Rajoy obvia el recelo de sus 'barones' y participará activamente en la campaña del 24-M
El presidente del Gobierno estará en todas las comunidades y en las principales ciudades. Génova busca unificar el mensaje en torno a la recuperación económica.
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MADRID.- Año 2012: el Gobierno de Mariano Rajoy aborda su primer año de legislatura renegando del programa electoral del PP con el que ha obtenido una mayoría inédita en 2011. En marzo, Javier Arenas pierde las elecciones a pesar de obtener el mejor resultado de la historia del PP andaluz, aunque sin que le resulte suficiente para gobernar. En octubre, Alberto Núñez Feijóo -delfín de Rajoy por excelencia- emprende una campaña electoral para las elecciones gallegas del 21-O en la que llama la atención de la distancia que toma de Rajoy (gallego también), del Gobierno y hasta del partido. "Galicia primeiro. Feijóo 2012" es el lema; el cartel de presentación, con el rostro de un sonriente presidente de la Xunta de Galicia, no se incluyen las siglas del PP. Feijóo revalida e incrementa la mayoría absoluta del PP en O Hórreo -sede del Parlamento gallego- con 41 escaños aunque pierde 130.000 votos respecto a 2009.
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A algún candidato que ha querido ir por libre en el diseño de su campaña, le han parado los pies desde Génova cuando ya tenía contratado a personal externo
La de Feijóo es el mejor ejemplo de lo que los barones del PP llaman una campaña "personalizada". Está en el recuerdo de todos, además, porque es la que ellos quieren hacer para atraerse el voto de los fieles, descontentos, esquivos o abstencionistas; de los mismos, en definitiva, que les votaron en 2011 y dieron a los conservadores la mayor cuota de poder territorial de la historia. En Extremadura, el presidente de la Junta, José Antonio Monago, por ejemplo, ya la está haciendo, pidiendo, sin ir más lejos, "el voto de los socialistas de centro". O tomando tanta distancia del PP que no ha tenido reparos en ridiculizar a los andaluces en plena campaña allí de su compañero Juanma Moreno con un vídeo que la cúpula del PP le pidió retirar. No lo hizo y en el partido, nadie lo olvida.
El grueso de los candidatos, sea en comunidades o municipios recela de los planes que, en la sede nacional de la calle Génova, tienen para ellos. A algún candidato autonómico que ha querido ir por libre en el diseño gráfico de su campaña, por ejemplo y según ha podido saber este diario, le han cortado las alas "desde arriba", incluso, con personal externo ya contratado para ilustrar esa imagen personal.
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Aunque siempre existe un margen de autonomía en cada campaña territorial, con componentes más o menos -istas (andalucistas, catalanistas, galleguistas,...), Mariano Rajoy tiene un plan con el que pretende aglutinar el mensaje de sus candidatos. "En eso no habrá variación alguna, por mucho que algunos se empeñen en pedir cambios y lejanía de Madrid al comprobar el desastre andaluz", comenta un diputado muy implicado en la campaña de su territorio. Es decir, el presidente del Gobierno insistirá en vender la recuperación económica; en que el PP es el único partido que sacará definitivamente a España del pozo de la crisis económica, y en que la estabilidad de un Ejecutivo conservador no la aporta ninguna formación más. Así lo explicará el líder del PP a más de medio millar de responsables en la reunión de la Junta Directiva Nacional que se celebra el martes 7, dos años después de la última.
Los candidatos confían en obtener mejores resultados "echándose a la calle" por su cuenta que con actos programados desde Madrid
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La intención de Rajoy es, además, explicar el martes a sus candidatos y dirigentes territoriales que estará en la campaña "como siempre, por supuesto", tal y como dejó claro la semana pasada durante una rueda de prensa en Moncloa. Visitará, al menos, una vez cada comunidad autónoma y las principales ciudades, aparte de Madrid. También los ministros estarán en los actos electorales, cuya puesta escena, eso sí, pretende ser más sobria que la de los grandes mítines electorales. El Gobierno en pleno, en definitiva, se moverá por todos los territorios, como hizo en Andalucía con escaso éxito.