El PSOE y ERC han cerrado un acuerdo para el traspaso de Rodalies, según han confirmado fuentes d’Esquerra a Público. Se trata de una de las carpetas pendientes del pacto global sobre la investidura de Pedro Sánchez, que se prevé dar por cerrado esta misma tarde.

El documento pactado entre los socialistas y los republicanos se titula Culminar el traspaso integral de Rodalies. Según fuentes de la negociación, esto incluiría no sólo el traspaso económico del servicio de trenes, sino también de la infraestructura -vías, trenes y catenarias-, una reivindicación histórica de la Generalitat. El pacto también implicaría más financiación por parte del Estado, pero las fuentes consultadas no han concretado el valor de la inversión.

El traspaso de toda la infraestructura de Rodalies se hará de forma progresiva, es decir, por fases, por su complejidad técnica y operatividad

El traspaso de toda la infraestructura se hará de forma progresiva, es decir, por fases, por su complejidad técnica y operatividad. Uno de los primeros puntos a abordar es la modificación de la Ley Ferroviaria, que ahora no permite realizar el traspaso de las vías consideradas “de interés general”. Por eso, los socialistas planteaban sólo el traspaso de las vías que comienzan y terminan en Catalunya. Una propuesta que ERC rechazó con rotundidad por ser poco operativa, con pocas vías incluidas, y dispersas.

El acuerdo se ha cerrado pese a la oposición de algunos de los sindicatos que operan en Renfe y las reticencias del Gobierno español, que siempre había cerrado la puerta al traspaso del servicio porque era partidario de mantener la titularidad de una infraestructura que consideraba “de interés general para el Estado”.

En principio, el servicio de Rodalies lo seguirá dando Renfe durante el proceso por fases del traspaso y una vez esté culminado, aunque en un futuro la Generalitat no descarta cambiar de operador.

Reivindicación histórica

El traspaso “integral” de Rodalies era una reivindicación histórica de la Generalitat desde la aprobación del Estatut del 2006, que abrió la puerta a este traspaso de competencias. En el 2009 ya se pactó un traspaso del servicio de trenes entre el Ejecutivo español, entonces con Zapatero como presidente, y la Generalitat, pero era parcial y limitado. El Govern asumía la gestión del servicio -horarios, frecuencias, líneas y precios-, la potestad para elegir operador y un traspaso “económico”.

El traspaso “integral” de Rodalies era una reivindicación histórica de la Generalitat desde la aprobación del Estatut del 2006

Ese traspaso “económico” era el dinero que el Estado tenía que dar a Catalunya para pagar al operador -en este caso, Renfe- para sufragar el coste del servicio que no cubre la venta de billetes. Un dinero que se estimaba en unos 300 millones de euros anuales, pero que nunca llegó.

Ese traspaso tampoco incluía la infraestructura. Es decir, no se traspasaban ni las estaciones, ni las vías, ni las catenarias ni los trenes. Y esto es lo que reclamaba de forma insistente la Generalitat, ante las continuas incidencias que registra el servicio. Finalmente, la presión de ERC ha forzado al PSOE a aceptar que el traspaso sea integral, tal y como figura en el título del acuerdo firmado.

Otras cuestiones pendientes

El traspaso “integral” de Rodalies era una de las condiciones que ERC había puesto sobre la mesa lo largo de la negociación y que el partido no pensaba rebajar. Junto con la ley de amnistía acordada y el traspaso de la red de trenes, aún está más cerca el acuerdo entre socialistas y republicanos para la investidura de Sánchez. Quedarían pendientes otras cuestiones como reducir el déficit fiscal y avanzar hacia el referéndum.