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El voto en el exterior PSOE y Podemos registran una propuesta para suprimir el voto rogado antes de las elecciones de mayo

En la proposición, para la que se ha solicitado el trámite de urgencia, se recoge la ampliación de los plazos para que no peligre la llegada del voto de los españoles en el extranjero. El PP rechaza la reforma y Cs no la bloqueará en la Mesa.

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Manifestación de la Marea Granate, a propósito del voto rogado / MAREA GRANATE

madrid, Actualizado:

El Grupo Socialista y el Grupo Confederal de Unidos Podemos-En Comù Podem-En Marea han registrado este viernes una propuesta para suprimir el voto rogado y facilitar el ejercicio de sufragio de los ciudadanos españoles residentes en el extranjero. Los grupos han alcanzado un acuerdo con la colaboración de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Interior y en base a una propuesta de un grupo de trabajo de expertos que cuenta con técnicos de la Oficina del Censo Electoral.

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Además de la supresión del voto rogado, implantado por el PP en 2011, y que ha bajado los índices de participación de los españoles que residen en el exterior hasta el 5% (en las últimas elecciones generales votó algo más del 6% del censo), la proposición de ley recoge una serie de medidas que buscan reducir la burocracia y facilitar la recepción de la papeleta y el envío del voto y que contemplan, entre otras cuestiones, la ampliación de los plazos para garantizar que el sufragio llega a tiempo.

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La propuesta pretende que los electores ganen tiempo de dos maneras. La primera, mediante el envío, de oficio, de la papeleta electoral a los residentes en el extranjero por parte de la Oficina del Censo Electoral a partir del décimo octavo día desde la convocatoria de los comicios. Este se hace, según el portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional, Gregorio Cámara, para garantizar que los electores tienen el tiempo suficiente para elegir si votan por correo o en urna.

Esta modificación, la del envío de oficio, es la que acaba, precisamente, con el voto rogado. Con la normativa actual, los españoles que viven en otro país se ven en la obligación de solicitar una acreditación para que le sea concedido el voto, es decir, de "rogar" que le sea reconocido el derecho de sufragio, lo que a juicio tanto de Unidos Podemos como del PSOE generaba "enormes injusticias" respecto a los ciudadanos residentes en España.

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Aquellas personas que elijan enviar su voto por correo, lo podrán hacer por envío ordinario, aunque la remisión de la papeleta por parte de la Oficina del Censo Electoral siempre se hará de forma certificada. Cámara ha explicado que la opción del correo ordinario se introduce para corregir deficiencias de los servicios de correos de algunos países que, por ejemplo, no tienen un sistema de correo certificado, una situación que ha complicado mucho el ejercicio al sufragio de los españoles residentes en estos países.

Para aquellos electores que decidan depositar su voto en urna en las oficinas y secciones consulares habilitadas para ello en sus países de residencia, deberán hacerlo entre el octavo y el segundo día, ambos inclusive, anteriores a la jornada en que se celebran los comicios. La intención en este sentido es la de garantizar que los votos llegan a tiempo de ser escrutados por las Juntas Electorales.

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También se cambia el formato de la papeleta. La proposición recoge que se enviará una papeleta en blanco, para que los electores escriban su opción, junto a varios documentos informativos que explicarán de forma detallada la forma de proceder para que el voto tenga validez.

La intención de los grupos proponentes es que la reforma esté en vigor antes de las elecciones autonómicas y municipales que se celebran en mayo, motivo por el que han solicitado su trámite por la vía de urgencia y en lectura única. De aprobarse este procedimiento, la proposición vería sus plazos parlamentarios reducidos a la mitad y no tendría que pasar por comisión, solo por el Pleno del Congreso.

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Las dudas de Ciudadanos

Para ello, PSOE y Unidos Podemos necesitan que Ciudadanos apoye el trámite, ya que tiene mayoría, junto con el PP, en la Mesa de la Cámara. Los de Rivera ya han dicho que no van a bloquear la tramitación de la norma en el órgano e insisten en que comparten la intención de eliminar el voto rogado y de que esa reforma entre en vigor para las elecciones autonómicas.

Sin embargo, desde Cs aseguran tener dudas con algunas de las medidas que recoge la proposición de ley. En concreto, la formación no tiene claras dos cuestiones: la primera es la del formato de la papeleta en blanco, ya que, a su juicio, esto puede generar problemas con las elecciones al Senado, que se hacen a través de listas abiertas. También tienen dudas los de Rivera sobre las garantías de la identificación del votante, para evitar posibles fraudes.

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En el partido consideran que, antes de tomar ninguna decisión sobre el contenido de la ley, la Junta Electoral Central debe resolver estas dudas. "La reforma ha de hacerse, pero hay que hacerla bien", precisan desde Cs. Desde el PSOE aseguran que "hasta el último momento" se esperó el consenso de todos los grupos, pero finalmente el PP no se ha sumado a la derogación del voto rogado.

Los de Casado han presentado, en cambio, una propuesta para sustituir el ruego del voto por un "certificado de identidad" que deben solicitar los españoles que residen en el exterior. Cámara ha insistido en este sentido que la vía del PP mantiene los mismos problemas técnicos que tiene la legislación actual, y ha acusado a los conservadores de querer conservar el voto rogado "por la puerta de atrás y con otro nombre". 

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La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha asegurado esta reforma "es una de las cosas que más hemos peleado desde que nacimos". "Esperamos que Cs mantenga el compromiso que ha manifestado en otras ocasiones para suprimir el voto rogado. Esperamos que el decreto de convocatoria electoral se firme con el voto rogado derogado en España", ha reiterado. 

Una vez registrada, el objetivo es que la Mesa de la Cámara la califique la próxima semana y que la proposición de ley pueda entrar al último Pleno del mes, el del 26 de febrero. Lo previsible es que, una vez escuchada a la Junta Electoral Central, Ciudadanos lleve sus enmiendas al Pleno.

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