El rey, dispuesto a hacerse la prueba de paternidad en el caso de la belga Sartiau
'El Mundo' asegura que Juan Carlos prefiere enfrentarse a la polémica que crearía el análisis de ADN que a las consecuencias jurídicas denegarse a él. Está convencido de que la demanda que fue admitida por el Supremo se archivará.
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MADRID.- Entre lo malo y lo peor, mejor quedarse con lo malo. Esa es la actitud que, al parecer, habría elegido el rey emérito para enfrentarse al caso de la belga Ingrid Sartiau, cuya demanda de paternidad fue admitida por el Tribunal Supremo recientemente. Al parecer, según informa este domingo el diario El Mundo, Juan Carlos estaría dispuesto a someterse a las pruebas de paternidad para no levantar más sospechas en su contra.
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Y es que Juan Carlos —que siempre ha negado, en privado (en público ya no habla), cualquier acusación a este respecto— está convencido, asegura El Mundo, de que la demanda interpuesta por Sartiau correrá la misma suerte que la del otro presunto hijo del monarca, Albert Solá, y será, finalmente, archivada.