Rajoy, sobre Bárcenas: "Algunos no tienen de qué hablar"
El presidente del Gobierno clausura la Convención del PP presentándolo ante Aznar como "el del cambio". Acusa a Podemos de "negar méritos a la sociedad española".
Publicidad
Actualizado:
MADRID.- El presidente del Gobierno no ha defraudado a quienes defienden su previsibilidad. En su discurso de clausura de la Convención Nacional del PP y en presencia de José María Aznar, sentado en primera fila y escuchándole atentamente, Mariano Rajoy habló de corrupción a su manera. Asegurando que él ya reconoció los "errores" del PP en este sentido "allí donde reside la soberanía nacional, en el Congreso y en Senado", el jefe del Ejecutivo defendió a su partido -y sí mismo- al afirmar categórico que "cuando este partido ha comprobado alguna conducta punible en sus filas, ha intervenido sin dudarlo".
Publicidad
Casos como el de Bárcenas "invitan a la demagogia más feroz y al oportunismo político de la peor condición", ha dicho Rajoy sin citar al extesorero
Sin embargo, al mismo tiempo, el presidente del Gobierno elevó el tono para decir que no está dispuesto a permitir que la corrupción oculte su gestión y "el cambio hacia la prosperidad", porque casos como el de Bárcenas y la caja B -en la cabeza de todo el plenario- "invitan a la demagogia más feroz y al oportunismo político de la peor condición", advirtió. Rajoy aseguró que no le preocupan "ni las exageraciones interesadas ni las manipulaciones"; le preocupa, sí, que "algunos" de los suyos "no hayan estado a la altura de la trayectoria" del Partido Popular. Con todo, ha dicho "podemos prevenir muchos" de estos casos; "lo estamos haciendo con multitud de reformas", y "debemos castigarlos todos". "Lo importante -ha trasladado Rajoy a su partido- no es tanto lo que otros digan, sino lo que nosotros podamos hacer".
Rajoy: "¿Ha habido o no un cambio en España desde que gobierna nuestro partido? ¿Es que hay alguien capaz de decir que no es un cambio, y un cambio notable?"
Publicidad
A continuación, Rajoy empezó a desgranar la gestión del Gobierno desde su llegada a La Moncloa en 2011, cuando "la economía menguaba" y "estábamos en recesión"; cuando "se hablaba del rescate de España". Y lo hace ahora, dijo, cuando "resulta que sólo España y los EEUU son los únicos grandes países del mundo donde mejoran las previsiones económicas". "¡Qué curioso! -exclamó- ¿Eso también es una casualidad?".
España "es un país con una ciudadanía seria y madura", que sabe que "los problemas no se resuelven con conjuros caribeños"
Publicidad
Rajoy, que ha cumplido a rajatabla los mandatos de Bruselas o Berlín con sus recortes y reformas, advirtió de que "no podemos volver atrás", "tirar por la borda el sacrificio y el trabajo de tantos españoles" o "jugarnos nuestro futuro y el de nuestros hijos a la ruleta rusa de la frivolidad, la incompetencia o el populismo". Con todo, el presidente del Gobierno dijo confiar en que España "es un país serio y con una ciudadanía seria y madura", que sabe como el PP que "los problemas no se resuelven con palabras mágicas, ni conjuros caribeños".
El líder del PP comparó los discursos de Podemos con el sermón que Jesús de Nazaret dio a una gran multitud desde un monte, según recogen los Evangelios
Publicidad
Rajoy terminó su discurso con un consejo a los suyos, muy en la línea de su propia actitud impasible y sin plazos aparentes: "No hagáis caso de lo que hablen. ¡De algo tienen que hablar! Lo único que nos importa es lo que de verdad ocurre en España y, sobre todo, lo que todavía tiene que ocurrir. De lo que digan otros... Dejad que se ocupe el viento".