Rajoy no tiene ni un minuto en París para acudir al homenaje a Boix, el fotógrafo catalán de Mauthausen
Francia entierra con todos los honores a Francesc Boix, que consiguió las imágenes que probaban los crímenes de los nazis ante la indiferencia de las autoridades españolas.
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MADRID, Actualizado:
Este viernes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acudía a París para mantener una reunión con el presidente del la República de Francia, Emmanuel Macron. También este viernes se celebraba en la capital francesa un emotivo homenaje a Francesc Boix, el catalán que robó en el campo de concentración de Mauthausen las fotografías que probaban los crímenes cometidos por las SS. El homenaje concluía con el entierro de Boix en el cementerio de las celebridades de París ante la presencia de diferentes personalidades como la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, o representantes de la Generalitat de Catalunya.
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#España es un socio leal de #Francia para lograr un objetivo capital: una mayor integración europea. Colaboración mutua y en confianza pic.twitter.com/sdgMNlr6hX
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) June 16, 2017
Mariano Rajoy, sin embargo, decidió ignorar este evento y no encontró ni un solo minuto para rendir ante el único español que declaró en los juicios de Nuremberg contra la cúpula nazi. Y eso que el Congreso aprobó hace 15 días que España enviara una representación institucional. Pero tampoco eso. El Gobierno del Partido Popular limitó su representación a dos miembros de la embajada española en la capital francesa: el cónsul general y el consejero de Cultura.
El homenaje a Boix, tal y como ha informado el periodista Carlos Hernández, consistía en exhumar sus restos de las humilde tumba que los acogía para enterrarlos con todos los honores en el conocido como cementerio de las celebridades de París. Francia ha querido rendir homenaje de esta manera al hombre que hizo posible que los documentos gráficos que mostraban las atrocidades de los nazis.
Su tumba estaba desde julio de 1951 hasta hoy en el camposanto de Thiais. Boix tenía solo 30 años cuando falleció. No superó las secuelas físicas provocadas por los más de cuatro años que pasó en el campo de concentración.