El resultado de las elecciones generales aún puede estar sujeto a cambios una vez finalizado por completo el escrutinio. La razón de esta incertidumbre es el voto CERA (censo de los electores residentes ausentes), emitido por los ciudadanos españoles que residen permanentemente en el extranjero.

Esta modalidad de voto se contabilizará el viernes 28 de julio, y podría decidir el último escaño en alguna provincia, como es el caso de Madrid o Girona. Teniendo en cuenta el histórico, el voto CERA ha caído del lado de los socialistas hasta en tres ocasiones en las últimas cinco elecciones.

En los comicios de noviembre del año 2011, el PSOE liderado por Alfredo Pérez Rubalcaba obtuvo la mayoría de votos emitidos en el extranjero, a pesar del posterior triunfo del Partido Popular de Mariano Rajoy. Los socialistas obtuvieron alrededor de 28.000 votos, seguido de cerca del PP con 27.600, según los datos aportados por el Ministerio del Interior. El tercer cajón del podio lo ocupó Izquierda Unida, la formación que encabezaba por entonces Cayo Lara.

El PP remontó en esta modalidad de voto en las posteriores elecciones celebradas en diciembre de 2015, obteniendo un apoyo del 30%. Podemos, que acabó como tercera fuerza política, logró el sorpasso al PSOE en el extranjero, acabando en segundo lugar con cerca del 20% de los votos, y PSOE tercero con el 17%.

Ante la imposibilidad de los populares para formar Gobierno en 2015, a los que no les valía con los votos de Ciudadanos para gobernar, volvieron a convocarse elecciones para junio de 2016. En aquella cita electoral, el resultado CERA volvió a favorecer al PP, con más de 34.000 votos. Sin embargo, no les bastó revalidar la legislatura. A los populares le siguieron Unidas Podemos y PSOE, con 25.000 y 20.000 votos respectivamente. 

En estas dos últimas elecciones, tanto en abril como en noviembre de 2019, el voto de los españoles que viven en el extranjero ha sido mayoritariamente para la formación que lidera Pedro Sánchez, obteniendo 31.000 y 40.000 votos en sendos años.

La caída de Ciudadanos, que pasó de posicionarse como la segunda fuerza más votada (en el voto CERA) en las elecciones de abril de 2019, a no presentar lista para las generales del 23J, dejará un vacío que puede ser aprovechado por ambas formaciones.