Rajoy no pedirá la dimisión del presidente de Murcia: "No se puede liquidar la presunción de inocencia"
El presidente del Gobierno sale en defensa de Pedro Antonio Sánchez y asegura que su imputación se debe a una persecución del PSOE de Puerto Lumbreras. Niega que vaya a adelantar las elecciones, pero insiste en responsabilizar a los socialistas de la aprobación o no de los Presupuestos Generales del Estado.
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MADRID, Actualizado:
Mariano Rajoy respeta las decisiones judiciales, pero arremete contra la imputación del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, en el caso Auditorio. "Ha habido 17 denuncias y, de ellas, las 16 primeras fueron archivadas. Y todas fueron planteadas por el PSOE de Puerto Lumbreras (localidad de la que Sánchez fue alcalde)", argumentó el presidente.
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El jefe del Ejecutivo aseguró que no pretendía insinuar que se deba a una 'persecución' de los socialistas ("no sé si hay intención o no, que cada uno saque sus conclusiones", dijo), pero sí insistía así en su defensa de la "prudencia".
"No se puede liquidar la presunción de inocencia", destacó en una entrevista en los Informativos de Telecinco. Caso omiso hizo a las peticiones de sus socios de Gobierno en dicha Región, Ciudadanos, para que cumpla con el pacto de investidura y proponga un candidato alternativo. La alternativa es negociar una moción de censura con PSOE y Podemos, pero Rajoy insistió en que "hay que ser justos con la gente; no cuesta tanto", pidió. "¿Le pedirá que deje la presidencia de Murcia?", le preguntaron. "No", respondió él.
En la misma línea siguió contestando al ser cuestionado por la sentencia del caso Nóos. "La gente se ha fijado en otros temas -dijo en referencia a la condena a sólo 6 años de cárcel para Iñaki Urdangarin-, pero la pregunta es: ¿Qué le decimos a esas personas que han sido puestas en la picota y al final han sido absueltas?", se preguntó, haciendo especial mención a la expresidenta del Comité Olímpico Madrid 2016, Mercedes Coghen. "Esa es la conclusión más importante en la que deberíamos pensar todos: no hay que olvidar los derechos de la gente", incidió de nuevo en la presunción de inocencia.
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De la infanta Cristina o de su marido, ni un palabra. Rajoy salió por la tangente y no respondió a si le parece una condena ejemplar o no. "Si yo no respeto las decisiones de los tribunales, ¿quién las va a respetar?", se limitó a responder.
La misma táctica que utilizó para hacerse el sueco respecto al hotel que el exministro José Manuel Soria nunca pagó en Punta Cana, según el juez. "No lo sabía, llevo todo el día en Málaga", se excusó. Y añadió: "Soria ya no está en el Gobierno y se ha ido de la política", dijo para evitar dar más explicaciones.
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En otro orden de cosas, Rajoy negó que tenga intención de adelantar las elecciones -hay quien les ha puesto incluso fecha (el 17 de noviembre)-, pero volvió a responsabilizar al PSOE de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. "Necesito 175 votos para que las enmiendas a la totalidad decaigan -dijo contando ya casi con el apoyo de C'S, Coalición Canaria y PNV-, pero necesito 176 para que se aprueben los dictámenes en Comisión", agregó. "El PSOE tiene que pensar que tiene responsabilidad", resumió.
No obstante, dijo no querer meterse "en los procesos internos de otros partidos", por lo que eludió hablar del acto de Pedro Sánchez, esta tarde, cuando presentó su programa político en el que aboga por reconocer en la Constitución que España es un Estado "plurinacional".
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Eso sí, repitió que no permitirá la celebración de un referéndum en Catalunya, aunque no quiso responder sobre si aplicaría o no el artículo 155 de la Carta Magna para suspender la autonomía. Así, hablar de "tanques en la Diagonal" le parece un "disparate", pero dijo tener la "buena costumbre de no adelantar acontecimientos" para no especificar qué medidas tomaría en caso de que la Generalitat lleve a cabo la consulta. "De momento, nadie la convocado", dejó en el aire.
Del mismo modo, respondió a la gallega sobre los presuntos contactos secretos entre Moncloa y el Palau de la Generalitat. "Si hubiera conversaciones discretas o secretas no las iba a contar yo", apostilló tras responder que "no" se habían producido esos contactos. "Mi postura es conocida: si alguien quiere liquidar la soberanía nacional, conmigo que no cuente", resumió tras insistir en que está dispuesto a hablar con el Govern de Carles Puigdemont pero sólo de "financiación autonómica, pensiones, dependencia y problemas demográficos".
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Tampoco se posicionó ni a favor ni en contra de la propuesta del Banco de España para elevar la edad de jubilación por encima de los 67 años y dejó ese tema en manos de la futura renovación consensuada del Pacto de Toledo. Sí negó, en cambio, que vaya a subir los impuestos para poder financiar las pensiones.
Por último, Rajoy apostó por la "pedagogía" para que quienes se sientan atraídos por la extrema derecha europea que quiere abandonar la UE se sientan disuadidos. "Dígame un lugar del mundo que, en su conjunto, sea mejor que Europa para vivir. [...] Hay que hablar bien de Europa, igual que de España. A quienes nos gusta nuestro país, no caigamos en la tentación de no dar batallas y no hacer pedagogía", pidió. Aunque siguió sin afear a Donald Trump por su política proteccionista y su apoyo al Bréxit o a los movimientos antieuropeístas: "Quiero tener una buena relación con EEUU", concluyó.