Rajoy, recibido en Pontevedra entre aplausos y gritos de "bienvenido": "Ésta es mi casa"
Acompañado de Arenas
Publicidad
Actualizado:
PONTEVEDRA.- El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha sido recibido entre muestras de apoyo, aplausos y gritos de "bienvenido" al llegar al auditorio donde este sábado se celebra el congreso del PP de Pontevedra en el que el vicepresidente de la Xunta y secretario general del PPdeG, Alfonso Rueda, tomará las riendas de la formación provincial de Rafael Louzán tras 16 años.
En su primera visita a Pontevedra, tras ser declarado persona non grata por el Ayuntamiento debido a la prórroga a Ence y entre fuertes medidas de seguridad —aún en la mente de los populares está el puñetazo que un joven propinó al presidente en la campaña—, Rajoy ha llegado al congreso a media mañana y, a preguntas de los periodistas, ha asegurado que le sienta "estupendamente" estar "en casa".
Publicidad
"Me siento estupendamente, ésta es mi casa y aquí he vivido muchos años; mi padre vive en esta calle al final... Estoy en mi casa y me siento muy bien"
"Me siento estupendamente, ésta es mi casa y aquí he vivido muchos años; mi padre vive en esta calle al final... Estoy en mi casa y me siento muy bien, la pena es no poder venir más", ha reconocido Rajoy, antes de entrar en un recinto en el que los suyos le han dado un fuerte aplauso y le han brindado gritos de "presidente".
Acompañado de Arenas
Preguntado acerca de si se siente respaldado por los pontevedreses, ha replicado que "sí, siempre". "Hemos ganado las últimas elecciones generales", ha recordado Rajoy, antes de afirmar que se encuentra "satisfecho, como siempre". "En mi casa", ha zanjado, antes de entrar en la sede de Afundación, con el también dirigente popular Javier Arenas, que le acompaña este fin de semana en Pontevedra.
Publicidad
Carta a los pontevedreses
Precisamente, este sábado Rajoy ha dirigido una misiva a los pontevedreses en la que reivindica sus vivencias personales y aprendizaje en la ciudad donde echó sus "raíces" y advierte que "nunca" renunciará a Pontevedra. En ella, defiende, tiene a sus amigos y conoció a su esposa, aprendió "casi todo" lo que sabe de política y a ella vuelve siempre que puede.