Rajoy reconoce que no tiene un plan B para evitar unas terceras elecciones y vuelve a culpar a Sánchez
Feijóo le advierte de que la inestabilidad en Madrid no debe afectar al voto de los gallegos: "Galicia no depende de nadie, Galicia vota Galicia"
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PONTEVEDRA.- Dos hombres y un destino pero dos objetivos diferentes. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el candidato popular a la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, lograron ayer abarrotar la plaza de toros de Pontevedra con más de 10.000 personas -12.000 según el vicepresidente gallego, Alfonso Rueda- en el mitin central de los populares en las autonómicas gallegas. El acto se programó al principio de la campaña, para evitar, probablemente, que la inestabilidad en Madrid obligue a Rajoy a llegar a la comunidad a media carrera con malas noticias. Buen regalo para Feijóo, que hoy cumplía 55 años y a quien, antes de hablar, le corearon un sentido y atronante "Cumpleaños Feliz" a capela y a ritmo de bandurria tunera.
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Son objetivos diferentes, sí, pero los destinos de Rajoy y Feijóo van unidos como el de Butch Cassidy y The Sundance Kid. El primero sabe que buena parte de sus posibilidades de quedarse en La Moncloa pasan por una victoria por mayoría absoluta en Galicia, que las encuestas auguran pero que la inestabilidad en el Gobierno del Estado podría complicar. El destino de Rajoy está ligado al de Feijóo, y por eso el líder popular hizo un guiño a la audiencia repitiendo a su manera aquella frase que el ex ministro de Fomento socialista de Fomento, José Blanco, le dirigió al entonces alcalde de Madrid, el popular Alberto Ruiz Gallardón, quien aspiraba hace unos años a suceder a Rajoy, "Si a mí me va bien, a tí te irá bien", le dijo Blanco en aquella ocasión. "Lo que es bueno para mí es bueno para tí", versioneó en Pontevedra el presidente en funciones.
"Galicia sí, Galicia sí, Galicia sí". Ese fue el leit-motiv del discurso de Feijóo
La organización planteó un mitin-espectáculo con speaker al estilo de la NBA, intercalando vídeos con gráficas de la supuesta mejora económica, y presentando a los animadores del cotarro a ritmo del alegre himno con el lema de campaña del PP: "Galicia sí, Galicia sí, Galicia sí". Ese fue el leit-motiv del discurso de Feijóo: Galicia. Su objetivo, porque, según insinuó entre líneas, no tiene intención alguna de moverle la silla a Rajoy ni postularse para sustituirlo. "No tengo más compromiso que el compromiso con mi tierra", dijo. Y también advirtió de que el sufragio de Galicia no debe depender de que Rajoy logre formar Gobierno en Madrid y evitar unas terceras elecciones. "Políticamente, Galicia no depende de nadie. Galicia vota Galicia", subrayó. También arrancó suspiros entre el auditorio cuando reconoció que tuvo mucha dudas sobre la posibilidad de presentarse a un tercer mandato, porque en algún momento sintió que le podían fallar las fuerzas. "Pero cuando uno siente un compromiso ineludible con su pueblo, cuando uno ve las caras de la gente en las calles, agradeciendo o criticando, vemos el futuro. Pero ojo, que estamos como en el 2009 -cuando obtuvo su primera mayoría absoluta-. Empezamos desde cero: sin ningún voto, sin ningún escaño. No os dejéis llevar por el optimismo ni por el pesimismo".