PSOE y Sumar, cerca de un acuerdo tras una jornada de intensa negociación
Se espera el anuncio de un acuerdo programático para un Gobierno de coalición este martes por la mañana. Díaz y Sánchez se verán posteriormente en la reunión del Consejo de Ministros.
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madrid, Actualizado:
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han entrado ya en la recta final para cerrar un acuerdo programático sobre el que desplegar un Gobierno de coalición, y el pacto, coinciden ambas partes, parece inminente y es muy probable que se anuncie este martes por la mañana.
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Durante la jornada del lunes los equipos negociadores de PSOE y Sumar han estado conversando de forma intensa, incluso de madrugada, para cerrar el acuerdo, después de que sus líderes, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, se reunieran por la tarde para dar un impulso definitivo al texto.
En el PSOE desde este fin de semana algunas voces apuntaban a que el acuerdo estaría prácticamente cerrado y señalaban que era inminente, cuestión de días o, incluso, de horas. Sin embargo, desde Sumar trasladaban este lunes por la mañana que todavía había una serie de cuestiones que no estaban reflejadas en el programa de Gobierno de manera suficiente para que Díaz pudiera rubricar el documento.
Durante el lunes por la tarde, de noche y de madrugada, los equipos han podido avanzar en la redacción de estas medidas y, a falta de conocer el documento definitivo, muchas de ellas se recogerán en el programa de Gobierno.
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Una de las más importantes para Sumar es la reducción de la jornada laboral. Los de Díaz le han trasladado al PSOE la propuesta de rebajar la jornada a 37,5 horas semanales en 2024 (una duración ya existente en muchos convenios y en el ámbito de los empleados públicos). Después, la idea es seguir reduciendo la jornada de manera paulatina hasta lograr una duración semanal comprendida entre las 35 y las 32 horas (este es un debate todavía por resolver entre los laboralistas).
En el PSOE se mostraron dispuestos a tener este "debate", pero el lunes la vicepresidenta económica del Gobierno en funciones, Nadia Calviño, explicó que habría que remitirlo al ámbito de la negociación colectiva.
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En Sumar consideran que, efectivamente, muchas reducciones de jornada se materializarán como fruto de un pacto bilateral entre trabajadores y empresas, pero insisten en la necesidad de darle un impulso desde el Gobierno para que se hagan efectivas de verdad. El PSOE se habría abierto a este impulso en las últimas horas de negociación.
Escudo social, vuelos contaminantes y vivienda
Otro asunto laboral en el que seguían existiendo discrepancias el lunes es en los despidos. Los socialistas se habrían abierto a revisar las indemnizaciones, pero no compartían con Sumar la necesidad de darle portazo al modelo de cálculo de los días por año trabajado para alumbrar una indemnización más ajustada al perfil del trabajador despedido de forma improcedente (que tenga en cuenta su edad, formación, género y todos aquellos factores que lo hacen más o menos vulnerable en el mercado laboral).
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Los de Díaz insisten en que su modelo base es la Carta Social Europea, que recoge la necesidad de avanzar hacia un despido restaurativo. Este documento reconoce el "derecho de los trabajadores despedidos sin razón válida a una indemnización adecuada o a otra reparación apropiada".
Más allá del ámbito laboral, en Sumar también negociaban con el PSOE la prórroga de medidas como la bonificación del transporte público del último decreto anticrisis o desplegar una reforma fiscal que amplíe tributos como el denominado impuesto a la banca, habida cuenta de que las entidades financieras siguen presentado beneficios de récord en un momento en el que las familias pierden poder adquisitivo.
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Los de Díaz quieren que el programa de Gobierno recoja la reducción de los vuelos peninsulares que tengan una alternativa ferroviaria inferior a tres horas de viaje. En este punto habría un debate sobre la necesidad de abaratar esas alternativas de viaje en tren, ya que las opciones de alta velocidad (las que podrían tardar menos de esas tres horas) tienen en la actualidad un coste demasiado alto para muchos ciudadanos.
Más allá de estas medidas hay una serie de propuestas y de asuntos que se arrastran desde la anterior legislatura y que también son muy relevantes para Sumar, y la vivienda es una de las principales. La negociación en la actualidad se centraría en dos ámbitos: el control de los precios y la vivienda turística. Más factible parece que el PSOE se abra a lo segundo que a lo primero, por las declaraciones realizas sobre esta materia hasta el momento.
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Los arrastres de la legislatura pasada
En el primer caso, los de Díaz piden desplegar ya un índice de precios para poder declarar las denominadas zonas tensionadas mediante las que se hace efectivo el límite a los alquileres. En la ley de vivienda aprobada en la legislatura pasada se avanza que se elaborará este índice, pero de momento no hay ninguna previsión ni proyección de hacerlo.
Respecto a la otra cuestión en materia de vivienda, se negocia la manera de regular y limitar la proliferación de viviendas de uso turístico, un modelo de negocio que tiene un importante impacto en ciudades como Barcelona. De la legislatura pasada también es el denominado estatuto del becario que pretende acabar con el fraude de los falsos becarios y regularizar las prácticas extracurriculares.
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Este estatuto no sólo generaría dudas en el PSOE, sino también en la patronal, aunque el empresariado participó en la negociación de este asunto en el diálogo social con el Ministerio de Trabajo y los sindicatos en la pasada legislatura, en el que se lograron acercar algunas posturas. Los socialistas no quieren abrir más brechas con los empresarios esta legislatura.
La reforma de la financiación autonómica y la derogación de la ley mordaza serían también asuntos pendientes de la pasada legislatura (que estaban incluidos, incluso, en el acuerdo de Gobierno que rubricaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias) que son un escollo para que Sánchez y Díaz cierren su acuerdo.
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En las filas del PSOE sí que consideran que la reforma de la financiación autonómica debe abordarse esta legislatura. Todo pese a que es el PP quien ostenta un mayor poder territorial. Apuntan en Moncloa que son los populares quienes deben de ponerse de acuerdo y que tiene que haber un consenso con ellos.
Por lo demás, en las filas socialistas reina una palabra de moda, la "discreción". La estrategia negociadora del PSOE es completamente diferente a la de Sumar. Mientras los de Díaz sí han explicitado de forma pública y clara sus peticiones, en Ferraz y Moncloa han guardado escrupuloso silencio sobre sus prioridades.
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El pacto parece inminente y es muy probable que se anuncie en las próximas horas, incluso antes de la celebración del Consejo de Ministros en el que Sánchez y Díaz coincidirán.