos desde la bancada de la izquierda.
El presidente Rajoy, sin embargo, ha tenido una sesión mucho más relajada que su vicepresidenta. Las preguntas formuladas por el propio Rivera y por la portavoz socialista Margarita Robles han sido más sin lugar a dudas complacientes a la hora de afrontar la situación de Catalunya.
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La portavoz del grupo mayoritario de la oposición, que sigue sin adaptarse a la técnica de las preguntas de la sesión de control (en su primera intervención ha consumido prácticamente todo su tiempo sin dejar margen a la réplica), no ha logrado comprometer a Rajoy con sus críticas a la política social del Gobierno en medio de su declaración de apoyo en el conflicto catalán.
El único brete en el que se ha visto el presidente del Gobierno se lo ha puesto el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien le ha interrogado sobre cómo piensa recuperar los 40.000 millones entregados para el saneamiento del sector financiero.
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Iglesias le ha echado en cara que tanto él mismo, el ministro De Guindos y la vicepresidenta Sáenz de Santamaría "afirmaron que el rescate bancario no iba a costar un euro a los contribuyentes. Ustedes no solo han mentido, cosa que hacen desde que se levantan hasta que se acuestan, han demostrado también que son unos incompetentes".
Rajoy apenas se ha referido al contenido de la pregunta planteada, con continuas referencias a las circunstancias que obligaron al rescate bancario y su necesidad ("igual que hicieron Alemania, Estados Unidos y otros países") para asegurar la recuperación tras la crisis”. Tan solo acertó a decir que “cuando se privaticen las entidades públicas podrá hablarse de resultados”.