El reparto de escaños pone a prueba la 'amistad' entre el PP y Ciudadanos antes de votar la investidura de Rajoy
La antigua Convergéncia recurre a una norma de hace 30 años para disponer de más tiempo en sus intervenciones en los debates parlamentarios para no colapsar el reparto interno en el grupo Mixto
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MADRID.- La solidez de la buena sintonía entre el PP y Ciudadanos se pondrá a prueba antes del debate de investidura de Mariano Rajoy, previsto para el martes de la próxima semana; incluso antes de que concluyan las intensas conversaciones que mantienen ambas formaciones políticas para unir sus votos en apoyo del candidato conservador. La ocasión será este martes en la reunión que mantendrá a mediodía la Mesa del Congreso de los Diputados.
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Esta disputa ha provocado que la reunión de la Mesa se haya retrasado diez días con el propósito de que ambas partes se pusieran de acuerdo. Pero no ha sido así y a última hora de la tarde del miércoles las divergencias entre ambos grupos se mantenían, por lo que la Mesa deberá tomar inexorablemente una decisión este jueves.
Esta situación pondrá en un brete a los tres miembros del PP en la Mesa que, junto a los dos que tiene Ciudadanos, conforman la mayoría resultante del acuerdo alcanzado entre ambas formaciones para evitar una mayoría de izquierdas en este órgano de dirección. Sin embargo, fuentes parlamentarias consideran “más razonable” la propuesta del grupo Mixto que la oposición de Ciudadanos.
El grupo Mixto exige dos salidas al pasillo de la derecha del queso central del hemiciclo, una propuesta que resta a la formación naranja presencia en esa zona central, considerada muy mediática en los planos de televisión. En consecuencia, Ciudadanos se opone frontalmente.
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Ahora, los diputados convergentes quieren recuperar aquella figura que permitió a esas dos agrupaciones de diputados, pese a estar integradas formalmente en el grupo Mixto, a disponer a tres cuartas partes del tiempo de intervención que le corresponde a un grupo parlamentario constituido como tal. En este caso, el tiempo “añadido” que se los ex convergentes solicitan a la presidenta Pastor mediante esa figura de la agrupación no es tan elevado, según las fuentes consultadas. “Se trata de que dispongan de unos minutos fijos adicionales (se estima que al menos tres) a los que les corresponderían por el reparto interno de los tiempos asignados a cada grupo parlamentario”, según explican las citadas fuentes parlamentarias.