Renfe solo tiene un tren para el AVE a León que acaba de inaugurar Rajoy
La nueva línea de "alta velocidad" a partir de Valladolid no puede superar los 200 kilómetros por hora al no disponer hasta dentro de ocho meses del sistema de seguridad homologado para llegar a los 300 kilómetros por hora.
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MADRID.- La línea de alta velocidad (LAV) ferroviaria ha llegado este martes desde Madrid hasta León, pasando por Palencia, pero lo ha hecho sin excesivo brillo pese a ser un día histórico para ambas ciudades, tradicionalmente mal comunicadas con Madrid y el noroeste de la península. Se trata de la mayor penetración de esta infraestructura hacia el norte que quedará completada antes del acabar esta década.
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Y eso que al acto ha asistido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien trasladó este ceremonial previsto para el pasado jueves "para no interferir en la campaña electoral catalana (sic)", según fuentes oficiales, acompañado de la ministra de Fomento, Ana Pastor, y de las direcciones de Adif y Renfe. En esta ocasión no ha asistido ningún miembro de la familia real.
Se trata de un tren AVE de la serie S-112, fabricado por el consorcio hispanocanadiense Talgo-Bombardier, conocido familiarmente como "pato". En concreto, el tren asignado es el número 19, el que ha realizado este martes el trayecto inaugural de ida y vuelta, uno de los 30 trenes que Renfe encargó para puesta en marcha de la línea de alta velocidad entre Madrid y Valencia, el 19 de diciembre de 2010.
La razón no es otra que el sistema de seguridad empleado. La alta velocidad tiene asignado un sistema sofisticado, el ERTMS (siglas en inglés de Sistema de Gestión de Tráfico Ferroviario Europeo) que requiere "unos meses de ensayo desde la puesta en marcha de la línea. Hasta dentro de unos ocho meses no estará operativo; de momento se utiliza el sistema ASFA que limita la velocidad hasta los 200 kilómetros por hora", dijo un responsable de ADIF a Público.
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Esta circunstancia es la misma que se produjo en 2012 con la puesta en marcha de la línea de alta velocidad entre Madrid y Alicante, en el tramo entre Albacete y la ciudad mediterránea. En aquella ocasión la nueva línea se estrenó con trenes Alsthom que entraron en servicio en 1992 con el primer AVE entre Madrid y Sevilla.
Esas han sido las manifestaciones más palpables del viaje inaugural porque tanto en Palencia como en León los ciudadanos que se han acercado a ver el acontecimiento han estado relegados fuera de las estaciones y alejados de donde se celebraban los actos formales -en Palencia el descubrimiento de una placa situada en un lugar provisional-.