Puigdemont JxCat y ERC pactan crear en Bélgica "una asamblea y un consejo" pilotado por Puigdemont
Se trata de una estrategia para dar una estructura que permita a Puigdemont mantener su actividad desde Bruselas, mientras que en Catalunya se investiría a un presidente que no fuera él y se formaría un Govern de acuerdo con la legislación actual
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BARCELONA,
El acuerdo de investidura entre JxCat y ERC contempla crear el lunes en Bélgica tres órganos para internacionalizar la República y difundir un proceso constituyente: una Assamblea de Representants de la república, una Presidència del Consell de la República y un Consell per la República, afirma un documento interno de la CUP. Según ha publicado el diario Ara, es una estrategia para dar una estructura que permita a Carles Puigdemont (JxCat) mantener su actividad desde Bruselas, mientras que en Catalunya se investiría a un presidente que no fuera él y se formaría un Govern de acuerdo con la legislación actual.
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El documento recoge, por primera vez por escrito, que el candidato elegido para ser investido en la Cámara sea Jordi Sànchez (JxCat), en un pleno del Parlament que podría celebrarse entre el martes 6 y el miércoles 7 de marzo -las fechas no están cerradas-.
Los tres órganos a crear en Bruselas se asemejan a lo que puede considerarse un Parlament, un presidente y un Govern en el exilio, y que participen tanto miembros de JxCat, la CUP y ERC como representantes de la sociedad civil. Bajo la etiqueta Espai Lliure de Brussel·les, se prevé que los tres órganos actúen para defender la república, y que el Govern formado en Catalunya trabaje con la premisa "legalidad autonómica, obediencia republicana", constata el documento.
Según la propuesta, la Assamblea de Representants de la República estaría formada por diputados, representantes del mundo local y de la sociedad civil, y sus funciones serían elegir a la Presidència del Consell de la República, definir la metodología de un proceso constituyente y "debatir y promover las actuaciones para avanzar hacia el restablecimiento de la República" y su internacionalización.
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En segundo lugar, Puigdemont asumiría la Presidència del Consell de la República y como funciones tendría asumir la representación internacional, convocar la Assamblea e "impulsar políticas concretas y los consensos necesarios para materializar la República".
En tercer lugar, el Consell per la República estaría nombrado por Puigdemont atendiendo a criterios de excelencia y reconocimiento profesional, y, aparte del presidente, estaría formado por tres miembros propuestos por JxCat, tres por ERC y uno por la CUP: sus funciones serían "impulsar el debate constituyente, asesorar al presidente y fomentar acciones para avanzar hacia la República".
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El Espai Lliure de Brussel·les arrancaría -si el acuerdo se cierra- de "forma solemne con un acto celebrado en Bruselas donde participarían los grupos parlamentarios republicanos" e invitados del mundo local, de la sociedad civil, eurodiputados y expresidentes de la Generalitat. El acto sería el lunes 5 de marzo y, en la práctica, también serviría para visualizar que JxCat renuncia a investir a Puigdemont en el pleno del Parlament; luego, el 6 ó 7 de marzo, se investiría a Jordi Sànchez (JxCat) en la Cámara catalana -si obtiene permiso del juez para salir de la cárcel-.
En paralelo a estos tres órganos, en Catalunya se formaría un Govern que trabaje para "la restauración democrática, la internacionalización, un frente común contra la represión, políticas de prosperidad y políticas para contrarrestar el intento de fractura social". Los cupaires explican que ERC y JxCat negocian por su cuenta el reparto de áreas del futuro Govern, y lamenta que no les han hecho llegar "concreciones" del plan de gobierno.
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La CUP recoge en el documento el mecanismo interno para decidir si apoya el pacto de investidura de JxCat y ERC, y establece tres posibles escenarios: apoyar la propuesta aunque no haya acuerdo programático sobre las políticas del futuro Govern; o apoyar el pacto siempre que haya acuerdo sobre el programa; o rechazar la oferta de ERC y JxCat.
La CUP tiene cuatro diputados en el Parlament y plantea varias posibilidades: dar sus cuatro votos e investir en primera vuelta al candidato de JxCat; o dar cuatro abstenciones -eso obligaría a investir al candidato en segunda vuelta-; o dar cuatro votos negativos. En este último escenario, la legislatura no se desencallaría y obligaría a JxCat y a ERC a mover ficha: o hacer nuevas ofertas a la CUP para llegar a un acuerdo, o renunciar a seguir negociando y conducir a Catalunya a unas nuevas elecciones en primavera.