El rey llama a anteponer España a intereses personales y tacha de "error" el desafío soberanista catalán
Felipe VI avisa de que cualquier otro proyecto fuera del actual "orden constitucional" sólo conduciría al país a la "decadencia, al empobrecimiento y al aislamiento".
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MADRID.- España por encima de cualquier otra cosa. Esta ha sido la idea machacona del mensaje del rey de este año, el segundo que pronuncia Felipe VI tras la abdicación de su padre, Juan Carlos I, en junio de 2014. El monarca ha centrado su discurso, básicamente, en un solo eje: la unidad de España. Entre sus palabras, plagadas de generalidades, se han quedado fuera referencias directas a la corrupción. Del mismo modo, el apartado económico apenas ha ocupado espacio ante expresiones como "la grandeza de España" y "el interés general de los españoles" que ha enfrentado al desafío soberanista de Catalunya que ha llegado a tachar de "error".
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"Ser y sentirse español, querer admirar y respetar a España, es un sentimiento profundo, una emoción sincera y es un orgullo muy legítimo"
El monarca ha utilizado sus primeras palabras para vincular el escenario ─un Palacio "símbolo de nuestra historia─ con la "necesidad de ensalzar todo lo que somos, lo que nos hace ser y sentirnos españoles".
El rey avisa de que la "ruptura de la Ley", en referencia al proceso soberanista en Catalunya, "es un error de nuestro pasado que no debemos volver a cometer"
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"Respetar nuestro orden constitucional es defender la convivencia democrática (...) defender los derechos y libertades de todos los ciudadanos y es también defender nuestra diversidad cultural y territorial", ha dicho. En este punto, ha recordado que la "ruptura de la Ley", en clara referencia, sin mencionarlo, al proceso soberanista en Catalunya, "es un error de nuestro pasado que no debemos volver a cometer".
"Todos deseamos un crecimiento económico sostenido. Un crecimiento que permita seguir creando empleo —y empleo digno—"
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"Todos deseamos un crecimiento económico sostenido. Un crecimiento que permita seguir creando empleo —y empleo digno—, que fortalezca los servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación, y que permita reducir las desigualdades, acentuadas por la dureza de la crisis económica", ha asegurado el monarca.
Discurso íntegro del rey:
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