El fallecimiento del titular del Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, Juan Antonio Ramírez Sunyer, que investigaba la logística del 1-O, retrasará la toma de decisiones importantes, como la citación de investigados o la posible investigación de nuevos implicados, incluso de la conclusión de la causa, a la espera de la llegada de un nuevo juez titular.

Sin embargo, el juez de refuerzo asignado el 31 de octubre por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para ayudar a Ramírez Sunyer se ocupará de tramitar la causa para que no quede en un punto muerto y siga avanzando, han informado fuentes judiciales.

La plaza de este juzgado de instrucción, que ha quedado vacante, se abrirá a un concurso que depende del CGPJ y cuando se escoja un sustituto y se publique su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado (BOE), éste retomará la investigación. No obstante, antes de tomar decisiones el nuevo titular deberá estudiarse una causa que cuenta con miles de folios y varias decenas de partes personadas.

El 31 de octubre el Consejo acordó dotar a este Juzgado de un refuerzo integral asignándole al titular del Juzgado de Instrucción 3 de Terrassa (Barcelona), Sergi Gustau Casares Zayas, que deja temporalmente ese destino para incorporarse de forma plena al Juzgado 13.

Estaba previsto que este juez se ocupara de todos los asuntos a excepción de la instrucción de las Diligencias Previas 118/2017, seguidas por delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación, desobediencia y revelación de secretos, que debía seguir exclusivamente el juez Ramírez Sunyer, aunque ahora este juez sustituto asumirá las cuestiones de tramitación.