Albert Rivera, líder de Ciudadanos, ha asegurado en una entrevista en El Mundo que tanto si hay elecciones como si no, mantendrá su postura de no apoyar al PSOE a la hora de formar gobierno. 

"Oponerse al plan Sánchez y a su banda es lo que quieren nuestros votante", ha asegurado el político durante la entrevista. De esta manera y pese a reconocer los múltiples casos de corrupción en torno al Partido Popular, reconoce que son sus aliados a la hora de formar Ejecutivo: "Me comprometo a formarlo [el Gobierno] con el PP".

Pese a esta declaración de intenciones, Rivera no quiere que se perciba a Ciudadanos como el partido que ha llegado para blanquear a los de Pablo Casado: "Si el PP cree que gobernar con Cs es tapar su basura, se equivoca", asegura. 

Oposición al PSOE

Durante la mayor parte de la entrevista, Rivera se ha querido mostrar como el gran rival político del PSOE, así como rival ideológico: "No se me ocurren dos posiciones más antagónicas hoy que la España de libres e iguales de Cs y la nación de naciones de Sánchez", asegura. 

También reconoce el hartazgo social ante unas nuevas elecciones, que podrían traer un aumento de la abstención: "Muchos españoles están hartos de ir a votar cada dos meses. Hemos votado cuatro veces en dos meses. Los entiendo perfectamente", declara. 

Pese a su alianza con el PP, muestra algunas diferencias de base con los conservadores: "Cs quiere cerrar el Senado y el PP quiere colocar senadores. Lo digo abiertamente y va en nuestro programa: para mí hoy el Senado es una cámara inútil que o se reforma o se cierra. Ese planteamiento reformista choca de plano con el del PP", asegura Rivera. 

Sobre la crisis interna de Cs

Sobre crisis interna de Ciudadanos, que ha tenido su último capítulo con las dimisiones de Javier Nart y Francisco de la Torre, Rivera ha negado la mayor y asegura que su partido ha seguido la ruta establecida: "Ha cambiado la posición de dos o tres personas. Pero el programa es el mismo. Lo que no es legítimo es cuestionar los resultados democráticos de los militantes de un partido y de sus votantes, que conocían una posición nítida cuando fueron a votar", concluye. 

En cualquier caso, Rivera resta importancia a las voces críticas y concluye el debate con una frase lapidaria: "Para querer ser presidente de un país tienes que asumir que por el camino te sentirás defraudado o perderás la confianza en gente".