Los datos del paro han supuesto un alivio para el presidente del Gobierno y para su equipo en pleno, pero también han dado a Mariano Rajoy y a siete de sus ministros (Economía, Luis de Guindos; Hacienda, Cristóbal Montoro; Industria, José Manuel Soria; Empleo, Fátima Báñez; Fomento, Ana Pastor; Agricultura, Miguel Arias Cañete, y Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo) una baza importante con la que enfrentarse a las exigencias que mañana les trasladará Bruselas durante varias reuniones sin precedentes de Rajoy con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, así como de sus ministros con los comisarios del ramo en cada caso.

'Es necesario que Europa cumpla, como lo está haciendo España'. Esta frase, que el jefe del Ejecutivo pronunció en el Círculo de Economía que se reunió el sábado en Sitges (Barcelona) supone el centro del mensaje que Rajoy pretende trasladar hoy a las autoridades europeas y es repetido como un mantra en el seno del PP para describir la estrategia del presidente. Él sabe, sin embargo, que la intención de Barroso y su equipo pasa por insistir al Gobierno español en que acelere los cambios que le ha recomendado la Comisión (reforma de las pensiones, profundizar en la reforma laboral o revisar el IVA y otros impuestos, entre otras), pero el presidente cree que ahora dispone de suficiente fortaleza ('resultados reales' de su política económica) como para imponer su estrategia sin rechazar los deberes de Bruselas.

Con todo, Rajoy y los miembros de su Gabinete desplegarán sus éxitos (reducción del déficit, freno en la destrucción de empleo o reforma financiera) ante Bruselas para pedir que la hoja de ruta aprobada por los Veintisiete hace exactamente un año se cumpla. 'Si Europa crece, España crece: se han dado pasos importantes pero se necesita avanzar en la unión bancaria y fiscal y favorecer la liquidez', advierten los conservadores. En este último punto, Rajoy presentará, por un lado, sus medidas para que las pymes tengan acceso al crédito (triplicar el volumen anual de financiación previsto por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) desde los 10.000 millones de ahora hasta los 30.000 millones; otorgar a los bancos comerciales garantías para las carteras de nuevos préstamos a las pymes, o establecer un programa de ayuda que facilite el acceso a las licitaciones internacionales y el crédito a la exportación) y, por otro lado, su petición para que la financiación acordada para crear empleo juvenil se desbloquee ya (6.000 millones entre 2014 y 2020) y, además, se incremente la que se considera una suma raquítica para el total de jóvenes desempleados en la UE. El Gobierno está convencido de que, gracias al esfuerzo de la sociedad española, los 'desequilibrios económicos' que el PP se encontró en 2011, 'se están corrigiendo a un ritmo muy rápido, a pesar del difícil contexto económico' y de las políticas aplicadas por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, 'basadas en el endeudamiento masivo'.

Rajoy acude a Bruselas, además, con el aval del apoyo del principal partido de la oposición en su batalla para lograr que Bruselas conjugue políticas de financiación y creación de empleo y los inevitables recortes para seguir reduciendo el déficit y abandone definitivamente la estrategia alemana de apostarlo todo a la austeridad. Los términos del pacto entre el Ejecutivo y el PSOE no están cerrados, pero la estrategia común frente a Bruselas se da por hecho en las filas del PP, a falta de una reunión entre Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. El encuentro -del que probablemente se tendrá conocimiento a posteriori- debería celebrarse este mes, antes del Consejo Europeo del 27 y 28 de junio, fecha en la cual la Comisión deberá confirmar si cumple con sus compromisos, aunque sea un año después de adquirirlos.