Rajoy niega estar acorralado por la corrupción y dice que hay tiempo para que el PSOE le apoye
El presidente del Gobierno en funciones engrosa la 'política del miedo' al asegurar que se pondría en peligro la estabilidad presupuestaria si Pedro Sánchez pacta con Podemos.
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MADRID.- La trama Gurtel, el caso Púnica, el borrado de ordenadores y el registro a la sede del PP de Madrid. Son sólo algunos de los casos de corrupción en los que los conservadores se han visto envueltos en los últimos tiempos. Pero, pese a todo, Mariano Rajoy no se siente "acorralado" por la corrupción.
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En cuanto a la reunión en sí, no fue más que un diálogo de sordos que ni siquiera comenzó con el típico apretón de manos, sino con un desplante de Rajoy a Sánchez. Como ya se preveía, acabó con un sólo acuerdo: que mantendrán, pase lo que pase, sus pactos de Estado en lo que a lucha contra el terrorismo y unidad de España se refiere. Pero apenas hablaron de sus respectivos documentos con medidas para llegar a un pacto de investidura. Ni reforma de la Constitución, ni regeneración democrática, ni nada. Ni siquiera intentaron convencerse para que uno apoye al otro o viceversa. "No me ha pedido apoyo ni que facilite nada, pero eso ya lo sabíamos", constató Rajoy.
"A nadie nunca se le ocurrió formar un Gobierno que fuera en contra de la fuerza más votada en España", insiste Rajoy
¿El motivo? Ambos siguen enrocados en sus respectivas posturas. De hecho, Rajoy todavía se mostró esperanzado en la posibilidad de llegar a un acuerdo entre PP, PSOE y C's que le permita repetir en el cargo. "Es lo mejor para España", dijo, tras defender que es "el partido más votado" quien debe liderar el Ejecutivo.
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En su propósito para lograrlo, Rajoy decidió seguir acrecentando la 'política del miedo' ya iniciada por algunos miembros de su Gobierno como Fernández Díaz, que aseguró esta semana que ETA estaba deseando un Gobierno de PSOE-Podemos. Rajoy no habló de ETA, pero sí de su "preocupación" por la situación económica de China, Grecia o Portugal, en definitiva, de "las crisis financieras del sur de Europa" donde gobiernan, precisamente, formaciones de izquierda. Sí habló, por tanto, de estabilidad presupuestaria, y alertó de que esa alianza entre Sánchez y Pablo Iglesias podría suponer un "paso atrás" en los "grandes esfuerzos" que su Ejecutivo ha realizado -según su versión- "para corregir el objetivo de déficit".